EL TONTO DEL PUEBLO Ť Jaime Avilés
El efecto alka-seltzer
Un mes después de la matanza de Chenalhó, el país experimenta -como no le había ocurrido desde el siglo pasado, cuando esto era frecuente- un fenómeno que bien podríamos calificar, usando la terminología en boga, como el efecto alka-seltzer: la conducción política se disuelve enmedio de gran efervescencia.
Véase si no: el modelo económico-financiero se aproxima de nuevo al colapso, a causa del ``infarto'' que sufrieron esta semana los mercados del petróleo, en donde el precio del crudo cayó a su nivel más bajo en los últimos cuatro años, rompiendo la barrera sicológica de los 15 dólares por barril.
Al mismo tiempo, los cambios dentro del gabinete han intensificado la guerra entre los salinistas que ocupan la mayoría de los puestos estratégicos, y la coalición que tan débilmente encabeza desde la Secretaría de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa.
Al mismo tiempo, los hallazgos hechos por la Asamblea Legislativa de la ciudad y el equipo de Cuauhtémoc Cárdenas -los escandalosos boquetes que Oscar Espinosa Villarreal dejó en las finanzas del ex DDF, así como las computadoras borradas tanto en la Procuraduría de Justicia como en las 16 delegaciones capitalinas-, colocan al presidente Ernesto Zedillo en la disyuntiva de mandar a la cárcel a su secretario de Turismo en un futuro no muy lejano, o enfrentarse al primer gobierno democráticamente elegido del Distrito Federal.
Al mismo tiempo, la repulsa internacional que desató la carnicería de Los Altos de Chiapas y la justa condena del Parlamento Europeo, acompañada de movilizaciones populares en todo el mundo que todavía no terminan, han desatado una crisis diplomática sin precedentes en la historia de México, que en breve se agudizará cuando aparezca el informe sobre los derechos humanos en nuestro país, que prepara el Departamento de Estado de Estados Unidos, y llegará a su clímax cuando en febrero comience el baile de máscaras de la certificación.
Y al mismo tiempo, Chiapas.
-No nos metamos -dice el tonto del pueblo- en la cosa del petróleo, que ni tú ni yo sabemos de eso, ni la hemos investigado. Vámonos tendidos a la guerra dentro del PRI. Cópiate esto...
El héroe de esta plana me entrega el editorial que en su número de esta semana publicó la revista Siempre! El párrafo viene encerrado en un marco de plumón y está salpicado con una gota de bloody-mary:
``A Francisco Labastida Ochoa no le bastará tener pláticas aisladas con los distintos actores para solucionar el problema chiapaneco. México necesita de un gran proyecto de transición y pacificación política que nadie -ni dentro del gobierno, pero tampoco dentro de los partidos de oposición- ha sido capaz de elaborar. Y de llegarse a elaborar, ¿quién cuenta con el liderazgo y la credibilidad suficiente para que se cumpla? El país se encuentra en uno de los momentos más dramáticos de su historia, porque mientras los retos son inmensos, los hombres son pequeños e incapaces, por consecuencia, de hacerles frente''.
-¿Te gustó? -me dice el tonto-. Pues lo que has leído es nada menos que la voz del grupo Atlacomulco. Así retoban por la caída de Emilio Chuayffet.
Yo levanto la vista, veo por la ventana a una juncal señorita que va pasando por el atrio de Nuestra Señora de Lourdes, y vuelvo a clavar los ojos en el editorial del antiquísimo semanario, que en otro de sus párrafos acusa a los zapatistas de haber ejecutado la matanza de Acteal: ``El EZLN parece tener, en cambio, una estrategia bien cronometrada: el pasado 22 de diciembre -a dos días de que comenzaran las vacaciones de fin de año, a nueve
días del cuarto aniversario del levantamiento armado en San Cristóbal de las Casas, a unas semanas de entrar al año político en que se renovarán diez gubernaturas y justo cuando comienza el tercer año de gobierno del presidente Zedillo-, un comando asesina a 45 indígenas tzotziles, y el obispo Samuel Ruiz culpa de ello al PRI''.
-¡El levantamiento armado de San Cristóbal! -observo-. O sea, que ya no es un conflicto de cuatro municipios sino de uno.
