PRIMERA GIRA OFICIAL
Raúl Llanos Samaniego Ť Primero fue, para Cuauhtémoc Cárdenas, la ``purificación prehispánica'' y la designación como ``tlatoani permanente'' en el Cerro de la Estrella; después la crítica, la exigencia del barrio de ``medidas reales y verdaderas'' que terminen con la delincuencia que azota a los miles de habitantes de Iztapalapa.
Así fue la primera gira de trabajo del jefe del gobierno capitalino, de contrastes, en una demarcación caracterizada por tener la mayor población del DF, y los más altos niveles de inseguridad, de pobreza y hacinamiento.
Y a pesar de que acudió con los principales responsables de garantizar seguridad a los capitalinos --el procurador Samuel del Villar y el secretario de Seguridad Pública, Rodolfo Debernardi--, de que presentó acciones de colaboración con la ciudadanía para el ataque frontal al hampa organizada, y de anunciarse las ``Jornadas por la Seguridad'', no fue suficiente para los iztapalapenses.
Del Villar y Debernardi anunciaron que habrá más patrullajes en vialidades importantes, que se combatirá la corrupción y la dilación en la impartición de justicia, que se descentralizarán funciones de la PGJDF, que se sumarán los vecinos al programa de policía de barrio, y Cárdenas cerró la estrategia al mencionar que la autoridad, en conjunción con la sociedad, le ``ganaremos nuestra ciudad a la delincuencia'' y ``habrá resultados importantes en el corto plazo''.
Más adelante, Cárdenas aseguró que se ha avanzado en la depuración de los cuerpos de seguridad y en el incremento de policías en las delegaciones, así como en tener nuevos sistemas de vigilancia en las colonias más conflictivas.
Además, indicó que se inició una tarea de indagar para conocer cómo y dónde opera la delincuencia y combatirla mejor, todo lo que ha permitido, dijo, frustrar asaltos, desmembrar bandas y detener a sujetos peligrosos.
Consideró que atenuar los índices delictivos ``será una tarea que llevará tiempo'', por lo que se reforzará la participación ciudadana en las acciones de vigilancia y seguridad.
Sin embargo, los ciudadanos protestaron, interrumpieron en dos ocasiones a Samuel del Villar en su discurso; obligaron a Cárdenas a asumir un papel de conciliador; rompieron las vallas de seguridad; reclamaron ``hechos, no promesas''; extendieron algunas pancartas de protesta, y entre golpes y empujones entregaron decenas de cartas con exigencias a Cárdenas. No querían más intermediarios.
Prendió el Fuego Nuevo
El primer recorrido del jefe del gobierno capitalino, luego de asumir sus funciones el pasado 5 de diciembre, inició en el Cerro de la Estrella, con la inauguración del Museo Fuego Nuevo, cuya arquitectura representa una ``pirámide interactiva''.
Pero antes una ceremonia prehispánica, en la que predominaron las danzas, los rezos, los murmullos de si le haría ``una limpia'' o le quemarían los pies a ``Cuauhtémoc'' cuando el incensario y el copal rodearon el cuerpo del Ejecutivo local. Ritual al cual también se sometieron Debernardi y Samuel del Villar.
Los émulos de sacerdotes prehispánicos justificaban el hecho: ``Es para espantar el mal y los malos espíritus''. Después vendrían los collares, los simbolismos, iniciar el Fuego Nuevo y su unción como ``Tlatoani permanente''.
La gira continuó en el Jardín Cuitláhuac. A las 18:25 arribó Cárdenas Solórzano, y ya lo esperaba una inquieta multitud que había sido convocada desde las 17:00 horas. Mantas de apoyo, listas de asistentes, entrega de banderines, consignas ensayadas. Aquí también se cumplían viejos rituales, pero políticos.
Luego una tanda de oradores. Primero Miguel Angel Rowedder, representante de las organizaciones sociales, quien confió que ``en poco tiempo recuperaremos la confianza en nuestras instituciones''. Un primer turno a Rodolfo Debernardi, quien apeló al espíritu de colaboración de los iztapalapenses para que denuncien los delitos. Del Villar: ``la prioridad del programa de seguridad es recobrar la seguridad perdida'' y ``terminar con la corrupción en que se ha montado el hampa''.
Rosario Espinoza, delegada de la PGJDF en Iztapalapa, anunció el contenido de Las jornadas por la seguridad, entre otras acciones: taller de análisis de la seguridad pública; peregrinación y misa por la paz; vuelta ciclista por la seguridad, concierto de la Orquesta Sinfónica.
El delegado Elio Villaseñor dijo en su discurso que en el marco de esas jornadas ``queremos empezar a conocer a fondo la realidad de la inseguridad en esta demarcación, lugar donde, según cifras de la Procuraduría de Justicia, se denunciaron en 1997 cerca de 200 violaciones; más de 8 mil robos de vehículo; aproximadamente 4 mil robos no violentos, y 280 homicidios.
Cuando Del Villar iba a tomar la palabra un joven rompió la valla y tomó el micrófono para exigir medidas reales, y no más palabras ni promesas; ante la rechifla bajó del estrado. Luego el procurador empezó a citar algunas acciones en materia de seguridad pública, pero los gritos de ``Cuauhtémoc... Cuauhtémoc'' le hicieron callar, voltear a mirar al jefe de gobierno y decirle: ``Ingeniero, no puedo cumplir con sus instrucciones, el pueblo lo reclama''.