La Jornada 22 de enero de 1998

Usa el EZLN a desplazados como ``rehenes'' políticos, dijo Calderón tras reunirse con Labastida

José Gil Olmos y Juan Manuel Venegas Ť Al continuar ayer la consulta con los dirigentes de los partidos sobre la estrategia gubernamental en Chiapas, el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, presentó al dirigente del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, algunas de las propuestas que la integran, entre ellas la iniciativa de derechos y cultura indígenas. Esta reforma, consideró el panista, puede basarse en la que ya presentó la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), pero sin atentar contra el orden jurídico general.

Luego de la reunión, Calderón dijo que no percibe elementos que hagan pensar que el gobierno esté preparando un ataque militar contra los zapatistas. Incluso estuvo de acuerdo en la presencia del Ejército en Chiapas, ``donde hay una guerra declarada'', aunque no con el aumento de tropas.

Por otro lado, además de acusar al EZLN de utilizar como ``rehenes'' políticos a los miles de desplazados de Chenalhó, señaló que el dirigente del PRD, Andrés Manuel López Obrador, cae en ``ambigüedades y en equivocaciones'', así como en ``situaciones ridículas'' al negarse a dialogar con Labastida y pedir entrevistarse con el presidente Ernesto Zedillo.

Hay amargura entre ex integrantes de la Cocopa, afirma Juan Guerra

El ex diputado y ex miembro de la Cocopa, Juan Guerra --invitado a Gobernación para hablar sobre Chiapas-- dijo que entre los ex integrantes de la comisión legislativa existe hasta ``amargura'' porque se ha perdido la confianza que los diputados y senadores habían logrado con el EZLN.

Para él, la única salida para retornar al diálogo es que el gobierno federal retire su contrapropuesta a la iniciativa de Ley en Materia de Derechos y Cultura Indígenas, elaborada por la Cocopa con base en los acuerdos de San Andrés, y regrese a la idea de hacer únicamente observaciones.

La contrapropuesta ``es la prueba más palpable de la falta de voluntad del gobierno y, mientras se mantenga, evidentemente significa que no se recupera la voluntad'', dijo Guerra. Rechazó que el gobierno pueda optar por una salida violenta al conflicto chiapaneco, ``pues si se pensó en la contrainsurgencia, después de lo de Acteal todo está muy sensible (y) ya no soportamos más hechos de sangre''.

Advirtió, asimismo, que si se persiste en la confrontación, ésta ya no sería entre las comunidades indígenas sino contra las fuerzas del gobierno, el cual sería ``políticamente derrotado''.

Interrogado respecto de las declaraciones de la presidenta de la CNDH, Mireille Roccatti, sobre las ``presiones'' por las que renunció Emilio Chuayffet, dijo que éste salió porque ``le tronó todo'', y además de cuestionar su eficiencia preguntó: ``¿Para qué quiere alguien un secretario que no tiene soluciones y lo único que tiene son problemas?''.

Por otra parte, al salir de la entrevista con Labastida Ochoa, Calderón Hinojosa dijo que tanto el gobierno como el EZLN tienen una responsabilidad en la interrupción del diálogo, en la falta de soluciones y en la situación en que se encuentra Chiapas, ``y a ambos hay que exigirles que actúen con responsabilidad''.

Consideró que el Ejército Zapatista debe dar pasos positivos para la paz, porque ésta no es sólo una tarea gubernamental. No obstante, reconoció que el gobierno es ``el responsable fundamental''.

Según el panista, habría que exigirle a los zapatistas que dejen de ``utilizar'' a los desplazados ``o de ponerlos como rehenes con la negativa a recibir la asistencia, porque los únicos perjudicados son los que padecen enfermedad o insalubridad y hambre en esas comunidades''.

Dijo que el negarse a recibir ayuda, ``provenga de donde provenga, es una manera de elevar la presión política utilizando el estado de salud y el hambre de la gente''.

Sobre el incremento de la presencia del Ejército en Chiapas, opinó que es necesario porque ahí se vive una ``guerra declarada'', aunque consideró que la disminución en su acoso a las comunidades sería un paso de distensión.

En cuanto a la propuesta de reforma sobre derechos y cultura indígenas, precisó que el secretario de Gobernación no le mostró ninguna iniciativa, aunque sí se habló del tema.

Calderón argumentó que el PAN apoyaría aquella propuesta que sea acorde al orden jurídico, que no rompa la unidad nacional o atente contra la soberanía.

En este sentido habló de la propuesta que el PAN hizo de las ``cartas municipales''. Esto es, de ``instrumentos jurídicos elaborados por las propias comunidades y pueblos indígenas, que recojan sus usos y costumbres y que sean validados por las legislaturas o por los tribunales superiores de justicia locales''.

Precisó que las ``cartas municipales'' no violarían derechos o garantías individuales ni atentarían contra la unidad nacional, sino que le darían vigencia jurídica al derecho consuetudinario indígena en armonía con el derecho nacional.

En tanto, Acción Nacional insistió en la necesidad de acelerar y conducir la reforma del Estado, toda vez que la actual situación política del país requiere de ``una nueva institucionalidad política''.

La dirigencia panista reclama ``una gran visión de Estado'' por parte de quienes tienen la conducción del país, a fin de evitar que los temas pendientes a nivel interno --``sobre todo Chiapas y las elecciones tan competidas que se esperan este año en 14 estados de la República''-- se conviertan en una ``crisis política mayor''.

Calderón Hinojosa señaló que el proceso de cambio en México ``se está dando sin una conducción clara'', que se refleja en la falta de operadores políticos y la ausencia de espacios que puedan procesar coincidencias y discrepancias en la nueva correlación de fuerzas.

En otro orden, el presidente del Partido Verde Ecologista de México, Jorge González Torres, rechazó que su organismo político vaya a salir de la Cocopa. ``Esto fue un problema de interpretación, pero ya se aclaró'', dijo.