Reconoce la SSP que hay ``canales oscuros'' y ``cotos de poder'' en la policía
Bertha Teresa Velázquez Ť No habría porque no reconocer que dentro de la policía hay canales oscuros y que aparentemente existen ciertos grupos que quieren tener cotos de poder, señaló ayer el subsecretario de Seguridad Pública, Salvador López Portillo.
El segundo hombre más importante en funciones de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), después de Rodolfo Debernardi, no evadió preguntas de la prensa de que la vieja guardia de la policía ha regresado a diversos cargos. La corporación tendrá que replegarse a los cambios que la sociedad espera, ``nosotros pensamos que esos cotos de poder deben ser para poder servir al pueblo y no para otras cosas, se tendrá que proceder dentro de los términos legales si es que existen situaciones que los incriminen; se va proceder con energía contra los malos elementos''.
López Portillo señaló que hay gente que tiene 25 o 30 años de trabajo, no sólo por esto se les puede acusar de corrupción ``si se les señala se tendrá que hacer una rotación de mandos, pero no se les ha encontrado nada, sino ya estuvieran en la cárcel''.
El subsecretario se refirió a lo anterior durante una gira de trabajo que encabezaron Debernardi, y el procurador Samuel del Villar para poner en operación el programa piloto de seguridad y justicia que tiene como propósito instalar módulos de la Policía Judicial, preventiva y del Ministerio Público en cada uno de los 32 sectores policiacos de la ciudad.
``Si hubo jubilados dentro de la policía en la época de David Garay no fue por tácticas de corrupción, sino por suplantamiento de sus funciones. Se ampararon porque son personas que tienen entre 25 y 30 años de trabajo y no querían que se los quitaran''.
El jefe policiaco dijo que la corrupción no es un fenómeno exclusivo de la policía, sino que es social; ``si se analiza la situación en general en el país se verá que siempre ha habido esa práctica, ¿a qué niveles? no quiero especificar. Pero se señala a la policía porque es la que aplica los reglamentos y la comunidad a veces no hace uso adecuado de sus libertades y en ocasiones toma como medidas represivas la acción de la policía.
``Yo no les sabría decir si existe la hermandad, nosotros estamos empezando el trabajo, no podemos concretar si la policía sea una hermandad; lo que queremos es que haya un sentido de servicio, la hermandad debe ser para que se trabaje por el bien de la ciudad''.
Al respecto, Debernardi sólo accedió a comentar que quien asevera que hay mandos corruptos debe presentar pruebas.
Por la mañana, la Asociación Nacional de Industriales de la Transformación en Culhuacán señalaron que mejorar la seguridad empresarial debe ser parte de un plan integral que no privilegie sólo a ese sector.
Los trabajadores que son asaltados, lesionados o asesinados afectan la capacidad productiva de las empresas; pero es mucho más grave el daño que se produce a los individuos, a sus familias y a su patrimonio, dijo Adán Rivera, presidente de dicha agrupación.
En la reunión de seguridad empresarial que encabezó Del Villar, el hombre de negocios indicó que los policías están sumidos en un ambiente de desánimo en general ``y se dejan arrastrar por la ley del menor esfuerzo''. Agregó que es necesario un gran cambio en la situación de los efectivos policiacos, ``aclarar qué pasa con sus fondos de ahorro en la caja de previsión, corregir su bajos salarios y las presiones que tienen por parte de mandos medios para aportar cuotas por cada instrumento de trabajo que se les dé, mientras el personal policiaco no tenga mejores condiciones difícilmente podrá salir a defender a la sociedad''.