Afinan PRD, PRI y PAN estrategias para la elección de delegados en el 2000
Daniela Pastrana Ť Rumbo a la elección de delegados políticos en el proceso del año 2000, las tres principales fuerzas políticas de la ciudad afinan ya una organización jurisdiccional de sus bases, a partir de la cual arrancará la contienda por los gobiernos de las demarcaciones.
En este proceso, el PRD, partido gobernante en el Distrito Federal, lleva la delantera con una estructura de comités delegacionales que comenzó a trabajar desde junio de 1996 y que, sin embargo --ante la inclusión de por lo menos una tercera parte de sus cuadros en la administración pública--, deberá renovarse este año.
El PRI, único partido que cuenta con una estructura territorial en las 5 mil 500 secciones electorales de la capital, inició la conformación de una organización paralela a la distrital a través de la creación de consejos delegacionales. En tanto, el PAN, con una militancia que representa el 0.3 por ciento del padrón priísta, tiene programado concretar en abril la sustitución de sus 30 comités distritales por comités delegacionales. ``La estructura partidista en las delegaciones permitirá un trabajo de gestión más vinculado con las autoridades delegacionales y la organización vecinal, y una mayor flexibilidad en la construcción del aparato electoral del año 2000'', resume el secretario general del PRI-DF, Oscar Levín.
El PRD, pionero
Para el PRD la competencia por las delegaciones políticas de la ciudad inició en diciembre de 1994. Encabezados por el hoy director general de Gobierno del DF, René Bejarano --entonces dirigente local del partido--, los perredistas capitalinos acordaron en el Encuentro Estatal de Organización la creación de una estructura delegacional como base del trabajo partidista.
El argumento fundamental, explica Agustín Guerrero, oficial mayor y uno de los principales ingenieros electorales del PRD capitalino en la campaña de 1997, fue que ``la forma de correspondencia política en la ciudad es delegacional, no distrital; los distritos son instancias electorales que sólo funcionan para las elecciones, pero no para una base de partido''.
A mediados de 1995 se instalaron las 16 coordinadoras delegacionales, que funcionaron provisionalmente hasta que las reformas estatutarias aprobadas por el Congreso Nacional de Oaxtepec permitieron la creación de los comités y consejos delegacionales, los cuales fueron electos por voto directo y universal en junio de 1996.
Con esta estructura, fortalecida con la experiencia adquirida en la campaña electoral, el partido tomó una delantera de 18 meses en una organización que sus propios oponentes reconocen fundamental para el proceso del año 2000.
Pero el triunfo perredista en la ciudad ha dejado un saldo en el partido, hasta el momento, de por lo menos 30 por ciento de bajas en los comités delegacionales, según datos del CEE, con la incorporación de sus dirigentes en la estructura de gobierno.
En este escenario, el Consejo Estatal del PRD deberá definir, a finales de este mes, el relevo de sus cuadros y las líneas de acción en su organización delegacional.
El PRI, en cuatro flancos
Para entrar a la competencia de la ciudad en el año 2000, el PRI capitalino tiene proyectada una estrategia en cuatro líneas de acción. Entre ellas, explica Levín Coppel, será toral la creación de una estructura partidista a nivel delegacional, porque permitirá ``sumar los esfuerzos en un solo frente''.
Las otras líneas son la renovación y ``democratización'' de los 40 comités distritales; la reorganización del Movimiento Territorial para impulsar la organización política en las colonias, y el fortalecimiento de la ``cultura mutualista''. Hasta el momento, ``en procesos democráticos inéditos de voto universal y directo'', el PRI ha renovado cinco comités distritales; tiene en proceso otros seis, y prevé concluir la renovación de su base electoral a mediados de este año.
El Movimiento Territorial trabaja en la agrupación de brigadas de propaganda; la instalación de módulos ``anticorrupción'' en las delegaciones -el primero fue inaugurado esta semana--, y la creación de 6 mil comités de base para impulsar la participación política. En tanto, con la ``mutualidad'', promoverá la instalación de consultorios médicos comunitarios y proyectos de apoyo al abasto popular y educación para adultos, entre otros. ``Sobre esto estamos creando la estructura de consejos delegacionales, como un aparato de gestoría mucho más fuerte que permita mantener la relación con las organizaciones vecinales y usar un solo conducto con la delegación'', indica Levín.
El proceso está en marcha. A través de la elección indirecta de líderes vecinales y dirigentes, el PRI ha conformado 14 consejos delegacionales. Quedan pendientes Iztapalapa y Gustavo A. Madero, demarcaciones en las que instalarán tres consejos, previendo una futura división territorial.
El PAN restructurará
Con una base de 3 mil militantes activos, el PAN disolverá en abril de este año la estructura organizativa que tiene en los 30 distritos federales de la ciudad -en uno de los cuales no llega a los 20 afiliados--, y en su lugar trabajará con comités directivos delegacionales que permitan una ``mayor flexibilidad'' en la organización.
Al mismo tiempo, de acuerdo con la secretaria general del PAN-DF, Carmen Segura, tiene proyectada la instrumentación de un ambicioso programa de afiliación, cuya meta será definida en febrero por la dirigencia nacional.
La transformación a la organización delegacional --que había sido planteada por la dirigencia capitalina desde antes de la campaña de 1997--, es la última fase de la restructuración proyectada en el PAN capitalino rumbo a las elecciones del año 2000, después de que en diciembre pasado se renovó 65 por ciento del Consejo Regional y una tercera parte del Comité Directivo Regional.
El proceso concluirá en abril con la realización de 16 asambleas delegacionales para elegir a los integrantes de los respectivos comités.
Desde principios de este mes, explica Carlos Gelista, secretario general adjunto, el CDR convocó a los comités distritales para que nombren a sus representantes en las comisiones organizadoras de las asambleas, las cuales comenzarán a trabajar a más tardar el 28 de enero.