De continuar el efecto dragón podrían terminar los años de bonanza en Wall Street, prevén analistas
Ap, Afp y Reuters, Washington, 10 de enero Ť De continuar las pérdidas en la bolsa de Nueva York propiciadas principalmente por el efecto dragón, que aqueja a los mercados financieros asiáticos, 1998 podría ser el año que marcaría la ruptura en la cadena de ganancias consecutivas de Wall Street desde 1996.
Los historiadores del mercado neoyorquino han observado que el resultado obtenido hacia finales de enero caracteriza el comportamiento de la bolsa a lo largo del año por lo menos nueve de cada diez veces.
``Le tomará al mercado unos cuantos días recuperarse por sí solo, pero si no se logra algo la próxima semana, seguramente tendremos un año difícil'', anticipó Richard McCabe, principal analista bursátil de la correduría Merrill Lynch.
Pese a que los bonos subieron la semana pasada e impulsaron las tasas de interés a largo plazo a bajas récord, las acciones seguían descendiendo: el índice industrial Dow Jones bajó 384.62 puntos, incluido un descenso de 222.20 puntos el viernes.
El problema reside en el sureste de Asia, donde los mercados financieros comenzaron a caerse nuevamente en días recientes después de una semana de engañosa calma que parecía ser el inicio de una recuperación.
Los inversionistas estadunidenses siguieron nerviosos este fin de semana, tras despertarse tres días consecutivos con la noticia de olas de ventas en Hong Kong, Indonesia, Singapur y Filipinas.
De hecho, destacaron las ganancias en el mercado de bonos porque se produjeron después de un informe favorable sobre el empleo, que generalmente agrava la preocupación sobre un incremento de los salarios y de la inflación.
El Departamento del Trabajo de Estados Unidos notificó el jueves pasado que los precios al mayoreo en ese país cayeron inesperadamente en diciembre, mientras que las solicitudes para obtener subsidio por desempleo aumentaron, lo que sugiere que la economía estadunidense pierde impulso.
El índice de precios al consumidor descendió 0.2 por ciento en diciembre, tras una caída idéntica en el mes anterior, en tanto que el número de personas que solicitaron por primera vez beneficios por desempleo repuntó en 20 mil, a 334 mil personas en la semana que culminó el 3 de enero.
Analistas apuntaron que la competencia de las importaciones baratas que proceden de países del sureste asiático y cuyo valor en divisas cayó como reflejo de la crisis que afecta a la región iba a ejercer gran presión sobre el precio de algunos productos en Estados Unidos, como los electrónicos.
La inesperada caída del índice de precios puede ser parte del creciente debate sobre si Estados Unidos está al borde de una etapa de descenso de los precios (deflación). El debate comenzó el fin de semana pasado, luego de que el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, discutió las posibilidades de deflación ante un grupo de economistas.
En este contexto, el gobernador de la junta de la Reserva Federal, Lawrence Meyer, pidió una política monetaria más equilibrada, en un cambio de tono que dejó ver la posibilidad de modificaciones en el manejo de las tasas de interés. El banquero sugirió que la crisis asiática ya no puede justificar la cautela del banco central.