Los trastornos del sueño
Patricia Vega Ť Tenemos en el cerebro un reloj biológico, una especie de marcapasos que, normalmente al estar sincronizado con el horario solar, nos indica cuando es el momento de irnos a descansar. Así que si usted es de las personas que durante las noches puede dormir como un lirón, ¡felicidades!, porque hay muchas otras que, al no poder conciliar el sueño, se pasan la noche en vela o duermen mal.
Se estima que las dos terceras partes de la población del país -desde jóvenes hasta la edad adulta- tienen a lo largo de su vida cuando menos un episodio de insomnio que muchas veces se transforma en un padecimiento agudo, el cual termina por convertirse en un mal crónico que, desafortunadamente, en la mayoría de los casos no es tratado de manera adecuada.
Uno de los problemas básicos es que la población afectada no está consciente de que hay trastornos -alteraciones patológicas- del dormir ni especialistas y laboratorios en los que se estudian las llamadas ``patologías del sueño''.
Los especialistas coinciden en que normalmente el dormir tiene un factor cardioprotector, ya que todas las funciones bajan, hay distensión en la actividad muscular y disminuyen tanto la frecuencia cardiaca como la presión arterial. Pero las personas que padecen trastornos del sueño sufren alteraciones cuando duermen, como el aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial, lo cual se traducen en un mayor riesgo de infarto.
En los próximos días, la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) inaugurará, dentro de las instalaciones del Hospital General, la primera Clínica de Trastornos del Sueño que funcionará en el país, y que abarcará tanto el diagnóstico como el tratamiento de las diversas patologías -unas 80 han sido clasificadas- del sueño.
Si bien es cierto que desde hace algún tiempo en hospitales como los de Nutrición, Neurología y Enfermedades Respiratorias se ha dado atención a los trastornos del sueño, ha sido con el enfoque parcial de la especialidad de cada una de los instituciones mencionadas, y con una sola cama para atender a los pacientes.
Primera en su género en América Latina, y con las instalaciones más modernas que existen en la especialidad, la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina -proyecto impulsado por el doctor René Drucker Colín, gracias al apoyo de su colega Alejandro Cravioto- tendrá capacidad para, con un enfoque integral, hacer estudios simultáneos a cuatro pacientes por noche, y estará a cargo de los doctores e investigadores Adolfo Marín del Campo y Sonia Meza.
Lo interesante de ese desarrollo médico-científico es que la clínica funcionará como una empresa a cargo de la UNAM, donde los servicios que se ofrezcan tendrán un costo acotado por el nivel socioeconómico de los pacientes que requieran atención.
Centro de asistencia, investigación y enseñanza de primer nivel
Doctor en psiquiatría, Alfonso Martín del Campo considera que el estudio, diagnóstico y tratamiento de las diversas alteraciones del sueño permitirá formar un banco de datos que proporcione estadísticas para generar una investigación retrospectiva y permita establecer patologías frecuentes por edad y sexo, entre otras variables.
Otro de los aspectos importantes es la formación de recursos humanos técnicos -los que aplican los electrodos y hacen los registros- y clínicos -neurólogos, neumólogos, cardiólogos, otorrinolaringólogos, psiquiatras y hasta pediatras- especializados en la terapéutica de los trastornos del sueño.
Finalmente, Martín del Campo resalta la importancia de la investigación de los trastornos del sueño en sí mismos (aspectos biológicos y funcionales), como la de los tratamientos para detectar las terapéuticas más exitosas y la posibilidad de utilizar el estudio del sueño como una herramienta de investigación que explore otro tipo de problemas, como el caso de los trastornos depresivos cuya consecuencia es el insomnio.
Las patologías del sueño
De acuerdo con la información médica, las alteraciones en el dormir se pueden clasificar en cuatro grandes grupos: los insomnios (alteraciones del sueño que se pueden manifestar como una dificultad para iniciar el sueño o mantenerlo); las hipersomnias o el síndrome de somnolencia diurna excesiva (asociada obviamente con el problema de no dormir por la noche; son las personas que usualmente se quedan dormidas en circunstancias en las que se esperaría que estuvieran despiertas, y pueden ser resultado de la insuficiencia crónica de sueño o el síndrome de apnea obstructiva en individuos que, al no poder respirar, roncan); las parasomnias (manifestaciones motoras como orinarse en la cama en la noche o enuresis, el somniloquio -hablar cuando se está dormido- o bruxismo -rechinar los dientes causando problemas en la articulación de la mandíbula-), y las alteraciones del ritmo circadiano (cambios de horarios como viajar de un continente a otro, el llamado jet lag o las alteraciones en personas con horarios inusuales como veladores, pilotos, residentes médicos, etc.), cuyos efectos se reflejan en la baja productividad, la falta de concentración y el mal humor.
Repercusiones del trastorno del sueño
Interesada particularmente en la alteración cardiovascular provocada por los trastornos del sueño, la doctora Sonia Meza opina que es como tener el azúcar alto en un diabético, la presión alta o anginas sin tratamiento. Sin embargo, el no poder dormir puede tener consecuencias graves.
Entre las principales, Meza señala: ``La oclusión de las vías respiratorias. Para poder respirar regularmente y de manera estable mientras duerme, como un mecanismo de autoprotección la gente se despierta mucho -en ocasiones hasta 100 veces en una hora-, y eso puede ser causa de insomnio. Es lo que se conoce con el nombre de apnea del sueño, un ronquido que puede tener consecuencias graves sobre la presión arterial, el pulso, la frecuencia cardiaca y eso constituye un factor de riesgo para infartos, embolias cerebrales, hipertensión arterial de difícil control, arritmias y muerte súbita. Se calcula que de 30 a 45 por ciento de los hipertensos padecen apnea del sueño. Eso haría que el trastorno del dormir fuera la causa principal de hipertensión arterial''.
Sin embargo, desde el punto de vista de la especialista, uno de los principales problemas radica en el hecho de que la propia comunidad médica no reconoce la existencia de los trastornos del sueño: ``Las escuelas de medicina no tienen una materia que los aborde, los propios neumólogos no los consideran algo importante, los psiquiatras lo ven desde el punto de vista de la depresión y el insomnio, y los neurólogos como consecuencias de convulsiones o movimiento de piernas. Definitivamente, creo que el principal problema es la falta de conocimiento médico: México es uno de los pioneros en Latinoamérica en el estudio de la ciencia básica del sueño a nivel molecular, celular, neuronal; pero desde el punto de vista clínico de asistencia al paciente, cuando mucho habrá unos 10 especialistas en todo el país''.
(La Clínica de Trastornos del Sueño estará ubicada en Dr. Márquez s/n, colonia Doctores. Mayores informes en los teléfonos 6 23 26 88, 89 y 90.)