La Jornada 3 de enero de 1998

Hoteles Camino Real, Salinas y Rocha y Synkro, en venta este año

Roberto González Amador Ť El Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), un fideicomiso público empleado para el rescate bancario, comenzará este año la venta de tres grandes consorcios cuya cartera de crédito está en poder de ese organismo.

Las empresas que serán vendidas son Salinas y Rocha, uno de los grupos muebleros más antiguos del país; la cadena de hoteles Camino Real y el grupo Controlador Synkro, informaron directivos del Fobaproa cercanos al proceso.

El primer paquete que saldrá a la venta es la cartera de créditos de Salinas y Rocha, empresa que actualmente realiza un proyecto de inversión con valor de 1.5 millones de dólares para la renovación de todos sus sistemas de punto de venta.

Después de que se concrete el proceso para la venta de los créditos de la distribuidora de muebles, el Fobaproa lanzará las convocatorias para continuar con Camino Real y con el controlador Grupo Synkro.

El Fobaproa, un fideicomiso constituido con aportaciones de los bancos privados y administrado por el Banco de México, mantiene actualmente en su poder activos bancarios por un monto equivalente a 40 mil millones de dólares. Esos recursos llegaron a manos del gobierno como parte del proceso de rescate de los bancos mexicanos, después de que la crisis de 1995 afectó los niveles de capitalizacón del sistema financiero nacional.

Como parte de los programas de rescate y capitalización de las instituciones, el Fobaproa adquirió 2 pesos de cartera de crédito por cada peso que los accionistas de la banca aportaban de nuevo capital a las instituciones de crédito. En algunos casos, como en la operación entre Banco Santander y Banco Mexicano, esa relación fue de cuatro a uno.

De los 40 mil millones de dólares en cartera de crédito que el organismo gubernamental adquirió de la banca comercial, 82.7 por ciento corresponde a préstamos destinados a los sectores industrial y comercial, y el 17.3 por ciento restante es de garantías hipotecarias.

Según el Fobaproa, los activos corporativos mayores a 50 millones de pesos representan 40 por ciento del valor total de la cartera de crédito adquirida a la banca en los procesos de capitalización, que iniciaron en 1995 y concluyeron en diciembre de 1997.

Mínima recuperación de las subastas efectuadas en 1997

En las dos primeras subastas de créditos de Fobaproa, realizadas en el transcurso de 1997, el gobierno no logró recuperar más que 45 centavos por cada peso de cartera ofrecida a los compradores.

El reducido margen de recuperación forzó la desaparición de Valuación y Venta de Activos (VVA), una empresa filial del Fobaproa creada ex profeso en 1996 para ser la encargada de la venta de la cartera de crédito bancario en poder del gobierno. El Fondo Bancario de Protección al Ahorro reasumió las funciones de desincorporar esos activos.

Oficialmente, el costo fiscal de los programas de apoyo a deudores y a la banca alcanza un costo de 379 mil 800 millones de pesos, cantidad que equivale a 11.9 por ciento del producto interno bruto calculado para 1997.

El único programa que ha implicado un apoyo directo a las instituciones financieras ha sido el esquema de compras de cartera, según la Secretaría de Hacienda.

Mediante este esquema, el gobierno otorgó incentivos a la banca para incrementar su capital. Los accionistas privados de las instituciones de crédito inyectaron recursos por esta vía, del orden de 60 mil millones de pesos.