La desidia gubernamental impide el aprovechamiento de la energía eólica

La fuerza de los vientos

Patricia Vega Ť ¿Con viento en popa?

De los barcos de vela a clásicos molinos de viento del típico paisaje holandés, y de éstos a los modernos aerogeneradores de una electricidad ``más limpia y renovable''.

Aunque desde la antigüedad el viento ha sido utilizado para navegar, moler y bom-bear, apenas desde hace un siglo se utiliza también para generar electricidad, pero es hasta principios de la década de los 40 cuando se hace la primera conexión de un aerogenerador a una red eléctrica.

Estimaciones del Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE) ubican a México como el poseedor del mayor potencial de recursos eólicos a nivel mundial, particularmente -al menos por ahora- en Oaxaca, Zacatecas, Quintana Roo, Sonora y Baja California Sur.

Así lo indican los anemómetros instalados en sitios estratégicos para medir la cantidad y la intensidad de los vientos que atraviesan al país. Y es así como está en preparación un Atlas eólico nacional que permitirá efectuar la evaluación del recurso en una escala geográfica compatible con la aplicación y la región consideradas.

Sin embargo, a pesar de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) reconoce que México cuenta con un potencial eólico de 5 mil megavatios de capacidad instalables -la séptima parte de los 35 mil que constituyen el total del sistema eléctrico mexicano-, ``criterios conservadores'' hacen que la utilización del viento (al igual que de otras fuentes alternativas) para generar energía eléctrica siga siendo vista con recelo. Los hechos recientes demuestran que falta voluntad política.

Amén de la contaminación, la crisis derivada del futuro agotamiento de los recursos petrolíferos del planeta fue el catalizador que permitió, a partir de los 70, que países como Estados Unidos, Canadá y otros de Europa voltearan los ojos hacia la energía eólica, al grado de modificar sus respectivas legislaciones para promover el uso de fuentes de energía alternas y depender menos de las importaciones de un petróleo cada vez más caro y más escaso. Lo cierto es que el viento puede convertirse en el combustible del futuro.

Por ser alimentada por un recurso ``inagotable'', la energía eólica tiene un significado estratégico para la CFE y un valor importante para la sociedad mexicana en general que, mediante el desarrollo de esta tecnología, puede verse beneficiada al consumir una electricidad que a la larga resulta más barata y no contamina.

Confrontación de criterios

El ingeniero Roberto Cadenas Tovar, responsable del área Nuevas Fuentes de Energía de la CFE, asienta en entrevista telefónica desde Morelia, Michoacán, que a partir de 1983 se han intensificado en México los estudios de energía eólica con el propósito de alcanzar una mejor administración de los recursos energéticos nacionales, meditante la combinación de diversas fuentes y un uso integral.

``Aunque no con la rapidez que quisiéramos, porque no hay mucha gente familiarizada con ese tipo de energía, en la CFE se ha mostrado la voluntad de investigar y difundir esas alternativas. Todavía existe una confrontación técnica entre los criterios más tradicionales y los más abiertos que apuestan por un desarrollo sustentable a través del uso de recursos renovables que representan un reto tecnológico.''

Por otro lado, a menos que el gobierno otorgue subsidios ``estratosféricos'', la inversión para dotar de energía eléctrica a pequeñas comunidades rurales mediante sistemas convencionales -tendido de redes centralizadas de distribución de alto y bajo voltajes, conectadas a plantas hidroeléctricas y termoeléctricas, básicamente- es altísima y no ocurrirá. Las inversiones en ese tipo de programas tienen un carácter eminentemente social.

Para la CFE, es factible la implantación masiva e inmediata de pequeños aerogeneradores. ``Desde hace varios años hay en el país un fabricante que produce un modelo estadunidense bajo licencia, y en varios talleres se producen equipos esporádicamente. Los sistemas de generación eléctrica a partir de energía eólica de pequeña y mediana capacidades, serán económicamente viables en escala significativa en los próximos cinco años; de hecho, muchas comunidades aisladas podrían aprovechar esa tecnología en un futuro inmediato''.

Este mes funcionará el primer contrato que la CFE realiza con un proveedor privado: la puesta en marcha de un sistema híbrido (energía solar y eólica) para dotar de electricidad a 50 casas ubicadas en Isla Margarita, Baja California Sur.

A partir de las modificaciones de 1991 a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, se permite a particulares participar en la generación de electricidad. Aun cuando ello continúa reservado para la CFE, el cambio principal fue la exclusión de la definición de servicio público en la generación eléctrica para autoabastecimiento, cogeneración, pequeña producción, producción independiente para venta a la CFE y la exportación derivada de las anteriores. El uso temporal de la red del sistema eléctrico nacional por parte de permisionarios, o ``porteo``, también está permitido por la nueva ley.

Sin embargo, aún no están claramente establecidas las reglas para la generación privada de energía eléctrica. Por ejemplo, los contratos (interconexión, compra de excedentes, etc.) son específicos para fuentes convencionales, y los proyectos sustentados en fuentes de energía renovables como la generación eoloeléctrica carecen de incentivos fiscales.

