Albores Guillén sustituye a Ruiz Ferro; riesgo de choques: EZLN
Juan Manuel Venegas, enviado, y Angeles Mariscal, corresponsal, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 7 de enero Ť Julio César Ruiz Ferro supo que dejaría el gobierno de Chiapas el martes por la tarde. La orden le había llegado del Distrito Federal, directamente del secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa.
Y desde el martes por la noche, la renuncia de Ruiz Ferro se filtró en el Congreso local. Un diputado chiapaneco, cercano a Roberto Albores Guillén, se encargó de dar la noticia: se va Ruiz Ferro, llega Albores, comentó a algunos reporteros locales de su confianza.
Pero todo era especulación. En su sesión normal de ese día, el Congreso no convocó a sesión extraordinaria, como decía el diputado ``filtrador'' que iba a ocurrir. La larguísima sesión del martes 6 de enero, que se prolongó hasta las 23 horas, no arrojó ningún elemento que confirmara la destitución.
Ya en la mañana de este miércoles, cuando el ahora ex gobernador convocó a las 9:30 horas a los miembros de su gabinete a ``una reunión urgente'', tomó forma lo dicho por el diputado amigo de Albores.
Ruiz Ferro esperó a que estuviera todo su equipo, y al filo de las 10 horas les anunció su obligada renuncia. Presentes en la reunión, algunos diputados locales priístas encabezados por su líder Juan Carlos Bonifaz Trujillo, escucharon a Ruiz Ferro. Ahí también el dirigente priísta estatal Juan Carlos Gómez Aranda supo que la marcha a la que había convocado ``en apoyo a nuestro gobernador Ruiz Ferro'' debía cancelarse.
Julio César Ruiz Ferro fue parco en su explicación, sólo les anunció que su solicitud de licencia por tiempo indefinido para alejarse de sus funciones la enviaría al Congreso a la una de la tardeÉ
Pero en el Congreso nadie sabía nada. A las 12 horas ningún diputado había sido convocado a sesión extraordinaria. Todo seguía siendo ``una especulación de los reporteros''. A los legisladores nadie los había tomado en cuenta, se quejaba el panista Francisco Rojas Toledo. ``Si ya se tomó la decisión, a nosotros nadie nos ha dicho nada ni nos ha convocado para la sesión respectiva'', lamentaba por su parte el perredista Gilberto Gómez Maza.
Poco después del mediodía, en la ciudad de México la Secretaría de Gobernación anunciaba la licencia de Ruiz Ferro y en el Congreso local seguían sin convocar a la sesión extraordinaria, donde se conocería la renuncia y los motivos de Ruiz Ferro.
Los grupos parlamentarios de PRI, PAN y PRD en la entidad se reunieron por separado. Los priístas para preparar el dictamen con el que su mayoría aprobaría la licencia de Ruiz Ferro; panistas y perredistas para preparar las posiciones que expondrían en el pleno.
Enojado, casi con lágrimas en los ojos, Rojas Toledo salía de la reunión de los diputados del blanquiazul para atender a los reporteros. ``No es posible, es la misma cocha, pero revolcada. Albores es un bribón, además nunca ha vivido en ChiapasÉ ¡Pobre de nuestro estado, pobre de nuestro Chiapas!''
Para esos momentos el edificio del Congreso chiapaneco estaba a reventar. Políticos locales, empresarios, ganaderos, todos los presidentes municipales priístas, diputados federales por esta entidad, funcionarios de distinto nivel y más de un centenar de reporteros, fotógrafos y camarógrafos ocupaban la sede legislativa. A las 14 horas todos los ahí presentes, a través de un noticiero televisivo, se enteraban de la suerte de Ruiz Ferro y de la llegada al gobierno estatal de Albores Guillén.
``¡Pero cómo es posible que ya en México estén dando el anuncio, si aquí ni siquiera nos han convocado a los diputados!'', casi gritaba el panista Julio César Ramírez Aceituno. Y es que sólo hasta que la televisión los obligó, el líder de la mayoría priísta en el Congreso, Juan Carlos Bonifaz, convocó a la sesión extraordinaria que daría inicio a las 15:40 horas.
