Fallecen dos niños refugiados; males respiratorios y cólera, amenazas
Decenas de indios deciden retornar al lugar de la matanza
José Gil Olmos, enviado, Polhó, Chis., 30 de diciembre Ť Convertido en el refugio más amplio de las comunidades de la región de los Altos de Chiapas que han huido de los grupos paramilitares de filiación priísta, Polhó enfrenta nuevas amenazas de muerte por la insalubridad en que viven los más de 5 mil indígenas que ahí residen, de los cuales 3 mil 573 son desplazados. La muerte de dos infantes en los últimos dos días por padecimientos respiratorios y la posibilidad de brotes de cólera, han hecho que miembros del campamento civil emitan un llamado de auxilio a la Cruz Roja Internacional.
En tanto, en el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas se informó esta noche que decenas de familias indígenas desplazadas decidieron retornar este miércoles a la comunidad de Acteal.
Por otra parte, las autoridades de este municipio, declarado autónomo por las comunidades simpatizantes del EZLN, emitieron ayer una protesta formal por la presencia de un batallón del Ejército y agentes de seguridad pública fuertemente armados, cuyas unidades se apostaron desde temprana hora de este martes a la orilla del poblado, para dar ``asistencia social'' a los desplazados.
``Esta cabecera municipal de Polhó, que comprende a todo el municipio de Chenalhó, no es cuartel ni necesita de la presencia de la seguridad pública ni de las fuerzas armadas. Aquí se encuentran miles de desplazados de distintas comunidades, todos pobres. Hay mucho temor entre la población desplazada por la presencia de estas fuerzas policiacas, por esta razón solicitamos se retiren del poblado, pues su presencia no es necesaria ni ha sido solicitada por la población'', señalaron los desplazados y habitantes de este lugar en un mensaje dirigido a las autoridades federales y estatales.
Presentado a la entrada de Polhó por Juan Bañuelos, miembro de la Comisión Nacional de Intermediación, señala que el poblado tiene una estructura indígena apegada a derecho para brindar protección a los suyos con el uso de sus propios recursos y que por ello no requieren la asistencia de los soldados y policías que se apostaron en la carretera que comunica esta comunidad tzotzil con el resto de la región.
Por la noche, un grupo de indígenas y al menos la diputada Patria Jiménez formaron un cordón humano y exigieron la salida de tropas y policías, quienes aceptaron dejar el lugar, pero anunciaron que realizarán rondines de vigilancia en la zona.
Más de 5 mil desplazados
Según estimaciones de las autoridades de este municipio, a Polhó han llegado 3 mil 573 desplazados de comunidades y parajes de la región montañosa, y en Xojeb se han refugiado mil 700 integrantes de Las Abejas Sociedad Civil, de los cuales algunos son sobrevivientes de la masacre de Acteal.
En medio del frío y la lluvia de los últimos días, las condiciones para los refugiados se tornaron más adversas este fin de año. El lodo dificulta el desplazamiento de las familias y la falta de techo y ropa han ocasionado que las enfermedades respiratorias se incrementen de manera alarmante, pues está afectada 90 por ciento de la población, según estimaciones de la brigada médica que instaló la Caravana Para Todos Todo.
Ubicado a un costado de la montaña de pinos, fresnos y ocotales, sobre un mirador natural, Polhó triplicó en unos días su población y ahora tiene más de 5 mil habitantes que demandan leña para hacer fuego, refugio, baños y alimentación.
Miembros de la caravana civil han comenzado a trabajar con la población para construir letrinas y establecer medidas de salubridad, porque ante la llegada masiva de desplazados las fosas sépticas son insuficientes y la materia fecal se encuentra a flor de tierra, cerca de los refugios.
Por otra parte, el frío intenso y la lluvia pertinaz han provocado que la población infantil sufra infecciones en las vías respiratorias. En los últimos dos días murieron dos niños por bronquitis y neumonía, y existe la posibilidad de más muertes si no llega suficiente asistencia médica.
La situación en Polhó se complicó más este día con la llegada de tropas militares y un grupo de policías que se apostaron en la carretera ofreciendo ayuda a cambio del permiso para instalar un campamento frente a la comunidad.
Los indígenas se ven inhibidos para transportar la leña que cortan en la montaña y la alimentación que les proveen los miembros de las caravanas civiles, como la del Frente Zapatista de Liberación Nacional que llegó hoy desde la ciudad de México.
A la orilla de la carretera, los soldados sólo realizan funciones de policía de tránsito. Con banderas rojas, algunos ayudan a que los vehículos circulen sorteando los camiones estacionados en la entrada de la comunidad, mientras otros esperan órdenes y se pasean a la orilla de la carretera. Todos están fuertemente armados y portan chalecos antibalas.
Posible arribo de más indígenas
El número de indígenas tzotziles que se han desplazado desde sus comunidades en la montaña, huyendo de nuevas amenazas de muerte, podría aumentar en los siguientes días. Según datos de las autoridades de Polhó, unos 2 mil 440 indígenas que se han declarado simpatizantes zapatistas prevén su posible desplazamiento a otras comunidades, ante la necesidad de huir de grupos paramilitares filopriístas.
Se considera a estas comunidades como afectados por la campaña de terror que han diseminado estos grupos a raíz de la masacre de Acteal. Además, se tienen detectados otros mil 600 indígenas que se mantienen a la expectativa.
El fenómeno de los refugiados en Chenalhó ha tomado un sesgo característico. Varias familias se han tenido que desplazar más de una vez. Algunas de las que llegaron a Polhó en estos días, provenientes de Acteal, habían salido antes de Chimix.
Así, las familias tzotziles errantes que se refugian en su propia tierra huyendo de la muerte de los paramilitares, encontrarán en ocasiones otra cara de la muerte: la de las enfermedades curables.