Vestidos y alborotados

Gracias a su experiencia en el medio y por estar asociada con la empresa estadunidense Enron Wind Corporation -la de mayor prestigio mundial-, la compañía Fuerza Eólica, presidida por el ingeniero electromecánico Carlos F. Gottfried Joy, fue contratada para proveer los equipos que darían vida a una planta eoloeléctrica que se instalaría en el Cerro de la Virgen, en Zacatecas.

Sin embargo, la ``desidia'' de las autoridades locales provocó que los intereses del financiamiento ofrecido por el Banco de Obras y Servicios Públicos (Banobras) volviera inviable un proyecto que, desde el ámbito tecnológico y operativo, había sido totalmente avalado por el IIE, creado precisamente para el desarrollo experimental de tecnología que resuelva los problemas de la industria eléctrica mexicana. Por si fuera poco, Gottfried Joy ha sido demandado por las autoridades municipales zacatecanas por el supuesto incumplimiento de los contratos firmados.

Se trataba de una planta demostrativa, cuya instalación y puesta en marcha permitiría afinar toda la tramitología necesaria y conocer las especificaciones y los requerimientos de interconexión con la CFE.

``Como particulares -explica Gottfried Joy-, íbamos a tener la experiencia de desarrollar la tecnología necesaria en México y llevar a cabo el ejercicio completo para conocer los costos reales y abatir las tarifas de alumbrado público. Así, la propuesta estaba enfocada como un beneficio público.''

Hasta la fecha, Fuerza Eólica es la única empresa mexicana que tiene patentes registradas en Estados Unidos -los aerogeneradores Colibrí- para generar energía eólica mediante el sistema remoto independiente y el interconectado.

Según Gottfried, el origen del problema está en la ``desidia'', los cambios de funcionarios y la falta de una visión de largo plazo para ``adoptar'' un proyecto concebido por otras administraciones públicas. Sin embargo, no descarta la posibilidad de una mano negra cuyos propósitos desconoce.

La Venta, experiencia desaprovechada

Mientras el proyecto anterior se suspendía por tiempo indefinido, otro cobraba vida: financiada totalmente por la CFE y construida en los primeros ocho meses de 1994 por la compañía privada Deproe, SA de CV -de Arturo Whaley y Antonio Gershenson, ganadora del concurso convocado-, la planta eoloeléctrica de La Venta, Oaxaca, ubicada 30 kilómetros al norte de Juchitán, se convirtió en la primera que, interconectada con la red eléctrica, se instaló no sólo en México sino en Latinoamérica, y fue considerada desde el principio un ``espléndido laboratorio'' que permitió a la CFE detectar y valorar diversos problemas relacionados con la generación de electricidad -1.5 megavatios de capacidad- por medio del viento.

A pesar de que los resultados de esa experiencia pueden considerarse ``satisfactorios'', la CFE acaba de anunciar la cancelación de otra planta programada -La Venta 2, con capacidad para generar 54 megavatios-, por resultar ``víctima de un criterio economicista'' incapaz de evaluar los beneficios sociales de un proyecto del que se espera la máxima rentabilidad inmediata.

Gershenson relata: ``Los recursos eólicos en el Istmo de Tehuantepec son inmensos: es un viento intenso, muy sostenido, que puede permanecer varios días sin parar.

``Sin embargo, la mayoría de los interesados en el concurso se retiraron ante las condiciones impuestas, desde la convocatoria, por la propia CFE, cuyos criterios conservadores -resistencia al cambio- excluían a la tecnología más reciente en el ramo. Aun así, pensamos que se trata de una propuesta rentable, sobre todo si consideramos que una planta eólica se construye en ocho meses, frente a los tres o cuatro años que tarda un proyecto hidroeléctrico o uno de gas natural.''

Mientras Deproe obtiene los permisos y se prepara para echar a andar los proyectos de autoabastecimiento eléctrico mediante el uso del viento en ese municipio de Oaxaca y la ciudad de Puebla, a Fuerza Eólica le han detenido las autorizaciones para concretar los proyectos eólicos que desarrolló para los municipios de Quintana Roo y Baja California, así como para la cementera Cruz Azul en el Istmo de Tehuantepec, en tanto ``no arregle sus problemas con Zacatecas''.

Colofón

En el estado de México (Lechería y Tultitlán) existen dos termoeléctricas que, si bien desde 1989 utilizan gas, de acuerdo con Gershenson ``provocan 48 por ciento de la contaminación proveniente de fuentes fijas que afecta a la ciudad de México. El gas es una fuente de energía menos sucia que el petróleo, pero no es limpia, contribuye a la formación de ozono. ¿Se quieren reducir los niveles de contaminación? Muy sencillo: se clausuran las termoeléctricas que menciono y se acaba de un plumazo con la mitad de las fuentes fijas de contaminación en el Distrito Federal''.

Mientras, los científicos del mundo trabajan en lo que será la siguiente fuente de generación de energía totalmente renovable: el hidrógeno. Aún es un procedimiento muy caro que se encuentra en fases experimentales en laboratorios de Estados Unidos, Japón y Europa.