No se puede ir como jibarito loco
A la hora en que comenzó la sesión el salón estaba totalmente ocupado. En la primera fila de butacas, destinadas a los visitantes, se instalaron algunos perredistas y panistas. Los políticos priístas y la gran mayoría de los invitados ocuparon el resto.
Los primeros sacaron algunas pancartas: ``En Chiapas queremos gobernadores electos por el pueblo'', ``No a gobernadores impuestos'', ``Juicio político a Ruiz Ferro, que se vaya a Almoloya'', decían. Priístas y funcionarios de segunda guardaban silencio y cuchicheaban entre ellos, y sólo reaccionaron cuando, ya avanzada la sesión, con gritos y chiflidos pretendieron acallar las críticas que los diputados panistas lanzaron en tribuna contra Ruiz Ferro y Albores Guillén.
Al principio, la sesión camaral se llevó con tranquilidad y la diputada Magda Cielo Villanueva pudo leer sin interrupciones las seis cuartillas que Ruiz Ferro envió al Congreso para exponer los motivos que lo llevaron a renunciar al cargo de gobernador.
Del texto de Ruiz Ferro no se podía rescatar absolutamente nada apegado a la realidad. Cada párrafo era un autoelogio, ``los avances'' que se lograron en su administración, ``las inversiones'' y ``el diálogo'' que según Ruiz Ferro encabezóÉ
Y lo que encendió a los panistas fue la última frase que Ruiz Ferro dejó para los chiapanecos: ``Me voy con la conciencia tranquila y las manos limpiasÉ'', señalaba el texto que leyó Cielo Villanueva.
Luego del receso al que se llamó ``para preparar el dictamen'', los diputados volvieron al salón de sesiones y como oradores se apuntaron sólo los panistas, que abrieron fuego ``contra el que se va y contra el que viene''.
Antonio de Jesús Pérez Hernández explicó que el PAN votaba a favor de la renuncia de Ruiz Ferro porque desde un principio ``nos opusimos a su llegada, porque nos lo impusieron desde el centro. En este tiempo que despachó en el Palacio de Gobierno demostró su incapacidad y su ineficiencia, atributos que hoy lo obligan a irse''.
Sin embargo, sostuvo, ``no se vale que se vaya ahora como el jibarito loco. Tiene responsabilidades, tiene mucho que explicar y exigimos juicio político en su contra''. E insistió: ``no se vale que se vaya tan campante y por supuesto que no se va limpio de culpas''. Se refirió también a ``las imposiciones del centro''. Dijo que no se cuidaron las formas ``y hoy nuevamente se atropellaron los derechos de los chiapanecos y desde el Distrito Federal se violó la voluntad de los chiapanecos, todo con la complacencia de la mayoría priísta, que no representa los intereses del pueblo chiapaneco. Nada cambia, se quita a un ilegítimo y se nos impone a otro ilegítimo''.
Siguió otro panista, David Navarro Morales, quien advirtió que Ruiz Ferro se merece más que una renuncia. Pidió igualmente juicio político contra el ahora ex mandatario y lo acusó de ``cínico y cobarde''.
Empezaron a chiflar los priístas y el panista desde tribuna les dijo: ``Ustedes están aquí porque vienen a la feria del hueso, pero nosotros sí tenemos vergüenza, sí queremos a nuestro estado y no somos como ustedes, que hoy le aplauden a uno y mañana a otro''.
El ambiente estaba caliente, los chiflidos y los gritos contra Navarro Morelos obligaron incluso a la intervención del presidente de la mesa directiva, Miguel Angel Calimayor Gutiérrez, quien en sus prisas provocó un escándalo mayor al pedir ``a todos los presentes orden en la plaza.É''
Y el panista no paró. Llamó a Ruiz Ferro ``gobernador de segunda'', que hoy deja ``un estado ensangrentado''.
Y recordó un dato que da cuenta de ``la inestabilidad chiapaneca y las imposiciones desde el centro: de 1976 a 1996, padecimos diez gobernadores priístas, y desde 1994 para acá ya llevamos cinco. ¡Eso no es posible, ahora con Albores Guillén, que Dios nos agarre confesados!''
Alonso Urrutia Ť El secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, sostuvo que la salida de Julio César Ruiz Ferro del gobierno de Chiapas ``es una decisión del señor gobernador, que procura destensar la relación'', y puntualizó que el gobierno federal nada tuvo que ver en esta determinación.
