La Jornada 8 de enero de 1998

El nuevo gobernador, dispuesto a buscar diálogo con Marcos

Angeles Mariscal, corresponsal, y Juan Manuel Venegas, enviado, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 7 de enero Ť En su primera conferencia como gobernador sustituto de esta entidad, Roberto Albores Guillén se comprometió a buscar ``con absoluto respeto'' una reunión con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), e incluso dijo que está dispuesto a ``ir a la selva a buscar al subcomandante Marcos''.

Definió al EZLN como ``una insurgencia popular, a la que se le tiene que dar un tratamiento especial'', y advirtió que no permitirá desvíos en las negociaciones, ``porque no se vale que otros grupos utilicen a la guerrilla para desquiciar la tranquilidad estatal''.

Albores Guillén fue designado hoy como gobernador sustituto de Chiapas para cumplir el periodo 1994-2000, y si en su discurso de toma de posesión no hizo una sola mención al EZLN, en la conferencia de prensa que ofreció por la noche en el palacio de gobierno fue insistente y tajante al remarcar su interés de contribuir al diálogo y a la pacificación de la entidad. En ese sentido, aseveró que durante su gestión actuará ``como un modesto interlocutor, válido como titular del Ejecutivo, con la firme intención de abonar todo lo que esté de mi parte para lograr la paz en Chiapas''.

Antes, durante su discurso de toma de posesión, estableció el compromiso de que durante su gestión coadyuvará en las investigaciones para el esclarecimiento de los hechos de Acteal y por el castigo a quienes resulten responsables. ``Llego a un estado en condiciones difíciles y complejas. Actos criminales han segado la vida de mujeres, niños y hombres indígenas; actos vandálicos y de barbarie han vulnerado elementales condiciones de convivencia humana y han trastocado una vez más los esfuerzos para reconstruir el tejido social y el proceso de negociación para lograr una paz digna y productiva, pero vamos a poner todo nuestro esfuerzo para castigar a los culpables, sin importar condición económica, política, social o religiosa''.

Al referirse al levantamiento armado de enero de 1994, reconoció que éste tuvo ``origen en la desigualdad social, en el colonialismo interno y en la explotación de los indígenas. Nadie arriesga la vida en acción consciente y colectiva, de no ser por estas causas: seres humanos sin perspectiva y sin destino; horizontes cancelados y esperanzas truncadas. Los verdaderos agitadores son la desesperanza y la miseria, la falta de oportunidades y de respeto a la dignidad humana''.

Unas horas antes de que Albores Guillén llegara ante la Legislatura local para rendir la protesta, se conoció la solicitud de licencia por tiempo indefinido que para abandonar el cargo envió Julio César Ruiz Ferro.

Antes de constituirse como Colegio Electoral y designar por votación a quien ocuparía el cargo de gobernador sustituto para completar el periodo 1994-2000, los diputados panistas de la 59 Legislatura tomaron la palabra para demandar que a Ruiz Ferro y a su gabinete se les finquen responsabilidades política y penales.

Cuestionaron también el que antes de ser llamados a la sesión extraordinaria la noticia sobre la licencia de Ruiz Ferro y la designación de Albores Guillén se hubiera anunciado en la ciudad de México, ``lo que quiere decir que en Chiapas se da una nueva imposición (...) se va un gobernador de segunda y nos mandan a otro desde el centro para nuevamente obedecer (a los mandatarios federales)''.

Posteriormente, 37 diputados (de un total de 40) emitieron su votación para nombrar al sustituto de Ruiz Ferro, designando a Roberto Albores Guillén con los 26 sufragios de la bancada priísta, contándose también cinco votos a favor de Cesáreo Hernández Sánchez, cuatro abstenciones y dos sufragios nulos.

Roberto Albores --ex diputado federal por el Revolucionario Institucional y ex integrante de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa)--, luego de rendir la protesta como gobernador sustituto, argumentó: ``vengo a jugármela por Chiapas''.

En alusión a los desplazados por los hechos de violencia provocados por los grupos armados, manifestó: ``hay chiapanecos que han esperado y han acampado en las montañas y en las cañadas. Remontados, aguardan la solución de antiguas y conocidas carencias (...) quisiera ser un factor de unidad y solución y me propongo no serlo nunca de discordia o confrontación''.