DobleJornada, lunes 5 de enero de 1998
Menstruación/ (III y último): El síndrome premenstrual
¿Sentimiento de desánimo y desesperación? ¿Irritabilidad? ¿Un apetito aparentemente insaciable por los dulces? ¿Fuertes dolores de cabeza? ¿Hinchazón y sensibilidad dolorosa de los senos? ¿Fatiga excesiva? Incluso, ¿pensamientos de suicidio?
``Días malos'' antes de presentarse la regla. ¿La causa?, ni nosotras mismas la sabemos. Y, bueno, tampoco los/las que nos rodean y que, desconcertados/as, miran nuestro malestar sin entender qué pasa.
Dicen que mal de muchos es consuelo de tontos, pero quizá te sirva saber que no eres la única mujer que padece estos síntomas: los viven del 30 al 40 por ciento de las mujeres, en algún momento de su vida fértil. Le llaman síndrome premenstrual (SPM) y se manifiesta con una serie de malestares físicos y emocionales ``lo bastante serios como para causar dolor y preocupación'', aseguran Andrea J. Rapkin, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en Los Angeles, y Diana Tonnessen, ex directora de la revista Health.
Los cambios se presentan justo en los días previos a la regla --más o menos una semana antes-- y entre un 5 y un 10 por ciento de estas mujeres sufre una serie de trastornos que las debilitan e interfieren seriamente en su vida diaria.
Aunque los síntomas parecen ser normales, para la ciencia el SPM continúa siendo un misterio. No existen pruebas que permitan realizar un diagnóstico claro para saber con total seguridad si una mujer lo sufre o no, señalan Rapkin y Tonnessen. ``Por este motivo nadie sabe con exactitud hasta qué punto está extendido. Una complicación añadida viene dada por el hecho de que los síntomas premenstruales varían de una mujer a otra e incluso, a veces, afectan a la misma de manera diferente en distintos momentos de su vida''.
No obstante, es una realidad que los malestares no forman parte de la imaginación femenina. Ni se resuelven haciendo el mejor esfuerzo por fingir demencia, pues suele pasar que los síntomas continúen.
Lo indicado, entonces, será consultar a un especialista y confirmar si lo que sientes se debe al síntoma premenstrual. Al respecto, Rapkin y Tonnessen proponen: ``aunque no exista hoy mismo una cura para el SPM, la mayoría de las mujeres responden bien a una combinación de asesoramiento psicológico, cambios en su estilo de vida y, cuando es necesario, medicación para aliviar los síntomas específicos''.
Todavía falta mucho por saber acerca del SPM, en efecto, pero hay avances. A partir de una serie de investigaciones, actualmente se le define como una afección médica real, con síntomas identificables; se han establecido criterios para un diagnóstico y existen distintos enfoques para tratarlo.
* Rapkin, Andrea y Tonnessen, Diana, El síndrome premenstrual, una guía práctica y definitiva, Paidós, 1995.