DE NUEVO, CIUDAD DE LOS PALACIOS
José Galán Ť Los vendedores ambulantes que durante mes y medio se apoderaron prácticamente del Centro Histórico se fueron porque quisieron, no porque se lo ordenaron las autoridades, ``ya que se acabó la venta, se fueron los clientes, se acabó la época navideña''. Y así, el Distrito Federal ``pasó de la ciudad de los toreros a la ciudad de los palacios''.
Luego de que miles de comerciantes desaparecieron de las aceras del centro, junto con los clientes al término de la temporada navideña, la situación regresó a la normalidad. Así, pusieron fin a su presencia debido más que nada al final de la temporada comercial que implica la Navidad, con su caudal de potenciales compradores.
Como se recordará, las autoridades del gobierno central a través de Saúl Escobar, así como los delegados y subdelegados de las diferentes demarcaciones, habían advertido en distintas ocasiones que debían respetar los acuerdos de la temporada navideña, so pena del decomiso de mercancía e incluso se garantizaría con el uso de la fuerza pública.
Para los vendedores significó el repliegue a sus plazas y lugares tradicionales, mientras que una gran cantidad de toreros e incluso tianguistas, como Leandro Espinoza Rojas, que en Corregidora estuvo dedicado a la venta de juguetes pirata de la serie televisiva Dragon Ball --de los más solicitados en Reyes-- volvieran a sus trabajos permanentes e incluso a la escuela.
``Yo sólo me dedico a la venta en esta época. Pero tengo mi trabajo estable y permanente como tornero en un taller. Recibo sueldo y prestaciones, pero así saco el acompletador. Sólo pago mi cuota a Silvia Sánchez Rico y ya'', dijo.
Para Francisco Sánchez Encalada, ``ni falta hace que me digan que me mueva. Ya me voy. Aquí ahorita no hay nada qué hacer, me voy a chambear a otro lado. Hasta fin de año, aquí nos vemos'', dijo mientras se perdía por la entrada del Metro Allende.
De esta forma, disminuyó el tráfico vehicular y los transeúntes pudieron caminar libremente de nuevo por las aceras después de 30 días de invasión de miles de seguidores de Alejandra Barrios, Benita Chavarría y de manera especial de Silvia Sánchez Rico, sobrina de la finada Guillermina Rico.