Labastida dijo estar confiado en que, con todas las medidas que se están adoptando en torno a Chiapas, ``podamos fortalecer en el estado un clima de concordia y entendimiento. Ese es el propósito principal, una actitud de tolerancia, de entendimiento participativo, que nos haga que todos los interlocutores políticos actúen buscando la conciliación, el diálogo, la paz, la justicia y el desarrollo del estado''.
Al continuar con una intensa actividad privada, Labastida se reunió con el líder nacional del PAN, Felipe Calderón; con la dirigente de la Confederación Nacional Campesina, Beatriz Paredes, y por la noche tenía previsto cenar con el coordinador del grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo.
Luego de acompañar a Calderón casi hasta la puerta de salida del edificio, donde están sus oficinas -alrededor de las 12 horas-, Labastida fue entrevistado acerca de los cambios en el gobierno de Chiapas.
-¿Sobre la caída del gobernador de Chiapas?
-Esperamos a ver qué resuelve el Congreso.
-¿Se le podrá juzgar por lo de Acteal o cuál es el motivo por el que se le puede remover en este momento a Ruiz Ferro?
-Hasta donde tengo entendido, el señor gobernador Ruiz Ferro ha presentado una solicitud, buscando con ello propiciar el clima de entendimiento y concordia en el estado.
-¿El gobierno federal se lo pidió?
-No, de ninguna manera.
El funcionario señaló que las conversaciones que está sosteniendo con los partidos políticos, la Cocopa y las iglesias están orientadas a consolidar la reactivación del diálogo de paz en Chiapas.
Mencionó que el martes pasado tuvo una cena con el nuncio apostólico, Justo Mullor, y con el arzobispo primado de México, Norberto Rivera, en la que se abordó el tema de Chiapas, y acordó con ellos reunirse posteriormente con los obispos católicos.
Labastida insistió en que este viernes se reunirá de nuevo con los integrantes de la Cocopa, con quienes desahogará los puntos pendientes. ``Estamos tratando de trabajar de manera intensa con los que tienen algo que decir y algo que aportar en el estado para la solución de los problemas en Chiapas'', dijo.
Más adelante, fue cuestionado acerca de los numerosos interinatos que ha habido en Chiapas.
-¿Este será el último?
-Espero que así sea, y espero que avancemos y que construyamos rápidamente en el estado un clima de entendimiento con todos los partidos políticos, con todas las fuerzas políticas del estado.
Indicó que se está trabajando en la estrategia de negociación en Chiapas, pero puntualizó que aún no se tiene considerada una posible reunión con el EZLN. Asimismo, anticipó que probablemente la próxima semana se reúna con la Comisión Nacional de Intermediación.
José Gil Olmos, enviado, Oventic, Chis., 7 de enero Ť Luego de regresar a sus casas las familias zapatistas de este lugar que ayer huyeron por la cercanía de una columna del Ejército Mexicano, autoridades de la zona de Los Altos consideraron que los cateos y los patrullajes aéreos y terrestres de los militares, la ``invasión'' de policías y judiciales en las poblaciones indígenas y la matanza de Acteal son ``una provocación y una amenaza de guerra en contra del EZLN''.
El Aguascalientes construido aquí, sin embargo, continuó vacío y uno de los representantes de Oventic informó que la dirigencia zapatista, entre la que está el comandante David, sigue fuera y no se tiene contacto con ella.
Carlos, a nombre de las 35 familias que habitan Oventic, dijo que están pendientes para abandonar en cualquier momento este frente considerado el segundo más importante del EZLN en Chiapas.
``La gente regresó porque se calmó la cosa. Pero nosotros no necesitamos la presencia de los `ejércitos', nosotros nos mantenemos solos, así vivimos. Los soldados dicen que buscan armas, es un pretexto para provocar la guerra'', asegura con firmeza el joven indígena que cuida la entrada del Aguascalientes.
Al hacer una reseña de los patrullajes militares en la zona de la montaña, Carlos señala que se está ``presionando'' a los pueblos que simpatizan con el movimiento zapatista, lo cual es una provocación.
``Lo que tenemos es una esperanza de que el gobierno cumpla con los acuerdos de San Andrés'', señaló el indígena tzotzil al tiempo de advertir la presencia de nuevos sobrevuelos este miércoles por la mañana.
