La Jornada 22 de enero de 1998

Pide Salazar Mendiguchía no minimizar el conflicto en Chiapas

Andrea Becerril Ť Hay salidas al conflicto chiapaneco pero siempre que el gobierno dé respuesta al tema de la reforma indígena, retire su contrapropuesta a la iniciativa de ley de la Cocopa, además de ubicar el problema en su real dimensión, sin insistir en minimizarlo, toda vez que Chiapas vive una situación de insurgencia y ``nos guste o no el conflicto se ha internacionalizado'', señaló el vocero de esa comisión, Pablo Salazar Mendiguchía.

En entrevista, el legislador dijo que es importante que la nueva propuesta para la paz en Chiapas ``no pretenda pasar como tema de negociación las políticas públicas en materia social, ya que ello es obligación del Estado'', sino priorizar la reforma indígena, que es la gran salida al conflicto, y los otros puntos de la agenda que presentó la Cocopa.

El senador priísta remarcó que el presidente Ernesto Zedillo debe escuchar otras voces en torno a la Iniciativa de Ley sobre Derechos y Cultura Indígenas, y no sólo la de juristas expertos en derecho constitucional, que representan ``el ala más conservadora del país'' y han endurecido las opiniones del gobierno. ``Hay una enorme ignorancia en la sociedad sobre la iniciativa de la Cocopa, incluso de quienes como Ignacio Burgoa se dicen expertos'', agregó. Hizo notar que aunque es perfectible, ese proyecto legislativo podría pasar al Congreso en los términos en que fue redactado, ya que no compromete la soberanía ni la unidad nacional ni sus recursos naturales.

Sobre la reunión que un día antes sostuvieron en Gobernación, Salazar expuso que ``de la frustración'' por no haber sido atendidos directamente por Labastida Ochoa, los miembros de la comisión pasarán a la expectación y la esperanza. Sobre todo, precisó, ``esperamos que en la famosa nueva estrategia'' que el gobierno habrá de presentar, se vean reflejados los puntos de vista de esa comisión, fundamentalmente el de la reforma indígena.

``Una estrategia que no apunte a atender las causas por las que el diálogo se suspendió, no llevará a ninguna salida; no se puede tampoco olvidar que en los cinco puntos que el EZLN planteó como condición para reanudar negociaciones, en septiembre de 1995, lo preponderante es la reforma indígena''. La comisión, explicó, propuso al gobierno retirar su contrapropuesta a la reforma indígena y ``la Cocopa esperaría que si hay insistencia de la parte gubernamental, las observaciones fueran mínimas, para a partir de ello reconstruir la interlocución''.

Salazar Mendiguchía insistió en la ``ignorancia'' en torno a la iniciativa de la comisión e incluso a las voces que tanto en el gobierno como en el sector privado culpan a ese grupo legislativo del empantanamiento de las negociaciones y hasta señalan que están a favor de los acuerdos de San Andrés, pero en contra de la reforma indígena. ``Ello es incompatible'', dijo.

Cuando se le preguntó qué intereses son los que están detrás de la oposición a la iniciativa de la Cocopa, indicó que se trata de opiniones de un ``conservadurismo constitucional'' que persiste en el país. Los constitucionalistas que el ex secretario de Gobernación consultó en el pasado ``están en la obsolescencia jurídica''. Históricamente, precisó, los expertos en derecho constitucional han ido a contracorriente de las reformas más avanzadas, como ocurrió con los artículos 123 y 27. En ese sentido, consideró que sería bueno que el gobierno de Ernesto Zedillo escuchara otras voces, de expertos también respetables como Jaime Cárdenas, Sergio García Ramírez o Santiago Creel.

Más adelante dijo que se requiere que el secretario Labastida Ochoa ``se ponga al servicio de la paz en el estado de Chiapas''.

Deseó que la nueva estrategia que habrán de presentar incluya una real nueva actitud, pues ``la vieja táctica de achicar y minimizar tanto la naturaleza como los actores del conflicto chiapaneco, incluidas la Cocopa y la Conai, no llevará a ninguna parte''.

Esa estrategia ya no funciona, ``tenemos que retomar la estafeta a partir de darle su verdadera dimensión al conflicto; un conflicto que en Europa logra sacar a la calle a 10 o 15 mil personas, nos guste o no tiene impacto mundial. Se ha internacionalizado; no sigamos empeñados en decir que es un problemita de cuatro municipios o un pleito interfamilias, no. En Chiapas hay una verdadera situación de emergencia''.