La Jornada 10 de enero de 1998

Fallece un concejal vasco al estallar un artefacto en su auto

Afp, Dpa y Reuter, Zarauz, España, 9 de enero Ť El concejal conservador vasco José Ignacio Irureta Goiena, de 35 años de edad, murió este viernes luego de que estalló una bomba bajo su automóvil en un atentado perpetrado presuntamente por ETA, en esta localidad vasca.

Decenas de miles de personas se manifestaron en distintas ciudades vascas y españolas en repudio al asesinato del concejal, lo que incluyó una movilización po- pular que reunió a unas 10 mil participantes en la población de Zarauz, cercana a San Sebastián.

El presidente del gobierno español, José María Aznar, aseguró que este nuevo asesinato no cambiará la política de su gobierno de no transigir con las demandas de ETA.

El mandatario afirmó: ``Aguantaremos, triunfaremos y venceremos'' al terrorismo, ``porque la razón y la justicia están de nuestro lado y los autores de estos asesinatos pagarán'' sus crímenes.

En los últimos meses ETA ha amenazado de muerte a varios concejales vascos del gobernante Partido Popular del presidente Aznar.

El año pasado el grupo armado asesinó a dos concejales vascos de dicha formación política que, según dice el grupo armado independentista en sus amenazas, se han propuesto destruir la lucha de los vascos por su autonomía.

El mismo Aznar sobrevivió a una bomba colocada en su automóvil en 1995, cuando todavía era el jefe de la oposición política.

Irureta Goiena es la primera víctima de ETA en 1998.

El concejal murió en el hospital luego de perder un brazo y una pierna en la explosión de su automóvil en el que ya había circulado un kilómetro por las calles de Zarauz hacia su empleo.

Las autoridades indicaron que la explosión ocurrió frente a una escuela, pero que no hubo víctimas allí.

El atentado avivó una polémica en torno a la protección de concejales vascos del Partido Popular amenazados por ETA.

El delegado del gobierno en el País Vasco, Enrique Villar, señaló que aunque la culpabilidad por el asesinato de hoy es exclusivamente del grupo armado, subrayó la responsabilidad de la policía autónoma vasca (Erzaintza), ``porque se encarga de la seguridad ciudadana'' y por lo tanto debería proteger a los concejales conservadores en el País Vasco.

Fuentes del partido en el gobierno federal señalaron que Irureta disponía de una escolta cuando lo solicitaba, pero no pudieron precisar si llevaba guardaespaldas en el momento del atentado.

El presidente del Partido Popular vasco, Carlos Iturgaiz, pidió el jueves pasado a la Erzaintza reforzar la protección de los funcionarios de su partido, después de que la tienda de un concejal conservador fue incendiada.

Por la noche de hoy, unas 10 mil personas, más de mitad de la población total de Zarauz, realizaron una manifestación silenciosa para condenar la muerte Irureta Goiena.

Quienes encabezaban esta marcha llevaban una gran pancarta en la que se leía: ``¡Basta ya!, necesitamos la paz!''.

En Valencia, Madrid y Zaragoza se llevaron a cabo movilizaciones similares que reunieron a varios miles de personas.

Aznar, acompañado siete ministros de su gabinete, visitó esta noche la capilla ardiente de Irureta y dio las condolencias a los familiares del asesinado concejal.

Horas antes, al conocerse la noticia del atentado, el mandatario español condenó desde la ciudad de Logroño, en la región de Rioja, el asesinato de su compañero de partido y llamó a la unidad de todos los sectores democráticos del país para combatir al terrorismo.

Aznar llamó a la población a realizar una suerte de ``regeneración moral'' pues, aseguró, ``no podemos acostumbrarnos a vivir con el terrorismo, ni considerar inevitable que el chantaje y la muerte sean los protagonistas de la vida política'' en el País Vasco.

Agregó que atentados en los que han muerto ya cuatro concejales vascos, dos de ellos el año pasado, ``nos arrebatan el pulso de algunos compañeros, nos quitan la compañía de algunos demócratas, pero no pueden arrebatarnos los ideales''.

Por su parte, el ministro del Interior español, Jaime Mayor Oreja se comprometió a que ``antes o después, la ley caerá implacablemente sobre los asesinos''.

Mientras, el secretario general del Partido Socialista Obrero Español, Joaquín Almunia, aseguró que la intención de los atentados de ETA es ``doblegar al gobierno democrático de España''.