``Así nomás, vienen en la mañana, como a las ocho o nueve, dan vueltas y se van. Así han estado desde hace cuatro días y a veces vienen en la noche. Por eso la gente está lista para salir. No se van a enfrentar a los soldados si entran'', señala Carlos.
Dice que las familias regresaron ayer mismo por la noche cuando se confirmó que los soldados ya no se movían hacia el Aguascalientes y se quedaban en Jonalchoj, a unos 500 metros de distancia.
Dice también que se tienen preparados refugios en algunas comunidades, y aun en la montaña, por si es necesario huir nuevamente si incursiona el Ejército a sus casas, como lo hicieron en la comunidad de San José Fiu el pasado 5 de enero.
Así, mientras en Oventic ya retornaron las mujeres y los niños, el Ejército continuó realizando intensos patrullajes en toda la zona de Los Altos y se efectuaron revisiones minuciosas a los autos y personas en los retenes que instalaron como parte de la campaña de aplicación de la Ley de Armas de Fuego y Explosivos.
Estas acciones, que realizan los soldados principalmente, aunque auxiliados por policías estatales y judiciales federales, fueron rechazadas por 12 representantes de las comunidades de Los Altos de Chiapas mediante una carta que enviaron este día a la Comisión Nacional de Intermediación (Conai), a organismos de derechos humanos y a los medios de comunicación nacionales e internacionales.
Al hacer un recuento desde finales de diciembre de la intensa movilización militar y policiaca en esta región, dan cuenta de la presencia militar en 10 comunidades de los municipios de San Andrés, El Bosque, Chenalhó y Pantelhó, ``apoyados con helicópteros artillados y aviones de guerra que sobrevuelan rasantes las comunidades''.
Señalan, como ejemplo, que el pasado 5 de enero las tropas militares llegaron en 24 carros a las comunidades de Nijoj, Belisario Domínguez, San José Fiu, Revolución y Aldama del municipio de Chenalhó, y al bajar de los vehículos ``se formaron en posición de ataque, rodeando y tomando las comunidades por asalto, ocupando veredas y montes, hostigando y amenazando con fusiles y ametralladoras a los campesinos indígenas''.
Aseguran que ese mismo día efectuaron vuelos ``rasantes'' en los municipios de San Andrés, San Juan de la Libertad (antes El Bosque), Chenalhó y Pantelhó.
Sostienen que todo esto es una clara provocación y una amenaza contra el EZLN y sus bases de apoyo.
Comunicado del Comité Clandestino
Revolucionario Indígena-Comandancia
General del Ejército Zapatista
de Liberación Nacional.
México, 5 de enero de 1998.
Al pueblo de México,
A los pueblos y gobiernos del mundo,
A la prensa nacional e internacional.
Hermanos:
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional dice su palabra:
Primero. Después de haber ordenado el asesinato masivo de 45 indígenas en la comunidad tzotzil de Acteal, el gobierno mexicano ha decidido romper el diálogo con el EZLN y, violando la Ley Federal para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas (11 de marzo de 1995), desde el día primero de enero de 1998 inició la persecución de miembros y simpatizantes del EZLN.
Segundo. Cumpliendo órdenes de su jefe supremo (Ernesto Zedillo Ponce de León), el Ejército federal lleva a cabo una ofensiva en contra del EZLN con el fin de provocar choques armados.
Con el pretexto de ``coadyuvar'' a las labores de la PGR en la investigación del crimen de Acteal, y el de la aplicación de la Ley Federal de Armas y Explosivos, los militares del gobierno realizan incursiones a cientos de kilómetros de la escena del crimen, agrediendo a comunidades zapatistas. Los siguientes son algunos ejemplos de estas agresiones gubernamentales.
a) El día primero de enero de 1998 el Ejército gubernamental atacó la comunidad tzeltal de Yaltchilpic, en el municipio de Altamirano, donde destruyó y robó pertenencias de los indígenas del poblado, y ``sembró'' un supuesto arsenal. A decir de las autoridades, este ``arsenal'' pertenecía al EZLN. No es así.
b) El mismo día primero de enero de 1998, en la comunidad tzeltal de San Caralampio, en el municipio de Ocosingo, tropas federales detuvieron al responsable local del EZLN en ese ejido, señor Manuel Morales Cruz, acusado de tener una pistola.
