La Jornada 23 de enero de 1998

Pide EU a México beneplácito para Jeffrey Davidow como embajador

Jesús Aranda Ť La administración del presidente Bill Clinton solicitó al gobierno mexicano el placet (beneplácito) para que Jeffrey Davidow sea nombrado embajador de Estados Unidos en nuestro país.

Confirmaron lo anterior fuentes gubernamentales, las cuales agregaron que seguramente no habrá ningún problema para que el gobierno de México conceda dicho placet.

Davidow es subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos y apenas la semana pasada estuvo en Cancún durante la duodécima Reunión del Grupo Revisor y de Seguimiento de la Cumbre de las Américas a realizarse en Santiago de Chile.

Apenas hace unos días, el consejero especial del presidente Clinton, Thomas McLarty, dijo que el perfil del nuevo embajador de Estados Unidos sería similar al de James Jones, quien dejó la representación diplomática a mediados del año pasado.

Precisamente, el subsecretario para América del Norte y Europa de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Juan Rebolledo Gout, se entrevistará en Washington con Davidow, como parte de la visita que incluye --a partir de ayer--, a la comisionada del Servicio de Inmigración y Naturalización (SIN), Doris Meissner; al zar antidrogas, Barry McCaffrey, así como a otros funcionarios con los que revisará la agenda bilateral, particularmente en lo que respecta a migración y narcotráfico.

Al respecto, trascendió que a unas semanas de que Estados Unidos dé a conocer su certificación de la lucha antidrogas, Rebolledo reiterará la posición de rechazo de nuestro país a esa acción del gobierno estadunidense. La certificación, dijeron fuentes gubernamentales, es un asunto que México respeta --por ser un asunto interno--, pero que no acepta, aseguraron.

En materia de migración, el funcionario mexicano reiteró la preocupación del gobierno mexicano sobre las consecuencias negativas que tendrá la aplicación del artículo 245 (i) para los migrantes mexicanos, ya que se corre el riesgo de que tenga lugar la desintegración de familias de connacionales que viven en el vecino país.

Además de que planteará la preocupación de México porque en la aplicación de medidas antinmigrantes se confunda a los mexicanos que intentan cruzar ilegalmente al vecino país con delincuentes o traficantes de drogas.