La Jornada Semanal, 4 de enero de 1998



PINTAR MONEDAS


Rocío Esquivel


ENTREVISTA CON GABRIEL MACOTELA

Gabriel Macotela es uno de los versátiles artistas plásticos de nuestra cultura. En 1993 realizó la escenografía de la ópera Salomé y colaboró con el poeta David Huerta, el músico Vicente Rojo Cama, la cantante Betsy Pecanins, el videoasta Walter Doehner y el coreógrafo Marco Antonio Silva, entre otros, en el espectáculo interdisciplinario Babel. Es autor de las esculturas musicales que integra La Sonora Industrial. Entre sus muchas exposiciones figuran Ciudad rota y Selva. En esta conversación habla de su muestra más reciente, Moneda coladera, que se exhibe en el Museo de Arte Carrillo Gil.



¿Por qué escogiste el tema de las monedas?

-Lo que pasa es que a mí me enojó mucho la devaluación de hace tres años, y esto me hizo reflexionar sobre el dinero y en particular sobre las monedas; así que empecé a armar una exposición con este tema, me puse a estudiar la historia de la moneda, cómo se inventó, qué formas, qué texturas se fueron dando a las monedas; luego empecé a tomar fotos de coladeras, para así poder jugar un poco con esta imagen de lo redondo, de lo que puede parecer pero no es; así empecé a hacer esculturas de yeso, gráfica, dibujo.

-Y al conocer la historia de la moneda, ¿qué fue lo qué más te interesó?

-En realidad todo, la idea circular de la moneda y su contenido, las imágenes de los grandes personajes que aparecen en ellas. En esta exposición juego con la idea de que las monedas pueden ser ilusorias. Así, a las esculturas de yeso les di este acabado de ``metal''; son los tonos que manejo en esta exposición: el cobre, la plata, el oro, todo es ilusorio, todo es puro sueño. También hice una maqueta con la idea de un Templo-Casa de Bolsa, para los que adoran el dinero y el poder.

-¿Consideras a tu exposición como una forma de protesta?

-No, no creo que sea para tanto. La idea surgió de un enojo, pero después se convirtió en una meditación acerca del dinero y el uso que se le da.

-¿A qué te llevo esta meditación?

-Hago referencia a monedas absurdas, monedas sin valor, fuera de circulación, que no tienen héroes, un poco como la anti-moneda; una ironía acerca de lo que realmente vale el dinero, lo que nos ha pasado en México en cuanto a la pérdida de valor de la moneda, y atrás de eso la tremenda crisis social que padecemos gracias a los sistemas neoliberales que nos gobiernan.

-¿Por qué usaste el yeso como material para tus esculturas?

-Pensé en el yeso por lo efímero del material, por lo barato que es, dando a entender que las monedas que usamos

a diario son efímeras; también aludí al mundo de las tarjetas, ese mecanismo bestial... En realidad existen muchos enfoques posibles para un tema así... siempre quedan cosas pendientes.

-¿Qué más te hubiera gustado incluir?

-Pude haber trabajado dos años más con la idea, por ejemplo hacer una instalación con maniquíes que representaran banqueros, todos texturados de oro. Un video cuyas imágenes fueran la casa de bolsa, bancos, unas inmensas esculturas que representaran cajeros automáticos hechas de cartón, ¡en fin!

-¿Piensas llevar la exposición a provincia?

-El próximo año la exposición se va a Monclova, Coahuila, al Museo Pape y de ahí a Saltillo, por el momento son los lugares confirmados.

Gabriel pinta en la mañana para aprovechar la luz, pero también lo hace en las noches y a veces hasta la madrugada, siempre oyendo música de jazz, rock y blues. De hecho, por lo menos una vez a la semana, en su casa hay ``tocadas''. Macotela es el de la batería o el de la guitarra eléctrica.

-Me encanta porque para mí es como un desfogue de tensiones, nos divertimos. No pretendemos nada, ni que nos oiga nadie, tocamos para nosotros mismos... Yo quería ser músico; claro que cuando me empezó a rondar la idea de ser pintor, comencé a dividir mi tiempo entre la música y la pintura.

-¿Cómo descubriste tu vocación por la pintura?

-Cuando iba en la prepa, era novio de Silvia Krauze -hermana de Ethel-, y en su casa conocí a Ricardo Garibay; para mí fue muy formativo, Ricardo nos leía poesía, a todos los clásicos; con el tiempo terminé mi relación con Silvia, pero ya me inquietaba mucho la idea de ser pintor, y como no conocía a nadie del medio, se me ocurrió llamarle a Garibay para pedirle consejo; Ricardo me dijo: ``Te voy a mandar con una persona que además de poseer una gran cultura tiene un excelente ojo para la pintura, ve a ver de mi parte a Hugo Argüelles.''

Cuando estuve parado frente a Hugo yo estaba verdaderamente sorprendido por su gran personalidad, conversamos, le mostré mis dibujos, le hablé de mi interés de ser pintor y cuando terminamos la conversación, Hugo le habló a Gilberto Aceves Navarro y me recomendó con él, decisión definitiva y maravillosa para mi formación como pintor.