Masiosare, domingo 18 de enero de 1998
La alcaldesa, su esposo, el subalcalde, el jefe de policía, dos de sus asistentes y un ex funcionario municipal del pueblo de Copperhill, Tennessee, fueron formalmente acusados de corrupción la semana pasada. La alcaldesa Janelle Kimsey-McGee ha sido elogiada por haber restaurado la economía municipal, promoviendo el turismo, y por construir nuevas calles. Pero según las acusaciones, también otorgó ilegalmente un contrato municipal a su marido. La alcaldesa, según Associated Press, goza de mucho apoyo en su pueblo y fue reelegida el año pasado a pesar de que se declaró culpable a cargos de cultivar mariguana en su jardín. El jefe de policía está acusado de hostigamiento a residentes del pueblo y de aceptar mordidas para arreglar violaciones de tránsito, entre otras. Todos estos funcionarios han declarado su inocencia y están de regreso en sus puestos en espera de sus juicios.
El FBI reportó esta semana que hubo 5 mil 400 ataques racistas contra individuos e instituciones durante 1997. Según la procuradora general Janet Reno, la mayoría de los crímenes racistas fueron contra negros, aunque también hubo ataques motivados por odio racial contra otros grupos étnicos así como contra homosexuales.
Más educación, menos sexo fue la conclusión de un sondeo de la revista Demográfica Americana. En el sondeo se entrevistaron a más de 10 mil personas. Conducido por la Universidad de Chicago, reveló que los egresados de preparatoria tenían un promedio de 58 contactos sexuales por año, mientras los que contaban con cuatro años de educación universitaria sólo tenían 56. Los que tenían estudios de posgrado dijeron tener 50 contactos sexuales al año en promedio.
Pero la falta de actividad sexual no está relacionada con la falta de tiempo libre. La encuesta encontró que la gente que trabaja 60 horas a la semana o más podría no haber contado con mucho tiempo de descanso pero lo utilizó bien al contar con 65 contactos sexuales por año. Los aficionados del jazz, los dueños de armas y los que no confían en el presidente de la nación están entre los más activos sexualmente.
El ex líder de la mayoría del Senado y ex candidato presidencial republicano Bob Dole se registró ante las autoridades federales como un cabildero para el gobierno de Taiwán. Según el rotativo especializado Legal Times, el bufete de abogados de Dole recibirá 30 mil dólares mensuales por ayudar a Taiwán a mejorar sus relaciones con el Congreso de Estados Unidos. Cuando fue senador, Dole logró exitosamente prohibir que ex funcionarios gubernamentales de Estados Unidos trabajaran como representantes de otros gobiernos, pero aparentemente hay una excepción para los ex senadores.
El jefe del gabinete Erskine Bowles no ha escondido su deseo de regresar a su puesto como banquero de inversiones en Carolina del Norte, pero esta semana anunció que el presidente Bill Clinton lo convenció de permanecer en la Casa Blanca un año más. Aparentemente Clinton no tuvo el mismo efecto sobre su amigo y enviado presidencial para América Latina Thomas Mack McLarty. El empresario de Arkansas, quien se ha convertido en el encargado de la relación con América Latina de más rango en este gobierno, tiene, según versiones, la intención de regresar a su estado después de la Cumbre de las Américas programada para abril en Santiago, Chile.
Después de imponerse, por órdenes del presidente Clinton, una prohibición para aceptar fondos electorales de no ciudadanos en este país, el Partido Demócrata decidió que siempre sí aceptará el apoyo financiero de inmigrantes ricos. ``Reconocemos las contribuciones extraordinarias a América de los inmigrantes a través de nuestra historia'', afirmó el subcomité del Partido Demócrata, que recomendó levantar la prohibición impuesta hace un año por Clinton en medio de los escándalos de contribuciones políticas al partido por parte de residentes legales estadunidenses que, se acusaba, representaban ``intereses extranjeros''.
El presidente del Partido Demócrata, Roy Romer, afirmó que fue ``un error'' distanciarse de los residentes legales no ciudadanos para tratar de demostrar que el partido no estaba influido por intereses extranjeros. La decisión, insistieron los dirigentes demócratas, no tiene nada que ver con dinero sino ``con principios''. Aunque no es legal aceptar contribuciones electorales de extranjeros, sí se permite aceptarlas de residentes legales permanentes. Claro, la decisión de ``principios'' para supuestamente ``promover la participación en el proceso político'' de estos residentes se dio en el contexto de un debate sobre cómo reducir la deuda del partido y financiar las campañas legislativas de este año.