Se inicia en febrero la privatización de los aeropuertos del sureste: SCT
Víctor Cardoso Ť A partir del mes entrante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) iniciará el proceso de licitación para desincorporar el primer paquete aeroportuario correspondiente a la zona sureste del país, y comenzará una consulta entre los posibles interesados en obtener la concesión de una posición orbital, la 77 grados oeste, para la prestación de servicios de televisión directa al hogar (DTH).
Por el momento, las autoridades no han dado a conocer el valor calculado de esos activos, pero el director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Alfredo Elías Ayub, explicó esa política: ``hasta el momento, nos ha dado buen resultado no decir el precio, ya se vio en el caso de los ferrocarriles, que los vendimos muy bien''.
Mientras tanto, el jefe de la Unidad de Apoyo al Cambio Estructural de la SCT, Jorge Silverstein, dio a conocer que, adicionalmente, este mismo año se iniciará la licitación para concesionar, además de la 77 grados oeste, cuatro o cinco órbitas más para telecomunicaciones satelitales, en particular de radio y televisión restringidas.
Respecto de la privatización aeroportuaria, el director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Alfredo Elías Ayub, señaló que a más tardar en la primera semana de febrero se emitirán los lineamientos generales para la privatización de la empresa que agrupa a las terminales aéreas del sureste mexicano, cuyo principal atractivo para los inversionistas es Cancún.
Mencionó que el esquema de privatización ya se encuentra definido y sólo se realizan algunas consultas informativas con legisladores y operadores.
El primer paso previsto en la estrategia general, explicó Elías Ayub, es la conformación de cuatro empresas desconcentradas de la administración de ASA: Sureste, Norte, Pacífico y ciudad de México. La primera, que ya opera separada administrativamente, es la del Sureste.
Su patrimonio estará constituido por los aeropuertos de Veracruz, Minatitlán, Oaxaca, Huatulco, Tapachula, Villahermosa, Cancún, Mérida y Cozumel (este grupo de aeropuertos es el que más expectativas ha despertado entre los inversionistas, toda vez que a largo plazo se prevé constituir a la terminal aérea de Cancún como un gran centro de distribución de vuelos hacia El Caribe, Centro y Sudamérica, como actualmente se hace desde Miami).
Una vez constituida cada empresa aeroportuaria, se licitará la entrada de un operador, que deberá ser una asociación entre una empresa con experiencia internacional en materia de aeropuertos, que seguramente será extranjera, y una nacional con conocimientos del mercado local y aspectos laborales. A estos operadores se les venderá entre 10 y 15 por ciento del capital accionario mediante concurso.
Ya en operación ese concesionario, y luego de seis u ocho meses de operación, se colocará el 85 o 90 por ciento restante de las acciones en el mercado de valores. Dependiendo de las condiciones de mercado, ``el gobierno sacará paquetes grandes si el Indice de Precios y Cotizaciones es alto, o poco a poco, en caso de que ese indicador esté bajo''.
Elías Ayub dijo que el objetivo es que a partir del mes entrante y en el curso del primer semestre del año quede concursado y asignado el denominado socio estratégico u operador aeroportuario en la empresa del Sureste y para la segunda mitad del año el de la empresa del Pacífico.
Esa empresa, la del Pacífico, estará integrada por los aeropuertos de Guadalajara, Tijuana, San José del Cabo, Bajío, Aguascalientes, Morelia, Manzanillo, Los Mochis, Mexicali, La Paz, Puerto Vallarta y Hermosillo.
Las otras empresas serán la del Norte, que agrupará a las terminales aéreas de Ciudad Juárez, Chihuahua, Culiacán, Mazatlán, Durango, Torrerón, Monterrey, Reynosa, Tampico, San Luis Potosí, Zacatecas, Acapulco y Zihuatanejo, y la de la ciudad de México, cuyo único patrimonio será el aeropuerto capitalino, ya que por sí solo atiende 36 por ciento de la demanda nacional.
Hasta el momento, según el jefe de la Unidad de Apoyo al Cambio Estructural de la SCT, Jorge Silberstein, se han recibido muestras de interés por parte de empresas extranjeras comercializadoras como BAA, National, Express, y otras operadoras de aeropuertos, entre ellas la del de Manchester; Schipol, en Holanda; París, Vancouver, San Francisco y hasta la empresa irlandesa Airrianta.
Por separado, Elías Ayub explicó que en el proceso de privatización aeroportuaria se fijarán ``candados'' para evitar el control o monopolio de una o más empresas por parte de los operadores. En todo caso, los operadores correrían el riesgo de perder la totalidad de sus inversiones, dijo.
Dentro del esquema, se prevé que los gobiernos de los estados en los que se encuentran los aeropuertos tendrían derecho a adquirir también un pocentaje de 10 por ciento del capital social.
Según el esquema de privatización aeroportuaria, además de los tradicionales grupos constructores-concesionarios de infraestructura como ICA, Tribasa, GMD o Gutsa, serían fuertes competidores grupos económicos como Palacio de Hierro, Liverpool, DESC, Opción o el Grupo Bal, encabezado por el empresario Alberto Bailleres, así como otros desarrolladores de centros comerciales.
Malls con pistas
La privatización mexicana se identifica como un esquema ``casi inglés'', ya que prevé dar prioridad a los espacios comerciales como fuente de ingresos, por sobre las operaciones de aterrizaje y despegue, sin descuidar los aspectos operativos y de seguridad.
Se busca que, en un momento determinado, los ingresos por espacios comerciales liberen a aerolíneas y pasajeros de diversos pagos, como la Tarifa de Uso de Aeropuertos (TUA).
Se espera que el primer contacto de un pasajero sea con los módulos de las aerolíneas para, inmediatamente después, pasar a una zona comercial rumbo a las oficinas migratorias y, una vez hecho ese tipo de trámites, volver a otras áreas comerciales hasta llegar a lo que actualmente se conoce como salas de última espera.
En esas zonas comerciales, explicó, el viajero encontrará mercancías de todo tipo y con precios, si no similares a los de tiendas especializadas de la ciudad, aún más bajos. De esa forma, se fomentaría el consumo de clientes, que en promedio a nivel mundial gastan alrededor de 100 dólares.