En economía, ni sorpresa ni improvisación: Gurría
Antonio Castellanos Ť La política económica del gobierno federal no dará sorpresas, afirmó ayer el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Angel Gurría, y advirtió que no hay espacio para improvisaciones. Se mantendrán los objetivos, entre los que destaca fortalecer la confianza para que sigan los flujos de capital extranjero.
Por separado, los analistas de las casas de bolsa BBV-Probursa y Arka, Víctor Duarte y Francisco Blanco, coincidieron en afirmar que los cambios en las secretarías de Hacienda y Agricultura y el Banco de México, no pondrán en riesgo el programa gubernamental. ``No hay peligro de que aborte'', precisó Blanco, quien auguró volatilidad en el tipo de cambio después del primer trimestre de 1998.
Duarte consideró que los cambios en el gabinete no alterarán el avance económico. A pesar de los incrementos en algunos precios y servicios registrados desde diciembre, se podrá alcanzar la meta de 12 por ciento de inflación que proyecta el gobierno federal.
Al respecto, Blanco indicó que la inflación podría ser de 13 por ciento; las tasas de interés podrían cerrar en 16.50 en diciembre próximo y el tipo de cambio en 8.60. Los dos coincidieron en que en el primer semestre de 1998 México se beneficiará de los capitales foráneos que saldrán de otros mercados.
A su vez, el director de Investigaciones Económicas del Grupo Financiero Bancomer, en un análisis divulgado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), precisó que la consolidación del sistema bancario depende de la conformación de un ambiente macro verdaderamente estable y dinámico. Debe haber un auténtico orden jurídico.
Gurría manifestó que las metas para 1998 están perfectamente definidas; no habrá un crecimiento artificial, sino real y sostenido para ofrecer a casi un millón de mexicanos cada año la oportunidad que buscan de encontrar empleos en el sector formal. Estos deben estar cada vez mejor remunerados.
En este sentido, precisó el titular de Hacienda, el Estado debe contar con mayores recursos para hacerle frente al combate a la pobreza, y consecuentemente tener mejores indicadores de salud, de educación e infraestructura. Todo eso, recalcó en declaraciones al noticiero Para Empezar, sólo se logra con finanzas públicas sanas.
Los agentes económicos internos y externos, agregó, están pendientes sobre el déficit o superávit, disciplina fiscal y monetaria; también del avance del sistema democrático y electoral, y en el caso de Chiapas, hay una clara diferenciación entre un incidente que es una tragedia para todos los mexicanos, y su atención que ha sido ágil, oportuna, con la ley en la mano.
Los mercados, explicó, distinguen esto, porque ningún país está exento de que haya incidentes o problemas en el corto plazo, o que el tema más noticioso sea algo tan terrible como lo que pasó en Chenalhó, pero también ``calibran la respuesta del presidente Zedillo, sus secretarios de Estado y el procurador, que enfrentan situaciones imprevistas tan difíciles como pudiera haber sido lo de Chiapas''.
Gurría aseguró que la forma en que el gobierno ha enfrentado el problema de Chiapas ha generado confianza y subrayó que México es un país que importa capitales. Es una de las naciones en desarrollo que recibe mayor flujo de capitales del exterior y en este renglón la confianza es un factor determinante.