La Jornada 4 de enero de 1998

EZLN: comenzó la persecución de zapatistas

Comunicado del Comité Clandestino

Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista

de Liberación Nacional.

3 de enero de 1998.

Al pueblo de México;

A los pueblos y gobiernos del mundo;

A la prensa nacional e internacional;

Hermanos:

El EZLN denuncia los últimos y graves acontecimientos:

Primero: El primero de enero de 1998, el gobierno de la República, rompió el diálogo con el EZLN, y violó la ley para el diálogo del 11 de marzo de 1995 al iniciar la persecución de zapatistas. Esto empezó el primero de enero de 1998, cuando ataco la comunidad de Y'ale'hibtk, donde plantó armas para justificar su agresión. Esas armas no pertenecen al EZLN.

En horas de la mañana de hoy (3 de enero de 1998) recibimos comunicación, que el Ejército federal estaba maniobrando para tomar la comunidad en La Realidad. La última información que tuvimos, fue que una columna motorizada desembarcó con un grupo armado de tropas especiales del Ejército federal, y empezaron a avanzar hacia La Realidad peinando los alrededores de la comunidad, deteniendo y torturando a los campesinos indígenas que encontraban a su paso; a los que agarraban y torturaban les preguntaban: ``Donde está Marcos, tenemos órdenes del Presidente de agarrarlo vivo o muerto''.

A las 12 del día se cortó la comunicación y ya no supimos de cómo está la situación en esa comunidad de La Realidad ni cómo están los compañeros.

Segundo: Con la persecución de zapatistas, el gobierno federal mexicano quiere tapar su responsabilidad en la matanza de Acteal, en la cual todos sabemos que es principal responsable.

Tercero: En la comunidad de Morelia, en horas de la noche (del día de hoy), el Ejército federal está entrando casa por casa cateando y expulsando a los habitantes de ese lugar.

Cuarto: Llamamos a la sociedad civil nacional e internacional para que se movilice y exija al gobierno que detenga la persecución de zapatistas y respete la ley del 11 de marzo de 1995, y cumpla los acuerdos de San Andrés; y que termine con la militarización del estado de Chiapas y de otras regiones indígenas del país.

Democracia,

Libertad y

Justicia

Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Comandante David

3 de enero de 1998. EZLN


Alma E. Muñoz Ť El Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN) y diversas organizaciones sociales y políticas pretendieron llegar ayer a Los Pinos para pedir la destitución del presidente Ernesto Zedillo y el cese a la militarización en Chiapas.

Javier Elorriaga y Súper Barrio consideraron que el ingreso del Ejército Mexicano a La Realidad ``constituye una visión de guerra'', pero no pudieron asegurar que hubo ataques contra la comunidad. Sólo mencionaron que los pobladores de ese Aguascalientes salieron de su lugar de origen por temor a represalias.


Manifestantes que pretendían llegar a Los Pinos
procedentes del Angel de la Independencia, fueron
detenidos por una valla de granaderos.
Foto:
J. Guadalupe Pérez

A las 18 horas, unas 500 personas partieron del Angel de la Independencia hacia Los Pinos sin alcanzar su objetivo, pues a la altura de Chivatito los esperaban los granaderos para impedirles el paso.

Sólo estuvieron 30 minutos y después convocaron a una reunión en el Angel para discutir acciones en torno a Chiapas. Empero, reiteraron su llamado a la ``gran marcha nacional'' del próximo día 12.

En la manifestación estuvieron presentes un capellán y un sacerdote de la Iglesia católica. Mariano Rodríguez, ataviado con una sotana negra, en compañía del sacerdote de la parroquia Jesús Nazareno, Ignacio Olvera, mencionó que la lucha por el cese de la violencia en Chiapas bien merece represalias si se comprueba que su participación en ese acto político viola la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.

Los manifestantes cargaron una vez más los ataúdes de los muertos de Acteal, para demostrar al gobierno la injusticia cometida. Al jefe del Ejecutivo lo llamaron ``asesino''; al nuevo titular de la Secretaría de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, le pidieron aclarar los hechos, y al Ejército Mexicano salir de Chiapas.

Javier Elorriaga criticó que el nuevo responsable de la política interna del país mencionara como solución, en sus primeras declaraciones, concluir con los acuerdos de San Andrés Larráinzar y desarmar a todos los grupos o civiles en el estado, pocas horas después de la acción emprendida en La Realidad. ``Parece que el orden que escogió (Labastida) es el contrario''.

Los denunciantes recordaron el secuestro de 40 indígenas que trasladaban ayuda humanitaria de Oventic a Polhó por parte de un grupo paramilitar priísta, que presuntamente los mantendría como rehenes hasta liberar a los detenidos por la masacre en Acteal.

``Este movimiento requiere una mayor participación en el campamento por la paz que hemos instalado en el Angel. Es importante fortalecer estas iniciativas, tenemos que proponernos como reto que la guerra no pase, que todos los desplazados regresen a sus poblados y que el Ejército salga de las comunidades indígenas'', dijo Elorriaga.

talado a unos kilómetros de la residencia presidencial, planteó algunas ``realidades nacionales'': por un lado, la ``política de violencia'' del presidente Zedillo, quien con las incursiones en Chiapas ``violó la Ley de Concordia y Pacificación''; por otro, la de los mexicanos ``que no quieren la guerra e impedirán su generalización''