Fernando Benítez
Arnaldo Orfila
A los cien años de edad murió mi editor y amigo Arnaldo Orfila Reynal. Orfila tuvo el enorme mérito de ser el primero en pagar bien a los escritores mexicanos --antes ellos se pagaban sus propios libros-- y de alentarlos a que siguieran escribiendo.
En calidad de su director, Orfila hizo del Fondo de Cultura Económica (FCE) la primera editorial de América Latina.
Un día muy temprano me telefoneó Orfila y con gran abatimiento me dijo que había sido cesado en su cargo en el Fondo y que me agradecería mucho si yo estuviera presente cuando entregara el cargo. Yo le dije: ``Señor Orfila, lo siento, no me gusta estar presente en los duelos. Lo veré más tarde en su departamento''.
Me arrepentí de inmediato y convoqué a Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis y posiblemente a José Emilio Pacheco, y concurrimos al FCE en apoyo de Orfila. En el amplio vestíbulo --que estaba a reventar-- reinaba un silencio fúnebre. En la mesa de honor figuraban el subsecretario de Hacienda, el inepto sustituto en la dirección (un hombre que estuvo a punto de hacer quebrar el FCE), y el mismo Orfila. Orfila dirigió unas escasas palabras sobre el estado en que dejaba el Fondo y entregó la dirección.
Retenido inútilmente por Elena, me adelanté y hablé sobre los éxitos alcanzados por Orfila y en nombre de los escritores mexicanos agradecí su irrestricto apoyo. Terminada la ceremonia nos fuimos a su departamento, que estaba en el último piso del Fondo. Allí, con otros amigos, le dije a Orfila: ``Querido amigo: hoy nace una nueva editorial''. Fui muy atrevido porque ninguno de nosotros teníamos dinero. Todos nos movilizamos.
Por mi parte convoqué a mi amigo fraternal Fernando Canales, que a su vez convocó a otros amigos ricos y se compró un terreno cercano a la Universidad Nacional, donde se edificó el edificio que debía figurar con el nombre de Editorial Siglo XXI. Ahí también, curiosamente, Orfila vivió en el piso alto, que tenía un precioso jardín. Nuestro amigo y editor --de origen argentino-- se había casado con la francesa Laurette Sejourne, la famosa antropóloga que había hecho notables descubrimientos en Teotihuacán.
Orfila fue el primer director de Siglo XXI, pero ya muy viejo y cansado se retiró del cargo, pero permaneció viviendo en su departamento. La empresa, con el consejo de Fernando Canales, prosperó y hoy es una de las mejores editoriales de México.
Yo visitaba de tarde en tarde a Orfila, que ya no podía andar y leía con dificultad los periódicos ayudado por unos anteojos muy gruesos. La última vez que nos vimos lo abracé y lloramos juntos al recordar sus antiguas batallas. Ahora ha muerto y con él desaparece uno de los mejores editores de libros del continente americano.