Para mi pueblo, desde nuestros antepasados, la tortuga marina o caguama, ha jugado un papel protagónico, sobre todo dos de sus especies: la primera, llamada en español de siete filos y en nuestra lengua moosnipol, pero según la leyenda el nombre correcto es xica cmotomamoj, por ser apropiado para su clase. Es considerada como un animal sagrado y quien vea una de estas especies tiene que cazarla y hacer una fiesta que durará cuatro días, en la que se tiene que llamar a un padrino de fiesta que ayude a organizar todo el evento en el cual deberá haber juegos exclusivos para mujeres llamados hamoiij, así como juegos exclusivos para hombres llamados xapij canlam, también bailes tradicionales, danzas, comida, entre otras cosas. Y una vez que se cumplan cuatro días de festividades se tiene que regresar el animal al mar, ya sea vivo o muerto, todo esto por que se cree que este animal es de mala suerte y si no se hacen todas estos rituales para revertir el efecto, cae una maldición o salación sobre la persona que la vio y no le cumplió con los rituales que ordena nuestra religión.
Esta tortuga marina, para no matarla, se caza con arpones de madera que se le incrustan en el caparazón y posteriormente es jalada con un cordón de raíz de mezquite, lográndose con esto que no sangre, ni muera.
La otra especie de tortuga marina o caguama que es indispensable para nuestro pueblo es la verde, que en nuestra lengua se llama moosnii. Este animal es muy representativo para mi pueblo, pues la leyenda dice que cuando no existía tierra en el planeta había muchos animales intentando llegar al fondo del mar sin lograrlo, siendo ésta la única en obtenerlo, lo que le llevó tres meses y tomando un puño de arena del fondo del mar, lo llevó a la superficie, llegando con arena sólo en las pezuñas. Ello bastó para que se formaran los continentes y así también la Isla Tiburón, que en nuestra lengua se llama Tahejc y cuando se pobló el mundo surgió con éste nuestra gente conca'ac.
Por si fuera poco, la tortuga es el alimento principal de todas las festividades que en nuestra religión celebramos y si llega a faltar se dice que la fiesta no sirvió, por lo que caerá la salación o maldición sobre quien realizó la fiesta.
Otro de nuestros animales sagrados utilizado como alimento en todas nuestras festividades es el venado bura, el cual según la leyenda, hace 504 años las constelaciones formaban un venado, el cual fue herido por otra constelación que formaba un arco y una flecha, y de una gota de sangre se formó la Isla Tiburón y con ella el venado bura.
Por todo lo explicado anteriormente, el pueblo indígena seri viene solicitando que se nos considere en nuestra calidad de pueblo indígena, permitiéndonos la caza de estos animales sagrados necesarios para seguir conservando nuestra religión y poder preservar nuestra identidad indígena, ya que si el gobierno sigue sin permitirnos su caza y mantiene la veda de estos animales, continuará violentando nuestras tradiciones religiosas perdiéndose así, la mayor parte de nuestros rituales y con esto gran parte de nuestra cultura.