c) Como fue comunicado oportunamente por el comandante David en nombre del CCRI-CG del EZLN, el día 3 de enero de 1998 un agrupamiento de tropas especiales del Ejército federal mantuvo sitiada la comunidad tojolabal de La Realidad (con una maniobra militar de las llamadas ``de envolvimiento y cerco''), por espacio de 17 horas continuas. Durante el operativo el Ejército fustigó a indígenas del poblado, interrogándolos, con agresiones físicas y amenazas, sobre el paradero de la dirección zapatista, la ubicación de los campamentos insurgentes y supuestos escondites de armas. Aproximadamente a las 23 horas los militares se retiraron.
d) El mismo día 3 de enero de 1998, y mientras la Sedena negaba la ocupación de poblados, tropas federales tomaron por asalto la comunidad tzeltal de Morelia, catearon casas y amenazaron a los pobladores. A las 24 horas los federales se retiraron. Horas más tarde, cuatro pobladores del ejido Morelia fueron detenidos y torturados en el camino que va a la cabecera municipal de Altamirano. En el interrogatorio que sufrieron se les pedían datos sobre dirigentes zapatistas, sobre la ubicación de campamentos y escondites de armas. Este hecho también fue denunciado en el comunicado del comandante David y ha sido confirmado plenamente por los habitantes de Morelia.
e) El día 5 de enero de 1998, pero ahora en la comunidad tzeltal de 10 de Abril, también en el municipio de Altamirano, los militares repitieron la agresión que hicieran, días antes, contra Morelia y Yaltchilpic.
f) El día 5 de enero de 1998, mientras el gobierno mexicano negaba que hubiera una ofensiva en contra del EZLN, tropas de asalto del Ejército federal trataron de tomar el poblado tzotzil de Aldama, en el municipio de San Andrés Sacamchén de los Pobres. En horas de la mañana, desplegados en la formación que llaman ``en V'' (usada para hacer contacto con el adversario), y con el apoyo de ametralladoras ligeras y helicópteros artillados, los federales avanzaron hasta las inmediaciones del poblado, en donde fueron rechazados por los habitantes, indígenas civiles todos ellos. Los militares no se retiraron sino hasta horas de la noche de este día.
Tercero. Las anteriores acciones de las tropas federales tienen las siguientes características comunes:
a) Son contra poblados declarados zapatistas y contra posiciones donde se supone hay tropas insurgentes del EZLN. En Yaltchilpic, San Caralampio, 10 de Abril y Aldama viven bases de apoyo del EZLN. La militancia zapatista de comunidades como La Realidad y Morelia es conocida a nivel mundial, pues fueron dos de las cinco sedes del primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo.
b) Las unidades militares federales son conducidas al punto de ataque por militantes priístas, miembros de las distintas bandas paramilitares chiapanecas. La participación de civiles ``guías'' es una constante en estos operativos. Estos ``guías'' han sido plenamente reconocidos como militantes priístas y miembros de grupos paramilitares en los casos de Yaltchilpic, Morelia y Aldama. En los casos de La Realidad y 10 de Abril se detectó la presencia, en las filas federales, de civiles encapuchados que encabezaban las columnas de ataque.
c) Las unidades federales que avanzan buscando el choque son pequeñas (de 60 a 90 elementos), pero cuentan con apoyo aéreo y con grandes contingentes terrestres en las cercanías. En el caso de La Realidad, hasta mil soldados esperaban (mientras se realizaba el sitio de la comunidad el día 3 de enero), en la pista del antiguo Guadalupe Tepeyac, el transporte aéreo para apoyar en caso de que se produjera el choque buscado.
Cuarto. Con todo lo anterior queda claro que la campaña de ``desarme indiscriminado'' llevada a cabo por el Ejército federal es sólo una maniobra de su jefe supremo, Ernesto Zedillo Ponce de León, para distraer a la opinión pública de la masacre de Acteal, provocar al EZLN y reiniciar los enfrentamientos armados.
Quinto. Si se hace caso a los informes de la séptima Región Militar del Ejército federal, las tropas gubernamentales sólo se han dedicado, por un lado, a cortarle el pelo y darles pláticas de educación sexual a las bandas paramilitares, además de arreglar electrodomésticos (que abundan en las comunidades indígenas), mientras que por el otro se empeñan en atacar a los zapatistas.
