La Jornada 10 de enero de 1998

AN y PRD: la paz, prioritaria sobre la reforma del Estado

Jesusa Cervantes Ť La dirigencia nacional del PAN señaló ayer que mientras no haya paz en Chiapas no se podrá concretar la reforma del Estado que todo el país requiere, y advirtió de una posible guerra civil en caso de continuar los hechos violentos en aquel estado.

Sobre el descubrimiento de presunta documentación del EZLN, donde se involucra al obispo Samuel Ruiz, el presidente nacional panista Felipe Calderón declinó hacer comentarios e incluso ofreció de manera indirecta su apoyo al religioso para que continúe como interlocutor válido en el conflicto.

``No conozco esa información, voy a constatar en qué consiste antes de dar una opinión; me parece de cualquier manera que es un punto de vista importante. La diócesis, a querer o no, ha tenido un rol muy activo en este problema y, desde este punto de vista, quienes la encabezan desde luego tienen en su manos gran parte de la solución que pueda generarse y que todavía no se ha generado'', expuso.

Irresponsabilidad de Ruiz Ferro

En cuanto a las declaraciones que el ex gobernador Julio César Ruiz Ferro hizo ante el Ministerio Público, donde aseguró que no tuvo conocimiento de la masacre de Acteal sino hasta un día después, Calderón dijo que son ``comprometedoras'' y que denotan una irresponsabilidad. ``Por supuesto que resulta inverosímil que nada haya sabido de lo que ocurría en Acteal, pero aun siendo cierto, si nada sabía hasta 24 horas después de lo ocurrido, pues es igualmente una irresponsabilidad del ex gobernador''.

Después de reunirse durante más de cinco horas, la dirigencia nacional del PAN y sus consejeros advirtieron que ``el uso abusivo de la fuerza por parte de quienes pueden y deben emplearla legítimamente (gobierno y Ejército), ha conducido a la virtual desaparición de toda referencia a la ley y a que ninguna de las partes en pugna utilice el término de conciliación''. Finalmente, Calderón Hinojosa se manifestó por un desarme de todos los grupos en Chiapas.


Daniela Pastrana Ť Con un llamado a ``todas las instancias que tienen que ver con la pacificación en Chiapas'' a intensificar los esfuerzos para reivindicar los derechos humanos de los indígenas y acabar con el clima de violencia en la entidad, cerca de 200 panistas del Distrito Federal realizaron ayer un mitin frente a la Secretaría de Gobernación.

Encabezados por el líder local del blanquiazul, Gonzalo Altamirano Dimas, y el coordinador de la fracción parlamentaria en la Asamblea Legislativa, Miguel Hernández Labastida, diputados locales, dirigentes y militantes exigieron soluciones de fondo al conflicto chiapaneco y guardaron un minuto de silencio por los muertos en la masacre de Acteal.

``No es posible que a tantos años de que se han planteado estos problemas todavía se siga manifestando la violencia, el odio, el resentimiento entre hermanos. No es posible que las autoridades federales hayan propiciado ese vacío en el diálogo que ha estado estancado desde hace muchos meses'', dijo Altamirano.

En un breve discurso, el líder panista convocó a las autoridades federales y locales, al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a los partidos políticos y a las organizaciones sociales a realizar su mejor esfuerzo en apoyo de ``aquellos que han permanecido en la marginación ancestralmente y que han vivido ante la incapacidad de los gobiernos''.

Destacó que en Chiapas se han ``derramado millonarios recursos'', que durante años se han desviado en políticas corporativistas y clientelares que ``han sumido en la miseria'' a los indígenas de esa entidad.

En un mensaje ``a quienes dicen que Acción Nacional no tiene voz y no ha preocupado por el problema'', Altamirano Dimas pidió que se revise la actuación de los legisladores de su partido frente desde el inicio del conflicto, y la propia actuación del blanquiazul en diferentes momentos de la historia para condenar ``en su momento'' violencia, masacres y acribillamientos.

``Solamente nos diferenciamos de otras opciones políticas de que nosostros lo hemos hecho con una verdadera convicción'', aseguró Altamirano.

Al condenar las expresiones del gobernador interino en Chiapas, Roberto Albores Guillén, en relación con una victoria del PRI en el próximo proceso electoral, el panista demandó al gobernador ``que se quite la casaca facciosa de su partido y se ponga la casaca democrática de todos los chiapanecos''.

El PAN, dijo, apoyará todos los esfuerzos de la Secretaría de Gobernación para lograr la paz en la entidad, pero estará vigilante ``de ninguna manera se tuerzan para seguir viviendo las políticas ancestrales y facciosas''.

En entrevista, Altamirano Dimas apuntó que las manifestaciones de solidaridad con la situación que prevalece en Chiapas son una responsabilidad y obligación de todos los partidos políticos.

``Nosotros habíamos hecho una crítica al jefe de gobierno, pero no al PRD, y es obligado que todos los partidos lo hagan'', dijo el panista.

Por su parte, Miguel Hernández Labastida señaló que además del cumplimiento de los acuerdos de San Andrés Larráinzar, es urgente la atención a los grupos de desplazados y el establecimiento de una plataforma de acciones para ganar la confianza de los grupos.

El coordinador de la bancada panista en la ALDF consideró positiva la propuesta de iniciar una campaña de desarme en el estado, ``en la inteligencia de que no incluye al EZLN'', que ya tiene un margen de operación bien definido.

Después de una hora de protesta, en la que sólo bloquearon un carril de Bucareli, los panistas se retiraron con el anuncio de que a partir de las 10:30 de hoy se instalará un centro de acopio de ayuda para las comunidades de desplazados en las oficinas del CEN ubicadas en avenida Coyoacán.