La Jornada 19 de enero de 1998

Focos rojos en urbes de un millón de habitantes o más

Víctor Ballinas Ť El Consejo Nacional de Población y Vivienda (Conapo) detectó ``focos rojos encendidos'' en las zonas metropolitanas del Distrito Federal, Monterrey, Guadalajara y Puebla, así como en las urbes con más de un millón de habitantes, debido a que por su crecimiento podrían convertirse ``en un fenómeno incontrolado'', señaló Rosa María Rubalcava, directora general de Estudios de Población de esa dependencia.

La investigadora y funcionaria subrayó que hay que estar alertas ante el riesgo de que ocurran en esas ciudades desequilibrios, debido no sólo a la escasez de fondos económicos, sino también de recursos naturales como el agua.

Los municipios con más de un millón de habitantes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), son: Ciudad Juárez, Chihuahua, con un millón 10 mil 533; León, Guanajuato, un millón 36 mil 758; Guadalajara, Jalisco, un millón 632 mil 521; Monterrey, Nuevo León, un millón 88 mil 41, y Puebla, Puebla, con un millón 222 mil 177 personas.

Se consideran también Ciudad Nezahualcóyotl, con un millón 233 mil 680 personas, y Ecatepec, con un millón 456 mil 438; ambos son municipios del estado de México.

La ciudad de Tijuana, en Baja California, que cuenta con 989 mil 287 personas, también está entre las grandes ciudades en que se detectan focos rojos, por los movimientos migratorios.

Además de estas ciudades y municipios, el Conapo también ve ``focos rojos encendidos'' en las zonas metropolitanas del Distrito Federal, Puebla, Guadalajara y Monterrey, por el número de habitantes que concentran y los problemas económicos, urbanos y sociales que se generan en ellas.

Los ``focos rojos encendidos'' -precisa la funcionaria- se refieren a la situación en que ``nos debe poner en alerta el crecimiento poblacional de las ciudades, por su desarrollo económico. Focos rojos en Ciudad Juárez o Matamoros, por la expansión de la industria maquiladora, donde se recibió un número importante de trabajadores migrantes con sus familias, pero enfrentan un problema muy grave con el agua ''.

El asunto de ``los focos rojos encendidos'' es advertir que ``tenemos que poner atención a los fenómenos y problemas que sabemos se están dando de manera particularmente grave en ciertos lugares, y actuar como gobierno con las dependencias que integran el Conapo, en lo que se deba hacer''.

Rubalcava explicó en entrevista que, los problemas en los estados que tienen ciudades con más de un millón de habitantes. Eso lo ``estamos viendo, por ejemplo en la frontera, en Juárez, Chihuahua; no sólo el cruce hacia Estados Unidos ni el movimiento de establecimiento de población'', sino que en esas zonas no se cuenta, ``ya no digamos con los recursos económicos, sino naturales y vitales como el agua, que son escasos; ahí vamos a tener bombas de tiempo''.

En la misma frontera norte del país, dijo, hay ciudades más propicias que otras para atraer población que quiera irse a residir en ellas. En el caso de las ciudades medias, ``algunas han crecido, pero muchas de ellas están en condiciones de seguir ofreciendo alternativas para el desarrollo sustentable y albergar a una mayor población de la que ya tienen''.

Los recursos económicos naturales son importantes, abunda Rubalcava, pero los migrantes se van a dirigir a donde tengan trabajo. Los flujos de migrantes se dirigen a esas zonas, ``pero al final sabemos que no se trata de un trabajo estructurado, sino que los migrantes se inventan su empleo''.

Las personas que se van de su lugar de origen, van en busca de mejores oportunidades o porque en sus lugares de residencia no tienen empleo. ``Escuchamos que dicen: `bueno, yo me voy de obrero a los centros industriales', y luego vemos que terminan como vendedores ambulantes. Ahí está el crecimiento de la informalidad en Puebla'', señala.

Los ``focos rojos encendidos'', puntualiza Rubalcava, son el problema de que la población crece más rápido que los servicios, y los recursos naturales no son nada si no se les da un manejo ecológico y de protección, con un desarrollo sustentable. No bastan las reservas por decreto.