La Jornada 15 de enero de 1998

Demandan esas instituciones recibir la categoría de ``autónomas''

Claudia Herrera Beltrán Ť En los últimos seis años, la población estudiantil de las instituciones de educación superior privadas creció 35 por ciento, mientras la matrícula de las universidades y normales públicas se incrementó 8 por ciento, se indica en un informe de la Coordinación Nacional para la Planeación de la Educación Superior (Conpes).

De acuerdo con el estudio Cifras e indicadores de educación superior, en los últimos seis años las universidades y escuelas normales públicas aumentaron su alumnado en 100 mil, para alcanzar en 1996 la cifra de un millón 100 mil. En tanto, las instituciones privadas sumaron 75 mil alumnos más a sus filas hasta elevar su matrícula a 319 mil.

Aunque la población estudiantil de las universidades y normales privadas creció ``notoriamente'' en lo que va de la presente década, las instituciones públicas siguen recibiendo la mayor parte del millón 415 mil 538 jóvenes que estudian los niveles de licenciatura y posgrado en México, se señala en el documento elaborado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).

Sin embargo, las universidades particulares han tenido un importante avance, ya que hace siete años absorbían 17 por ciento de la matrícula nacional y ahora atienden 25 por ciento. En tanto, las instituciones públicas bajaron su participación de 82 (en 1990) a 75 por ciento del estudiantado en 1996.

De esa forma, con el programa de créditos y becas que 40 universidades privadas anunciaron para 1998, se espera que en los próximos 10 años su participación en el sistema de educación superior nacional suba a 35 por ciento del alumnado, y que las universidades públicas disminuyan su nivel de atención a 65 por ciento de los jóvenes mexicanos.

En el análisis se explica que la matrícula de licenciatura se ha elevado en una mayor proporción en las universidades privadas, que en seis años incrementaron su alumnado en 44 por ciento al pasar de 131 mil 169 estudiantes en 1990, a cerca de 200 mil en 1996.

Sobre las escuelas normales particulares, se indica que han tenido una baja en el número de estudiantes, ya que en 1990 registraban 38 mil, y seis años después esa cifra fue de sólo 33 mil, lo que significa una disminución de 11 por ciento.

Mientras las escuelas públicas han controlado el crecimiento de su matrícula en áreas del conocimiento consideradas ``saturadas'', como ciencias sociales y administrativas y educación y humanidades, las privadas han tenido un mayor incremento en esas disciplinas, se agrega en el informe.

Se indica que en las instituciones públicas el estudiantado inscrito en carreras de ciencias sociales y administrativas ha crecido 10 por ciento, mientras el número de alumnos en el área de educación y humanidades subió 15 por ciento.

En tanto, las universidades y normales particulares, en conjunto, incrementaron 54 por ciento su población estudiantil ubicada en carreras del área de ciencias sociales y administrativas, y 24 por ciento la cantidad de jóvenes matriculados en el área de educación y humanidades.

Sobre el posgrado, la ANUIES y la SEP explican que en el periodo referido la matrícula de las instituciones públicas se ha incrementado 40 por ciento, y la de las particulares 86.6.

Pugna por la autonomía

El secretario ejecutivo de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES), Rubén Rodríguez y Rodríguez, afirmó que esa organización pugna por que a las universidades privadas se les conceda el carácter de autónomas.

Durante su participación en el encuentro El proyecto educativo de la universidad en el próximo milenio, que se realiza en la Universidad Intercontinental, el representante de 76 instituciones de educación superior privadas dijo que este año exigirán a la Secretaría de Educación Pública que la normatividad en esa materia se reforme para que las escuelas privadas que demuestren calidad sean autónomas.

Afirmó que las instituciones privadas ya no están dispuestas a recibir un trato ``desigual'' frente al que se da a las universidades públicas. ``Es necesario que las autoridades educativas tomen en cuenta los esfuerzos que hemos hecho para formar profesionales de alto nivel'', dijo Rodríguez y Rodríguez.

El fundador de la FIMPES expuso que las universidades privadas han sido las más afectadas con los constantes cambios de titulares de la SEP, porque les ha sido difícil poder establecer pláticas para definir una nueva regulación que conceda a esas instituciones el rango de autónomas y, de esa forma, poder autogobernarse.