La Jornada 24 de enero de 1998

Clinton, entre el descrédito público y la presión judicial

Ap, Reuters y Ap, Washington, 23 de enero Ť El presidente Bill Clinton guardará silencio hasta el martes sobre su presunta relación con una joven ex empleada de la Casa Blanca, pero el escándalo continúa y este viernes el abogado de Monica Lewinsky no descartó que su cliente coopere con el fiscal independiente Kennet Starr, aunque adelantó que no se autoincriminará.

El próximo martes Clinton deberá rendir ante el Congreso su informe sobre el Estado de la unión, y es ``improbable'' que hable antes de ese día sobre las acusaciones de que habría obligado a Lewinsky a mentir sobre la supuesta relación sexual que mantuvieron durante 18 meses, dijo el vocero alterno de la Casa Blanca, Joe Lockhart.

Trascendió que había surgido un intenso debate en la Casa Blanca sobre la prontitud con la que Clinton debería responder a las acusaciones, que ya le costaron 10 puntos porcentuales en su popularidad. Sus asesores políticos pretendían que lo hiciera rápidamente, pero sus abogados estimaron que no tendría tiempo de reunir y verificar todos los hechos vinculados con el caso.

Clinton se reunió temprano con su gabinete para preparar el informe que rendirá el martes, mientras se desmintió la presunta salida de Robert Rubin del gabinete.

``Yo sé que muchos de ustedes se están preguntando sobre esta cuestión. Creo que es muy importante para mí que permanezca concentrado en el trabajo que estoy haciendo y para ustedes que permanezcan centrados en el trabajo que están haciendo'', habría dicho el mandatario durante el encuentro con sus colaboradores, refirió el vocero presidencial Michael McCurry.

Al término del encuentro, cuatro secretarios, entre ellos la titular del Departamento de Estado, Madeleine Albright, respaldaron al mandatario. Albright indicó que Clinton les reiteró que ``las acusaciones no son ciertas'', y ella dijo creer que ``son totalmente falsas''.

``Yo secundaré eso'', indicó el secretario de Comercio, William Daley. ``El presidente negó las acusaciones y yo le creo'', indicó a su vez el vicepresidente Al Gore.

Desde el miércoles, cuando estalló la polémica, Clinton negó haber incitado a Lewinsky a rendir falso testimonio en la causa por acoso sexual iniciada por Paula Jones en su contra, y también rechazó haber mantenido una relación ``impropia'' con Lewinsky, de 24 años de edad.

Lewinsky negó esa presunta relación el 7 de enero, durante una declaración jurada solicitada por los abogados de Jones.

Sin embargo, el fiscal especial Kennet Starr, quien investiga el escándalo político-financiero Whitewater, habría conseguido que una ex empleada de la Casa Blanca, Linda Tripp, le hiciera entrega de una serie de cintas en las que Lewinsky acepta haber mantenido una relación con Clinton y donde indica que Vernon Jordan, viejo amigo de Clinton, y el presidente la instaron a negarlo todo.

Starr recibió un mandato del Departamento de Justicia para ampliar su pesquisa y tratar de determinar si el presidente cometió perjurio y si obstruyó la justicia.

Si Starr encuentra evidencias de que Clinton intentó influir en Lewinsky para mentir, sus hallazgos podrían llevar a un eventual juicio político por parte de la Cámara de Representantes, indicaron expertos.

La acusación penal de incitar a otra persona a cometer perjurio conlleva una pena máxima de cinco años de prisión.

Presionaron a Lewinsky: Ginsburg

El abogado de Lewinsky, William Ginsburg, declaró hoy que Starr, supuestamente tras recibir las cintas de las conversaciones de Tripp con la joven, ``llevó engañada'' a Lewinsky a un hotel de Virginia del Norte y la interrogó durante ocho o nueve horas sin la presencia de un abogado.

Aunque Ginsburg dijo que no se cometió ningún delito con eso, reprochó los métodos del fiscal independiente: ``No me gusta la forma en que se realizó la investigación'', apuntó, y agregó que el fiscal ``presionó'' a la joven para obtener información sobre las supuestas relaciones sexuales.

Indicó que la joven y su familia, contribuyentes del Partido Demócrata, han recibido muchas presiones del fiscal.

Con todo, el abogado dijo que las negociaciones con Starr prosiguen, y no descartó la posibilidad de que Lewinsky pueda colaborar con la investigación a cambio de una promesa de que no deberá temer cargos en su contra, aunque adelantó que podría hacer uso de su derecho a no autoincriminarse, contenido en la quinta en- mienda constitucional.

De acuerdo con la cadena CBS, agentes del FBI habrían allanado el departamento de la mujer y habrían requisado varias cosas, entre ellas su computadora.

Lewinsky debía haber presentado nuevamente declaraciones juradas hoy ante los abogados de Jones, pero la juez del caso decidió aplazarlas, para dar tiempo a Ginsburg de preparar su estrategia legal.

Por lo pronto, las novedades de este viernes en el caso son que el Pentágono, donde Lewinsky trabajó hasta el mes pasado, recibió una citación judicial de Starr para entregar todos los documentos referidos a la contratación de la joven.

El embajador Bill Richardson recibió una notificación similar. Richardson habría ofrecido un puesto a Lewinsky en la embajada, pero la mujer lo rechazó.

No le creen al presidente

El mandatario estadunidense ha perdido 10 puntos porcentuales (de 60 a 50 por ciento) de popularidad a raíz del escándalo, según una encuesta dada a conocer hoy por CNN, y aunque ha negado las acusaciones en su contra, los dos principales diarios del país no le creen.

Las respuestas que ha dado son apropiadas para alguien contra quien se sigue una investigación criminal, pero ``no son suficientes para Clinton que es el líder de una nación'', escribió The New York Times, cuyo titular de editorial era ``Cuente toda la historia, señor presidente''.

The Washington Post se refirió a su vez a la presunta aceptación de Clinton, el sábado pasado, de que había mantenido una relación extramatrimonial con Gennifer Flowers, que negó desde 1992, lo que según el diario ``sólo puede hacer que la gente se pregunte si Clinton le ha hablado con franqueza al público''.

Flowers, quien ya prestó declaración ante los abogados de Paula Jones, afirmó no sentirse sorprendida por el último escándalo sexual de Clinton, a quien calificó de ser ``un hombre muy sexual con un gran apetito para el sexo''.

Por lo pronto, CBS informó que, en una grabación, Lewinsky se queja ante Tripp de que Clinton la engañaba con otras cuatro mujeres con las que, afirmó, mantenía relaciones sexuales simultáneas; tres de ellas eran empleadas de la Casa Blanca.