La Jornada 7 de enero de 1998

Exigen desplazados guerrerenses retiro de paramilitares; comienzan ayuno

Maribel Gutiérrez, corresponsal, Acapulco, Gro., 6 de enero Ť Treinta hombres y mujeres desplazados por la violencia en las comunidades El Cucuyachi y Agua Fría, municipio de Atoyac, se pusieron hoy en huelga de hambre para exigir la salida de los grupos paramilitares de la sierra, la investigación y castigo de los asesinatos por motivos políticos y la presentación de Fredy Nava Ríos y Miguel Castro Monillo, detenidos por el Ejército Mexicano y desaparecidos desde hace más de siete meses.

Los ayunantes, incluidos los dirigentes del PRD en Atoyac, Mario Valdez Lucena y Wilebaldo Rojas Arellano, se instalaron frente al palacio municipal a partir de esta tarde, después de que en una reunión con el gobernador Angel Aguirre Rivero, en la que participó el comandante de la Novena Región Militar, general Luis Humberto López Portillo Leal. Los desplazados que pertenecen al PRD rechazaron la propuesta gubernamental de abandonar definitivamente El Cucuyachi y establecerse en otra ciudad.

Argumentan que ellos no son responsables de la violencia. Además, dicen que ellos son originarios de ese lugar, que esas tierras les pertenecen y que no han cometido algún delito que justifique su salida. Los desplazados, que se encuentran refugiados en la cabecera municipal, plantean que la violencia se acabará si salen de la comunidad los priístas integrantes de un grupo paramilitar encabezado por la familia Peñaloza.

Los campesinos en huelga de hambre son 13 desplazados de la comunidad de Agua Fría y 15 de El Cucuyachi, encabezados por el comisario Cornelio Barrientos Cortés y el presidente del comisariado ejidal Margarito Arreola Barrientos.

Solicitan la intervención del Congreso

Por otra parte, autoridades de la comunidad mixteca de La Trinidad, municipio de Tlacoachistlahuaca, pidieron la intervención del Congreso del estado para detener ``las agresiones de un grupo de priístas'' que portan armas de alto poder, que se intensificaron a partir del 4 de noviembre, cuando asesinaron en una emboscada al campesino militante del PRD Silvino Rosales Villa.

Los perredistas de La Trinidad participan desde 1995 en un movimiento de más de 30 comunidades de la región mixteca por el reconocimiento del municipio autónomo indígena de Rancho Nueva Democracia, del que han sido asesinados 15 activistas.

El comisario municipal, Sixto Lázaro Rosales (padre del campesino muerto); el principal de La Trinidad, José Rosales Hernández, así como el presidente del Comité de Base del PRD, Jesús Méndez Santos, informaron por medio de un documento que ``los priístas andan armados y prepararon la guerra contra los perredistas, que son los vecinos originarios del pueblo''.

Explica que después del asesinato siguieron las agresiones contra los perredistas, y el 14 de diciembre, la señora María Quintila Hernández Zamora, de 19 años, y sus cuatro hijos, fueron balaceados por el priísta Porfirio Salazar, a quien identificó como uno de los ocho miembros del PRI que en el camino hacia Rancho Nuevo Democracia emboscaron y mataron a su esposo, Silvino Rosales.