La Jornada 11 de enero de 1998

En la Central de Abasto, acuerdos a trasmano, acusan comerciantes

José Galán/III y último Ť Ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, comerciantes organizados de la Central de Abasto demandan al Banco Santander Mexicano, S.A., en su calidad de fiduciario del fideicomiso de la central, las razones de la entrega de fondos sin autorización del comité técnico a diversas direcciones administrativas, y la suscripción de diversos convenios a espaldas de los miembros originales del fideicomiso.

Ambas reclamaciones, presentadas ante la comisión mediante los oficios D-16512, del 30 de junio de 1977, y D-16746 del 15 de agosto de 1977, fueron presentadas por Juan Ignacio Cruz Montes de Oca, entonces presidente de la Unión de Comerciantes de Frutas, Legumbres, Abarrotes y Locales Comerciales de la Central de Abasto de la Ciudad de México, A.C., UNCOFyL, y Manuel Pavón Aparicio, ambos propietarios de certificados fiduciarios, ante la junta de conciliación de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

La primera reclamación exige a la fiduciaria del Fideicomiso para la Construcción y Operación de la Central de Abasto de la Ciudad de México, el Banco Santander Mexicano, conocer los detalles de la entrega de fondos en 1992 al director y administrador del fideicomiso de la central, Marco Aurelio Solís Manjarrez, sin autorización el Comité Técnico, así como la entrega de fondos del 16 de junio al 12 de noviembre de dicho año Javier Culebro Siles, quien hasta entonces fungió como director ejecutivo de la central.

Y, sobre todo, por qué el fiduciario dio validez al comunicado que el 19 de noviembre de 1984 envió el entonces regente Ramón Aguirre Velázquez a Jorge Piña Medina, director ejecutivo fiduciario de Banco Mexicano Somex, S.N.C., que le instruye sobre la entrega de recursos procedentes de la Central de Abasto al propio DDF, sin conocimiento de comité técnico, instrucción que prevalece hasta ahora, después de pasar por Manuel Camacho Solís, Manuel Aguilera Gómez y Oscar Espinosa Villarreal como jefes del DDF.

La segunda reclamación exige conocer de Banco Santander Mexicano las razones por las que su empleado Raúl Lemus Carrillo, a nombre de la institución financiera, firmó el 5 de diciembre de 1995 un convenio para el desarrollo del proyecto denominado Conjunto Comercial y de Servicios Abasto con la dirección de la propia central, a cargo en ese entonces de Rafael Muñoz Fraga, y con la empresa Rejimen S.A. de C.V., representada por los arquitectos Héctor Alonso Rebaque y Jorge Jiménez Campos, como apoderados.

``La Fiduciaria Banco Santander Mexicano debe expresar si el poder otorgado a Rafael Muñoz Fraga tuvo como antecedente una instrucción del comité técnico del Fideicomiso'', expresa el punto II de la reclamación.

La Subdirección de Conciliación y Arbitraje de la Dirección General de Atención a Usuarios del Sistema Financiero de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores celebró una junta de aveniencia entre las partes el 28 de noviembre de 1997.

Allí, y ante el rechazo de la representación legal de la parte reclamada, es decir, de la fiduciaria, lo que evitó la conciliación de los intereses en conflicto, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores dejó en libertad a las partes para hacer valer sus derechos ante las autoridades competentes. Es decir, la posibilidad de recurrir a los juzgados. ``Pues aquí estamos. Y la fiduciaria aduce que nuestras demandas son improcedentes. Pero nos asiste el derecho; el fideicomiso ha sido desvirtuado por su administradora, es decir, la propia fiduciaria, y ahora que sabemos que está en manos de extranjeros, vemos que la Central de Abasto no tiene posibilidad de resolver su problemática'', dijo Manuel Pavón Aparicio.

Y finalizó: esto es de suma gravedad para los cerca de 12 mil comerciantes que aquí trabajamos. Apelamos a la prudencia de Cárdenas para que se haga una revisión a fondo. Sólo con su voluntad como jefe de gobierno se podrá resolver el diferendo.