CONTRA LA VIOLENCIA EN EL PAIS VASCO
Afp, Dpa y Reuter, Zarauz, España, 10 de enero Ť Unas 20 mil personas participaron hoy en una manifestación contra la violencia, un día después del asesinato, en esta ciudad, del concejal conservador José Ignacio Irureta Goiena, presuntamente cometido por ETA.
En la ciudad vasca de Vitoria, una carta bomba, dirigida a un ex guardaespaldas del ejército español, hirió levemente a dos personas al estallar en un buzón.
Autoridades locales señalaron que el fallido atentado ``tiene la marca de ETA''.
El presidente español, José María Aznar, del conservador Partido Popular, al que pertenecían los tres concejales que ETA ha asesinado desde julio del año pasado, animó el sábado a los vascos a participar masivamente en la manifestación antiterrorista en Zarauz.
``Si el País Vasco debe ser de alguien, debe ser de los ciudadanos que están dispuestos a defender sus libertades, a defender la vida y a vivir en la democracia''.
La noche del viernes se realizó en Zarauz una primera manifestación de condena al asesinato de Irureta Goiena en la que participaron unas 10 mil personas, más de la mitad de la población de la ciudad.
La manifestación de hoy duplicó, según medios periodísticos, la participación de la de ayer.
En ella participaron todos los partidos vascos y españoles, sin incluir a la coalición Herri Batasuna, considerada brazo político de ETA, y estuvo encabezada por el presidente del gobierno regional vasco, José Antonio Ardanza.
En las ciudades de Salamanca, Sevilla Málaga, Toledo y Barcelona hubo también manifestaciones silenciosas que reunieron a varios miles de personas.
En semanas recientes, ETA ha amenazado a todos los concejales del Partido Popular en el País Vasco, a quienes acusa de tratar de ``destruir'' la lucha vasca por la autonomía.
En julio pasado fue asesinado, tras dos días de secuestro, el concejal conservador de la ciudad de Ermua Miguel Angel Blanco, y en diciembre fue ultimado el también concejal conservador de Rentería José Luis Caso Cortina.
El viernes, Irureta Goiena murió luego de que explotó una bomba colocada bajo su automóvil. El político perdió un brazo y una pierna y falleció en el hospital de un paro cardiaco.
Hoy trascendió que hacía pocos días el concejal había despedido a sus guardaespaldas, que tenían la función de verificar diariamente que en su automóvil no hubiera explosivos ocultos, debido a que le molestaban las restricciones que la escolta imponía a sus movimientos.
Sin embargo, varios responsables del Partido Popular exigieron hoy que se tomen medidas excepcionales para proteger a sus ediles en el País Vasco.
Manuel Fraga, fundador del partido, se manifestó partidario de una intervención directa del gobierno central español para garantizar la seguridad de los concejales derechistas en el País Vasco.
Sugirió también que la Guardia Civil y la policía nacional asuman la protección de los concejales, responsabilidad que actualmente corresponde a la policía autónoma vasca, la Erzaintza.
De su lado, el presidente del Partido Popular en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, quien tras conocerse la noticia del asesinato de Irureta Goiena exclamó ``¡ya basta, nos matan como gorriones!'', insistió hoy en la necesidad de adoptar medidas policiales para proteger a los 160 concejales de su organización política en las distintas ciudades vascas, porque todos estos representantes, dijo, ``son objetivos directos de los asesinos''.