La Jornada 12 de enero de 1998

En Cuba no hay cambio, sino reafirmación del socialismo: Castro

Afp, Ap, Reuters y Pl, La Habana, 11 de enero Ť Tras emitir su voto cerca del santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, la figura católica más venerada de Cuba, el presidente Fidel Castro defendió las elecciones parlamentarias celebradas hoy en la isla y dijo que su país no está cambiando, sino reafirmando su identidad socialista.

``Ustedes saben lo que ha significado esta revolución y sus éxitos, defendidos por un pueblo entero, y por eso es que un día como hoy acuden masivamente a las urnas'', señaló Castro ante miles de lugareños que se agolparon en las afueras del colegio electoral del poblado del Cobre, en la oriental provincia de Santiago de Cuba y a corta distancia de las montañas de la Sierra Maestra, desde donde el mandatario lanzó la revolución que en 1959 lo llevó al poder.

El líder cubano, de 71 años, señaló que había votado ``como patriota y revolucionario'', y elogió lo que llamó el ``esfuerzo y entusiasmo'' mostrado en el proceso electoral. Esto, indicó, revela la fuerza del sistema unipartidista frente a sus enemigos, especialmente Estados Unidos, que mantiene un embargo económico contra la isla desde hace casi cuatro décadas.

``Nuestros enemigos no soportan la dignidad, la independencia, el valor y el heroísmo de este país pequeño pero inmenso en conciencia'', agregó el candidato a diputado a la Asamblea Nacional en su discurso, transmitido por la cadena nacional de televisión. Insistió además en que ``entre nuestros candidatos no hay malversadores, ni explotadores'', mientras recordó que en Estados Unidos se reportan altas cifras de abstencionismo en las con- vocatorias a las urnas.

Luego pidió a la multitud que comparara los servicios de salud y educación disponibles ahora con los ``abusos, injusticias, crímenes'' que existían antes de la revolución. ``Cosa curiosa, este año no murió un sólo niño (en El Cobre) en el primer año de vida....hay que salir con lupa por el mundo a buscar otro lugar en otro país donde se pueda afirmar lo mismo''.

Más tarde, Castro habló con la prensa: ``Esta es una revolución sólida'', afirmó aludiendo a los informes de una participación electoral de más de 97 por ciento tres horas antes del cierre de urnas. Y agregó que ``el que está cambiando es el mundo, no Cuba''. En los comicios celebrados en 1993, los primeros desde el triunfo de la revolución en las que el voto fue directo y secreto, el gobierno anunció una participación de 97.6 por ciento

Los cubanos eligieron en estos comicios, celebrados sólo diez días antes de la histórica visita a la isla del papa Juan Pablo II, a 601 diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular y a mil 192 representantes a las asambleas provinciales. No todos los candidatos son miembros del gobernante Partido Comunista, pero la mayoría fueron propuestos por comisiones de candidatura especiales formadas por miembros de las organizaciones de masas progubernamentales.

El resultado oficial se dará a conocer oficialmente el lunes por la noche, mientras la nueva Asamblea quedará constituida el próximo 24 de febrero y sus diputados elegirán a los integrantes de los Consejos de Estados y de Ministros.

Aunque votar no es obligatorio en Cuba, miembros de los Comités de Defensa de la Revolución visitaron casa por casa a los vecinos en días pasados para persuadirlos a votar este domingo. Algunos diplomáticos citados por Reuters dijeron creer que el gobierno quería hacer de las elecciones una muestra de unidad nacional antes de la visita del Papa, el próximo 21 de enero.

Sobre esa visita, Castro reiteró sus respetos por el jefe de la Iglesia católica, con quien se reunió hace 14 meses, y dijo: ``mucha gente está interesada en politizar la visita. A nosotros nos honra la visita''.

Acerca de la posibilidad de que el Papa busque cambiar sus puntos de vista político, como sostuvo recientemente el presidente Bill Clinton, el líder cubano dijo no tener indicios de que trate de persuadirlo de ``que (yo) deje de ser patriota, deje de ser revolucionario, que deje de defender nuestro país y nuestra causa''. Y consideró absurdo también que se crea que él va a tratar de cambiar los puntos de vista del Papa, a quien consideró una persona ``muy inteligente, muy capaz, muy convencido de sus ideas''.

Cuando los periodistas le preguntaron sobre sus creencias religiosas, Castro, quien fue educado en colegios jesuitas, respondió: ``¿Son ustedes sacerdotes, confesores? Estas son cosas mías, íntimas, y no acepto que me hagan hacer ese tipo de confesión pública''.

``Si dices no creo lastimas al que cree. Si dices creo lastimas a los que no creen. En cierta forma te conviertes en un predicador. No soy predicador. Creo en el hombre, en la bondad del hombre'', expresó.

El gobierno comunista cubano fue oficialmente ateo desde 1962 hasta 1992, cuando se proclamó laico, mientras que en los últimos años mejoraron sus relaciones con la Iglesia católica local.