La Jornada 18 de enero de 1998

Condena Rabasa a paramilitares; el EZLN, amparado por la ley, señala

José Gil Olmos, enviado, y Angeles Mariscal, corresponsal, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 17 de enero Ť ``El silencio de las armas'' es lo que más desea el gobierno de la República para Chiapas en estos momentos y para su futuro, aseguró Emilio Rabasa Gamboa, coordinador para el diálogo y la negociación en ese estado.

Al comenzar su primera visita a la entidad, dijo que está abierto y dispuesto a reunirse con el EZLN y el subcomandante Marcos, así como a crear las condiciones de distensión y reiniciar el diálogo ``con cierta tranquilidad''.

El representante del gobierno federal llegó aquí para reunirse en dos días con el gobernador Roberto Albores Guillén, con miembros de la Comisión de Concordia y Pacificación, con integrantes de la Comisión Nacional de Intermediación y con los representantes de los partidos políticos del Congreso local. Se trata, dijo, de reunir todos los elementos objetivos y necesarios y definir la nueva estrategia oficial de negociación con los zapatistas.

Al concluir su primer día de visita dijo que dos son los temas recurrentes en el diálogo con los actores chiapanecos: el posicionamiento de tropas del Ejército en la zona de conflicto y la iniciativa de ley sobre derechos y cultura indígenas, que resultó del diálogo de San Andrés.

Sobre la posibilidad de modificar la estancia del Ejército en Chiapas explicó que no se puede responder ``en vacío'' a esta situación, ya que existe la presencia del EZLN y además la de grupos armados ilegalmente. Este tema, explicó, es parte de la estrategia global y principalmente del proceso de distensión.

En cuanto a la iniciativa de derechos y cultura indígenas, aseguró que las observaciones que hizo el presidente Ernesto Zedillo al anteproyecto elaborado por la Cocopa no son el obstáculo para reiniciar el diálogo.

``El problema es encontrar el método adecuado para que se convierta en ley lo más pronto posible'', precisó.

Luego de la reunión con los diputados de la 59 Legislatura estatal, algunos dijeron que entre los priístas hubo serias acusaciones contra Samuel Ruiz, a quien señalaron de ser uno de los principales organizadores del conflicto. Incluso, uno de los inconformes pidió que se solicitara al Papa retirar al obispo de la diócesis de San Cristóbal y que fuera sustituido por alguno de los sacerdotes de Tuxtla Gutiérrez o de Tapachula.

Al llegar a la capital chiapaneca, Rabasa Gamboa condenó la existencia de grupos paramilitares y precisó que el EZLN está amparado por la Ley para el Diálogo y la Pacificación, ante la aplicación de la Ley de Armas de Fuego y Explosivos que el Ejército Mexicano efectúa desde el pasado 23 de diciembre.

Antes de reunirse en privado con el gobernador en la casa de gobierno, Rabasa Gamboa precisó que las declaraciones del presidente Ernesto Zedillo, de que sería un error hacer distinciones en la Constitución para los indígenas, fueron respecto a los derechos fundamentales como la libertad y la igualdad.

En este sentido, descartó implícitamente que el Ejecutivo se haya referido a la autonomía demandada por los pueblos indígenas. Este concepto, explicó, apenas se incorporó a los acuerdos de San Andrés como tema de la agenda de negociación.

En relación con la presencia del Ejército Mexicano en Chiapas, de manera breve indicó que este tema está incluido en la agenda de pacificación a petición expresa de la Cocopa.

Por otra parte, al ser interrogado sobre el obispo Samuel Ruiz García, acusado por un mando militar de ser integrante de la dirigencia zapatista, manifestó que tiene una excelente opinión del religioso, porque ``es un hombre dedicado en estos momentos a buscar la reconciliación, el diálogo y la paz en Chiapas''.

A su llegada, también habló de la confusión que ha creado el cambio de denominación en el representante del gobierno federal para el diálogo con el EZLN.

``Quizá el cambio de la denominación del cargo produjo algún malentendido. Antes se llamaba comisionado, ahora coordinador para el diálogo y la negociación. Debo sumar una serie de esfuerzos de distintas dependencias del gobierno invitándolas a que actuemos de manera coordinada para el diálogo con los zapatistas'', explicó Rabasa.

Aclaró que no se ha suprimido la idea de la paz. ``Lo que pasa es que estamos muy conscientes de que se deterioraron de tal manera las condiciones políticas y sociales en la entidad, sobre todo a raíz del pasado 22 de diciembre y luego en Ocosingo, que es necesario primero crear condiciones propicias para dialogar y luego buscar la negociación y la paz'', dijo.

El enviado del gobierno federal rechazó que en el último comunicado el subcomandante Marcos lo haya ``desconocido''. ``Al contrario -precisó-, se refiere a mí como el señor Rabasa, así es como leí esa parte del comunicado, no lo entendí de ninguna manera como un desconocimiento a mi nombramiento o a mi persona. Por supuesto, yo fui designado a un diálogo con ellos.''

En cuanto al resultado que consiguieron sus antecesores en el proceso de negociación, señaló que su objetivo es llegar a la meta sin entregar la estafeta. El coordinador para el diálogo informó que este domingo se reunirá en San Cristóbal de las Casas con el obispo Samuel Ruiz García y con otros miembros de la Conai para regresar por la tarde a la ciudad de México.