Sexto. En el caso de la masacre de Acteal, el Ejército federal no ha hecho sino coadyuvar con el encubrimiento de los responsables directos de la matanza, quienes se pasean impunemente por el municipio de Chenalhó, sabiendo que sus ``maestros'' (los federales) los protegen.
Séptimo. Para tratar de contrarrestar la extraordinaria y profesional labor de los medios de información (que, en su gran mayoría, han informado con veracidad y oportunidad de lo que ocurre en Chiapas), el gobierno federal está recurriendo a dosificar sus golpes en tiempo y espacio. Distribuye en el terreno sus ataques y escoge objetivos distantes de los centros de información, y sus incursiones son de poco tiempo (de modo que, cuando lleguen los medios informativos, ``todo esté en calma''), refiriéndose a las informaciones y denuncias en contra de sus acciones ilegales como ``rumores irresponsables''. El gobierno trata de minar la credibilidad de organizaciones defensoras de los derechos humanos, de la Conai, de la diócesis de San Cristóbal, del EZLN y de los trabajadores de los medios de comunicación. El caso del sitio del 3 de enero en contra de la comunidad de La Realidad es un ejemplo ilustrativo.
Octavo. En medio de esta ofensiva, el señor Ernesto Zedillo Ponce de León decide sacrificar a Emilio Chuayffet y lo remueve de su puesto de secretario de Gobernación para acallar las protestas nacionales e internacionales por la matanza de Acteal. Con evidente destinatario internacional, Zedillo cambia de nombre pero no de estrategia en el caso de Chiapas.
Noveno. El nuevo secretario de Gobernación confirmó, desde su toma de posesión, la ruptura del diálogo y la decisión gubernamental de pasar por encima de la ley al declarar su intención de desarmar al EZLN.
Décimo. La estrategia gubernamental para evitar su responsabilidad en la matanza de Acteal sigue siendo la misma. Para el actual secretario de Gobernación, la peor masacre de los últimos 30 años del México moderno es sólo ``el decimoquinto hecho violento en Chenalhó''; fue provocado ``por conflictos que existen en la zona'' y es parte de ``una guerra entre pobres''.
Undécimo. La decisión del gobierno de no cumplir los acuerdos firmados por sus representantes en la mesa de San Andrés fue ratificada por el secretario de Gobernación, que ahora habla de ``propósitos'' y no de acuerdos, que el cumplimiento de San Andrés puede llevar a la balcanización del país y que el problema de su cumplimiento es sólo de redacción jurídica.
Tres declaraciones contradictorias que se resumen en una: Zedillo no cumplirá lo que firmó.
Duodécimo. En todas sus intervenciones públicas el secretario de Gobernación justifica la violación de la ley para el diálogo que perpetran las fuerzas federales, diciendo que son ``fundamentales'' para encontrar a los responsables de la masacre de Chenalhó. Sin embargo, no explica por qué los principales operativos del Ejército son contra el EZLN y con apoyo de los paramilitares que se dice perseguir. Además, el señor secretario de Gobernación se hace eco de las intenciones del señor Zedillo de desarmar a ``todos los grupos, sin importar su signo'', incluyendo al EZLN.
Décimo tercero. El EZLN no se desarmará.
Décimo cuarto. Hasta ahora, el EZLN ha maniobrado para evitar chocar con las tropas federales, pero la persecución en contra nuestra persiste, por lo que de un momento a otro pueden darse enfrentamientos armados entre nuestras fuerzas y las del gobierno.
Décimo quinto. Llamamos a todas las organizaciones políticas y sociales independientes y a los ciudadanos y ciudadanas en México y en todo el mundo para que se movilicen conjuntamente y detengan la guerra que el gobierno mexicano hace contra los indígenas. El próximo 12 de enero habrá una movilización mundial para exigirle al gobierno de Zedillo el cese de la guerra y el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés.
Asimismo, llamamos a los trabajadores de los medios de comunicación a que sigan adelante con su labor profesional, informando con veracidad y oportunidad a la opinión pública nacional e internacional.
¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia!
Desde las montañas del sureste mexicano.
Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.