Ofrece mediar la Cruz Roja Internacional; asunto nuestro: la Mexicana
Jesusa Cervantes Ť El presidente de la Cruz Roja Mexicana, José Barroso Chávez, manifestó ayer su disposición a que la institución participe como coadyuvante en el reinicio del diálogo entre el gobierno y los zapatistas, y ofreció garantizar el retorno de los desplazados a sus comunidades e incluso permanecer con ellos el tiempo que sea necesario.
El también presidente del Consejo Nacional de Directores consideró que Chiapas no requiere de la ayuda de la Cruz Roja Internacional, pues la institución mexicana cuenta con todos los recursos humanos y económicos para atender a los indígenas desplazados, ``quienes confían en nosotros''.
Aclaró que la participación de la Cruz Roja no sería intervenir en las pláticas de paz, ya que es un organismo neutral, pero sí estaría dispuesto a coadyuvar en el diálogo.
--¿En su opinión, no debería participar la Cruz Roja Internacional?
--No es mi opinión, es nuestra decisión --respondió.
En el traslado de los indígenas desplazados, dijo, debe participar sólo la Cruz Roja Mexicana, y destacó que desde el año de 1994, la ayuda humanitaria se ha entregado sin distingos.
Barroso detalló que el organismo ha entregado ayuda en aquellas comunidades que han rechazado la del gobierno, y comentó que están dispuestos a hacerlo en todas aquellas localidades donde las autoridades se lo soliciten. ``Desconozco la razón por la que no permiten que ninguna institución de gobierno entre ahí. El problema es contra las autoridades, de quienes sienten que son sus enemigos'', expresó.
Kyra Núñez/Especial para La Jornada, Ginebra, 15 de enero Ť El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) tiene un papel qué desempeñar en Chiapas, primero para diseminar principios humanitarios que deben respetarse en situaciones de conflicto y también porque, dado su carácter de institución neutral, imparcial e independiente, puede reasumir un rol de intermediario entre el gobierno y los zapatistas.
Cornelio Sommaruga, presidente del CICR, se dijo preocupado de la manera como operan los grupos paramilitares en Chiapas, refiriéndose también a que el gobierno mexicano retira autorizaciones para la intervención humanitaria del personal de la institución debido a problemas con el Ejército.
Lo sucedido en Chiapas en diciembre únicamente muestra que, a pesar de lo que se dice, en México persiste una problemática seria en las relaciones entre las autoridades y una parte de la población que es cercana al gobierno y particularmente al PRI, y por otro lado, tensiones con la población local, que tiene su razón debido a las injusticias sociales y económicas que padecen.
Lo de Chiapas es muy triste, afirmó Sommaruga, quien se declaró ``muy impactado de ver que algo como esto pudo haber ocurrido, del tamaño que fue, de la brutalidad que hubo''. El que haya ocurrido no resulta necesariamente una sorpresa --añadió-- porque hay ahí paramilitares que están operando de una manera preocupante. Todo ello significa que hay aún mucho trabajo para la Cruz Roja Internacional, primero para diseminar principios humanitarios y luego para ayudar a las víctimas, entre las que se tienen muchísimos desplazados internos.
--La presencia de personal del CICR no es tan fuerte como al principio del levantamiento. ¿Por qué?
--En primer lugar, se tiene una sociedad de la Cruz Roja Mexicana que trabaja con la institución internacional y de la cual recibe todo el apoyo. Actualmente se discute con el gobierno para ver qué posibilidades hay de operar, y con esta mira se efectúan investigaciones sobre la situación de las poblaciones desplazadas y de la necesidad que tienen de la presencia de la Cruz Roja Internacional. ``Nuestra primera intención es reasumir nuestro rol de intermediario neutral y humanitario a fin de llevar a las partes en conflicto a sentarse en la mesa de discusiones a fin de evitar nuevas presiones. Pero esto está siendo muy difícil por el momento'', dijo.
El presidente de la Cruz Roja Internacional explicó que los gobiernos en situaciones de violencia interna o de guerra civil, no ven inmediatamente que la presencia de esta institución humanitaria pueda ser necesariamente positiva, porque creen que con ello se internacionalizará ese conflicto, cosa que no es del todo cierto. ``El CICR tiene el derecho a la iniciativa humanitaria y sobre la base de este derecho se ofrecen sus servicios, los cuales se realizan de una forma que es perfectamente neutral, imparcial e independiente. En México, tenemos un papel que jugar en Chiapas, pero es cierto que tenemos obstáculos pues algunas veces, luego de intensas discusiones con el gobierno, obtenemos la autorización de hacernos presentes en algún lugar, pero poco después la decisión es retirada. Frecuentemente se debe a problemas con el Ejército federal'', afirmó.
Según Sommaruga, ``los trágicos eventos en Chiapas son muy serios y uno tiene que hacer todos los esfuerzos necesarios para que nada de lo que aconteció ahí vuelva jamás a repetirse''. Dijo sentirse optimista porque la justicia mexicana ha tomado el caso seriamente y porque hay esfuerzos del gobierno porque la justicia sea aplicada.