La Jornada 14 de enero de 1998

Negociar ``sin simulaciones'', insta López Obrador

De los corresponsales Ť El gobierno federal debe aceptar que durante cuatro años equivocó su estrategia al intentar ``sofocar'' sin éxito el conflicto chiapaneco con una política de choque y una guerra de baja intensidad, señaló en Chihuahua el dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Andrés Manuel López Obrador, quien llamó a emprender un proceso de pacificación ``sin simulaciones''.

Por su parte, el gobernador de Guanajuato, Vicente Fox Quesada, relacionó los hechos violentos de Chiapas con ``los jaloneos de fuerzas criminales que aparecen cada vez que estamos frente a la sucesión presidencial''.

En tanto, representantes de agrupaciones civiles y dos congresos locales demandaron el cese de la violencia y repudiaron la represión de la policía a indígenas del municipio de Ocosingo, donde murió una persona.

La desmilitarización, base para la paz, dice el líder del PRD

En la ciudad de Chihuahua, López Obrador manifestó que ni los cambios realizados en la Secretaría de Gobernación ni el nombramiento de un nuevo coordinador para la paz sirven de algo si no hay un cambio real en la política del presidente Zedillo, partiendo de la desmilitarización del sureste mexicano.

El dirigente perredista llegó a la capital chihuahuense a supervisar los trabajos de su partido en el estado, preparatorios de las elecciones que se efectuarán este año.

Agregó que los funcionarios del gobierno federal no han entendido la magnitud del conflicto chiapaneco, y destacó que mientras continúen actuando con ``engaño'' el problema no se resolverá de fondo.

Una prueba de que continúa el enfrentamiento, dijo, son los hechos violentos del lunes por la tarde en Ocosingo, resultado de una política de choque que sólo ha servido para complicar más el conflicto en Chiapas, creando incertidumbre nacional y desprestigio de las instituciones del país ante el extranjero.

Lo ocurrido en Ocosingo es una muestra de ``ingobernabilidad''

En Tapachula, representantes de PRD, PAN y PT, así como de la Organización Proletaria Emiliano Zapata del Bloque de Fuerzas Populares (OPEZ-BFP) y la Unión Campesina Democrática (UCD), coincidieron en acusar al gobierno federal como responsable directo de la nueva agresión a indígenas por policías del municipio de Ocosingo, ``consecuencia de la ingobernabilidad que priva en el estado'', afirmaron.

También en Tapachula, ayer se dio a conocer la creación del Movimiento de la Sociedad Civil Zapatista, que agrupa a cuatro organizaciones sociales del estado. Su dirigente, Arsenio Hernández García, enfatizó que mientras no salga el Ejército Mexicano de la zona, no habrá distensión ni diálogo de paz.

Por otra parte, en Villahermosa, Tabasco, diputados locales de PRI, PAN y del llamado ``grupo independiente'' condenaron la acción de los agentes de Seguridad Pública que balearon a indígenas chiapanecos en Ocosingo, y pidieron castigo para los agresores que causaron la muerte de una mujer indígena.

En tanto, los congresos de Guerrero y Morelos aprobaron por unanimidad un punto de acuerdo por el que condenan la matanza de indígenas del pasado 22 de diciembre en Acteal, y llaman al presidente Ernesto Zedillo a que ordene el cese inmediato de la movilización militar en Chiapas y ``se agilicen los trabajos enfocados al cumplimiento de los acuerdos de San Andrés Larráinzar''.

A su vez, el Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena, el Consejo Supremo de Pueblos Tlapanecos de la Montaña, el Comité Eureka-Guerrero y el Consejo Supremo de Pueblos de Filo Mayor, emitieron un comunicado exigiendo el cese del hostigamiento a comunidades zapatistas de Chiapas.

Por su parte, la arquidiócesis de San Luis Potosí rechazó la agresión policiaca en Ocosingo y calificó el hecho como una ``muestra más del estilo gubernamental de sojuzgar la dignidad de los indígenas mexicanos''.

El vocero Darío Pedroza Martínez alertó sobre lo precupante del suceso, porque ahora, además de los grupos paramilitares, también la policía ``masacra abiertamente a la población''.

En otro orden, la Coordinadora Durango por la Paz en Chiapas --integrada por diez organismos no gubernamentales (ONG)-- protestó por el nuevo ataque armado en Ocosingo, mientras que en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, el diputado federal del Partido del Trabajo (PT), Gerardo Acosta Zavala, indicó que el gobierno de la República debe responder a las acusaciones de que los grupos paramilitares de Chiapas son entrenados por el Ejército Mexicano.

Existen grupos armados en la costa y sierra chiapanecas

Carlos Bracamontes Gris, presidente del grupo Sociedad Civil Chiapaneca y dirigente de la Confederación de Productores de Café, afirmó que grupos armados se han asentado en las regiones costa y sierra del estado, y conminan a los lugareños a que se sumen a sus acciones, lo cual ya fue informado a las autoridades. (Miroslava Breach, Rodolfo Villalba, Manuel Carrillo, Raúl García, Francisco Guerrero, Antonio González, René Alberto López y David Carrizales)