Han pasado 27 días desde que se hizo pública la noticia --irónicamente casi al final del Año Internacional del Arrecife de Coral-- de que el crucero noruego Leeward (con bandera panameña) había dañado parte importante --alrededor de 450 metros cuadrados-- del arrecife Cuevones ubicado entre Punta Cancún y la Punta Sur de Isla Mujeres.
Así, es probable que cuando esta columna se publique, la titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap), Julia Carabias Lillo, esté por dar a conocer --tal vez ya lo haya hecho-- el peritaje oficial preparado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y que desde hace varios días se encuentra sobre el escritorio de la funcionaria.
Por otro lado, también es del dominio público que una empresa constructora ha causado daños a otro arrecife, el denominado Manchones y que prestadores de servicios turísticos --los diarios locales señalan al empresario yucateco José Trinidad Molina Castellanos-- con fuertes intereses económicos en la zona, han tratado de minimizar el daño al ecosistema coralino y de exonerar a los culpables.
Al daño causado por el impacto del crucero hay que agregar el deterioro que la contaminación por hidrocarburos (producto de embarcaciones turísticas) causa en el ecosistema del arrecife. Dicha polución es 10 veces más del nivel permitido por la UNESCO, según el investigador de El Colegio de la Frontera Sur, Sergio Salazar Cruz, citado por la prensa local.
Las formaciones coralinas, uno de los escosistemas con mayor riqueza en formas de vida que existen en nuestro planeta, son verdaderos tesoros de la naturaleza. A lo largo de miles de años una infinidad de pequeños animales llamados corales utilizan el carbono de calcio disuelto en el agua para formar sus esqueletos calcáreos. La unión de estos esqueletos, junto con restos de partes duras de otros animales y algunas algas calcáreas, crea verdaderas murallas de cientos de kilómetros de largo.
Aunque el daño ya está hecho y de manera independiente a las sanciones económicas que pudieran imponerse a la empresa de cruceros Norwegian Cruise Line, el incidente sirvió para que el presidente Ernesto Zedillo destinara una partida extraordinaria de 5 millones de pesos para obras de señalización, capacitación y patrullaje de las zonas arrecifales que forman parte del Parque Marino Nacional Costa Occidental Isla Mujeres, Punta Nizuc, Punta Cancún, además de que está en estudio el cobro de una cuota por su derecho de uso, medida que aún sin implantarse ha generado enconadas reacciones.
Ante el riesgo de sobrexplotación de un paraíso natural por una afluencia turística desmedida, una decisión como la de Ann-Kristen Olsen, gobernadora del archipiélago noruego Spitzbergen, ubicado cerca del Círculo Artico, resulta sabia: el establecimiento de cuotas máximas de visitantes por temporada para garantizar la conservación de un ecosistema frágil.