ASTILLERO Ť Julio Hernández López
La aplicación, por parte de elementos militares, de la ley federal que regula lo relacionado con armas de fuego y explosivos, ha generado en Chiapas condiciones de tensión social que conviene revisar con un ánimo sereno.
Con independencia de las razones jurídicas que pudiesen justificar la presencia castrense en las tareas de cumplimiento de la ley mencionada, es evidente -como lo muestran múltiples casos del cual el más reciente es el de Oventic, donde un centenar de indígenas abandonaron sus casas ante los sobrevuelos militares y la percepción creciente de que se podría dar una incursión de soldados- que se ha desgastado totalmente la recurrencia al expediente de la ley de armas de fuego y explosivos como presunta fundamentación en favor de la presencia castrense en aquella zona.
El abatimiento de la estructura legal en favor de acciones militares coloca tanto al estado de derecho, como a los propios beneficiarios de tal estratagema legalista, en una circunstancia que inyecta al tejido social el virus de la irritación, pues a ojos vistos se realizan acciones diversas de aquellas cuya excusa legal se invoca.
La delicada situación de Chiapas debe enfrentarse, ciertamente y sin argucias, a partir de las leyes que rigen la convivencia social de los mexicanos. Ni existe ni se ha declarado estado de sitio alguno que permita el incumplimiento de las normas jurídicas vigentes, ni es posible pensar que se podría lograr la paz en el sureste excediéndose en el cumplimiento de una ley, la de armas de fuego y explosivos, y siendo omisos en otra como es la de pacificación y concordia, pues mientras una se aplica muy por encima de lo permitido, otra sufre cotidianamente el asedio físico y la amenaza latente.
Una reunión esperanzadora
La reunión de anoche del secretario de Gobernación y la Cocopa tuvo un inicio ríspido pero terminó con signos esperanzadores. De entrada, las partes presentaron sus posturas en un tono que pareció alejar las posibilidades de reconstruir puentes de entendimiento, pero conforme avanzó la sesión fueron apareciendo puntos propicios para explorar alternativas y para reinstalar con fluidez y confianza una comunicación que con el anterior secretario se había cortado con sequedad.
De los temas discutidos ayer destaca el planteamiento de la Cocopa que reclama atención al desempeño del gobierno de Chiapas. En la mesa de diálogo de anoche se aportaron argumentos que apuntan claramente hacia la circunstancia de ingobernabilidad que se vive en la entidad.
Quien no pudo escuchar los señalamientos fue Roberto Albores Guillén, miembro priísta de la Cocopa que no asistió a la reunión. Su ausencia incentivó el dicho de que es el virtual remplazo de Julio César Ruiz Ferro. Mientras tanto, en Tuxtla Gutiérrez, los diputados locales mantenían hasta entrada la noche una prolongada sesión en la que la tardanza priísta en dar por cerrado el debate sobre la ingobernabilidad parecía provenir justamente de la ausencia de la línea proveniente de la capital del país.
Respecto al titular de la Secretaría de Gobernación, es conveniente apuntar que ha mostrado una alentadora disposición a escuchar. Lo mismo ha atendido voces que le señalan los errores declarativos cometidos en sus primeras declaraciones que ha mostrado una mayor disposición a dialogar con las diversas partes convergentes en el conflicto, entre otras con el mismo representante gubernamental, Pedro Joaquín Coldwell, que antes tenía una línea de comunicación casi nula.
Un asalto con dedicatoria
Las oficinas del notario público Eduardo Martínez Benavente fueron sospechosamente asaltadas en la ciudad de San Luis Potosí el fin de semana recién pasado. Martínez Benavente tuvo años atrás una participación destacada en el movimiento civilista del doctor Salvador Nava Martínez y, desaparecido éste, ha mantenido una posición crítica de los errores e injusticias de los gobiernos recientes, y del oficialismo en general, tanto en declaraciones periodísticas como en sus propias colaboraciones a algunos medios de esa entidad. Además, ha participado incesantemente en favor de movimientos populares y sociales, con todo lo cual tiene bien ganada una gran autoridad moral y política.
Ahora, su despacho ha sido asaltado, pero no sólo para llevarse algunas cuantas cosas sin mayor valía económica sino, sobre todo, para deshacer archivos, romper documentos, sustraer testimonios, destrozar mobiliario y dejar un innegable mensaje de intimidación política. El notario Martínez Benavente había sufrido antes otros asaltos menores en sus oficinas, la golpiza con saña y sin explicación de uno de sus hijos, y un sostenido acoso fiscal contra una impresora en la que entre otras cosas había impulsado publicaciones periodísticas no gubernamentales.
Martínez Benavente tendrá que dedicar ahora gran parte de su tiempo a tratar de recomponer la delicada trama de su archivo notarial y a prevenir que los documentos robados no sean utilizados dolosamente para dañarle. Los asaltantes, por lo demás, dejaron a cambio de todo lo sustraido un paquete de mariguana, con una torpe intención incriminatoria.
Astillas: El secretario de Marina, almirante José Ramón Lorenzo Franco, ganó ayer espacios en los medios de información gracias a una propuesta audaz que buscaría disuadir a los ciudadanos mexicanos de tener armas en su poder: un kilo de arroz por cada artefacto de fuego que fuese entregado a las autoridades. Será muy interesante conocer los resultados de la citada propuesta, cuya audacia reside sobre todo en su evidente inviabilidadÉ En su edición de ayer, el periódico español El Mundo reproduce una nota de su enviado a la selva Lacandona, Javier Espinosa, cuyo título incluye la referencia de que en un punto del río Euseba, donde el Ejército Mexicano construye un puente como parte de una carretera estratégica que irá de Las Margaritas a Ocosingo, los campamentos militares son del ``estilo Vietnam''. La descripción que hace el corresponsal Espinosa es la siguiente: ``A ambos lados del curso de agua, dos imponentes campamentos militares al mejor estilo Vietnam. Casamatas (es decir, bóvedas resistentes en las que se instalan piezas de artillería) hundidas en la tierra, estacas afiladas rodeadas de alambre de espino, puestos de vigía camuflados entre los árboles''. Siendo tan sólo esos los elementos de la nota referida que dan pie a la referencia vietnamita como que más bien ésta parece una exageraciónÉ ¡Ah, las herencias del salinismo! Patricio Chirinos, con azolvada voz, declarándose en un discurso oficial algo así como un caballero armado listo para luchar en defensa de la democracia y la justicia frente a un presidente Zedillo de gira por Veracruz, y Manuel Cavazos, en Tamaulipas, plasmando a sus puras pistolas, en las nuevas placas de los automóviles de aquella entidad, los signos de su vocación esotérica: el sol de Maharashi y el símbolo del camino nuevoÉ El diputado priísta Ricardo Monreal ha difundido un análisis personal de los acontecimientos de Chiapas en el que, entre otras cosas, aparece el subcomandante Marcos como un instrumento movido por ambiciosos que desean apoderarse del Istmo de Tehuantepec. Sin lugar a dudas, tales puntos serán bien sumados por el Dedo Superior a la hora de designar candidato priísta a gobernador de Zacatecas.
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