Cobra Santander $264 millones por un servicio que no otorga: vendedores
José Galán /II Ť El Banco Santander Mexicano debe explicar a los comerciantes establecidos de la Central de Abasto el destino de 264 millones de pesos que cobra cada mes como pago por mantenimiento de esa distribuidora.
La suma, producto del pago de 800 pesos en promedio que por mantenimiento
de la Central de Abasto.
La suma, producto del pago de 800 pesos en promedio que por mantenimiento realizan 2 mil bodegas y mil 300 locales comerciales, aproximadamente, no incluye el monto que aportan el mercado anexo de flores y hortalizas, los concesionarios de estacionamientos, los servicios de sanitarios, de anuncios espectaculares y otros, total que podría llegar a cerca de 400 millones de pesos mensuales, de los cuales no se han rendido cuentas a los miembros del Fideicomiso para la Construcción y Operación de la Central de Abasto del Distrito Federal en por lo menos 15 años.
Los miembros de la Unión de Comerciantes en Frutas, Legumbres, Abarrotes y Locales Comerciales de la Central de Abasto de la Ciudad de México, A.C., UNCOFyL, solicitaron la realización de una auditoría a la administración de la fiduciaria, así como a la dirección de la central que encabezó Guillermo Tarrats Gavidia, sustituido en diciembre pasado por Gabriel Mendoza Manzo, nombrado en el cargo por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Pero consideraron que dicha auditoría la debe hacer un despacho con prestigio mundial, para evitar que despachos locales caigan en un juego de intereses económicos y políticos con las autoridades y antiguos funcionarios vinculados con la Central de Abasto.
La revisión, dijo Juan Ignacio Cruz Montes de Oca, vicepresidente de Frutas y Legumbres de la UNCOFyL, debe incluir el otorgamiento de locales, concesiones y bodegas, porque, añadió, ``brincarán nombres que a todos sorprenderán''.
Por ello, reveló que la unión a la que pertenece está considerando seriamente la posibilidad de exigir la contratación del despacho internacional de contadores Price Waterhouse para realizar una auditoría a fondo sobre el dinero que ingresa a la fiduciaria, y del que en 15 años ``no hemos visto una sola hoja de balance, un informe de resultados ni los estados contables''.
Y reveló que por una bodega --``crujía'', en el lenguaje del lugar-- de 72 metros ``pagamos 800 pesos mensuales por mantenimiento, que no se ve por ningún lado. Al contrario, cada día tenemos más problemas de basura, de infraestructura, de modernización''.
Incluso, expuso que esa es la cantidad que deben pagar, so pena de recargos, multas y sanciones que pueden llegar hasta el cierre de bodegas o locales comerciales, siendo que ``a nosotros nunca se nos ha entregado un estado de cuenta de los dineros del fideicomiso en manos de la fiduciaria''.
Además de la falta de mantenimiento, los comerciantes organizados se lamentan por la proliferación de ambulantes, de transportistas sin permisos específicos y de taxistas, además de grupos de pepenadores, y afirman que hasta el momento ni el comité técnico mixto, la fiduciaria del Banco Santander Mexicano o la adminisración de la Central de Abasto han hecho algo al respecto.
``En la Central de Abasto se vive un desorden que se agrava por la situación de corrupción y la presión de grupos políticos, que obligan a modificar seriamente las obligaciones que impone el fideicomiso'', afirmó por su parte Manuel Pavón Aparicio, asesor legal de la UNCOFyL.
Sin que la fiduciaria, el comité técnico mixto o la dirección hagan nada, ``viene por ejemplo Alejandra Barrios, la líder de ambulantes, acompañada de diputados locales, para presionar y que su gente aquí se instale. ¡Es el colmo!''.
Y añadió que el Banco Santander Mexicano, como fiduciaria del fideicomiso, no sólo permite que el verdadero dueño de sus 240 hectáreas, 2 mil bodegas y mil 300 locales comerciales sea una institución extranjera --Banco Santander Mexicano es de capital mayoritario español--, sino que también ha faltado a su papel de vigilante de los compromisos contraídos desde hace 17 años por todas las partes. Y exigió, además, a la Secretaría de Relaciones Exteriores que someta a revisión los permisos otorgados para la constitución del fideicomiso a la luz de las modificaciones accionarias en la constitución legal de la fiduciaria.
``No sólo queremos saber a dónde ha ido a dar nuestro dinero, el pago que damos cada mes a la fiduciaria, sino también una revisión a fondo de la situación actual'', exigió Pavón Aparicio.