-Así que el EZLN organizó la matanza, ¿no? -dice el tonto sin hacerme caso-. Pues no es novedad: el unomásuno lleva semanas repitiendo lo mismo. Y ahora -agrega, sacando otro diario-, mira esto.
Es una parrafada breve de la columna de Pepe Grillo y se refiere a las próximas elecciones de gobernador en Tamaulipas. En resumidas cuentas, protesta porque el tapado del PRI es Marco Antonio Bernal, ex comisionado oficial de la Secretaría de Gobernación de Chuayffet para el diálogo de San Andrés, y dice: ¿cómo es posible que, después de haber firmado con los zapatistas una serie de acuerdos que ponen en riesgo la integridad territorial del país, ahora lo manden a gobernar un estado fronterizo como Tamaulipas, donde quién sabe qué acuerdos firmará con Estados Unidos?
-Ahí tienes -dice el tonto-. Salinas de Gortari está apoyando la precampaña presidencial de Manuel Bartlett y golpea a Bernal porque éste se alineó con Zedillo. ¿Acaso Bernal no era originalmente del grupo de Manuel Camacho y lo abandonó para aliarse con Luis Donaldo Colosio y Patricio Chirinos? ¿Y luego, acaso no rompió con Chirinos para aliarse con Zedillo?
-Eso ilustra cómo está la cosa allá adentro -le digo-. Pasemos al siguiente punto.
-No exageres -dice-. Es apenitas la punta del iceberg.
-Hablemos de Espinosa Villarreal -insisto-. Esta semana, la Contraloría ``descubrió'' que eran mínimas las faltas que el equipo del ex regente cometió cuando estaba al frente de Nacional Financiera.
-No vamos a perder tiempo, ¿verdad?, en demostrar que existe el más vivo afán por encubrir todas las maromas que Oscar Espinosa -dice el tonto- cometió en Nafin, luego en el PRI, luego en la regencia más las que se le acumulen esta semana en Turismo.
-Pero...
-Ya Samuel del Villar está investigando el asesinato del juez Abraham Polo Uscanga, relacionado con la quiebra de Ruta 100, y descubrió que todos los fiscales que metieron las narices en el tema se dedicaron únicamente a enredar el caso para proteger a los verdaderos culpables.
-Pero...
-No hay peros, maestro. Ahorita lo que urge es que la Asamblea Legislativa informe de una vez, y no hasta mayo, de qué tamaño fueron los boquetes contables, si los hubo, de Oscar Espinosa en el DDF.
-Acuérdate que esa investigación no la está llevando el PRD sino el Partido del Trabajo, concretamente el diputado José Narro -le digo-, quien por cierto está tratando de levantar una cortina de humo sobre esto, declarando junto con Beto Anaya que en Chiapas hay un golpe de Estado técnico.
-El PT nada más está encareciendo la mercancía. Primero, Narro crea enorme expectación cuando dice que ``descubrió'' un boquete de este tamaño en las cuentas que dejó Espinosa. Ahora dice que no será sino hasta mayo cuando informará detalladamente al respecto. Si no entrega las cuentas ya, a la mayor brevedad posible -subraya el tonto del pueblo-, todas las sospechas que pesan sobre el ex regente, le van a caer encima.
-Pasemos a la crisis diplomática -lo apuro-. Hoy habrá una gran manifestación en Roma y...
-No, mira, vamos a dejar eso para otro día. Me interesa más hacer una propuesta: que le demos al procurador Jorge Madrazo la Medalla ``Antonio Lozano Gracia'', por lo que vas a ver...
El ``gobierno'', bajo ningún concepto, puede aceptar que la matanza de Acteal fue un crimen de Estado. El Masiosare de mañana presentará una detallada relación de las contradicciones en que, sólo esta semana, incurrieron los principales operadores políticos del presidente Zedillo, en su esfuerzo por explicar los hechos del 22 de diciembre.
El licenciado Jorge Madrazo, profesionalmente enojado para variar, lanzó la hipótesis de la ``venganza'': la masacre, dijo, fue organizada en sólo cinco días, por el anciano Antonio Vázquez Secum, que en tan breve tiempo fue capaz de armar un escuadrón de la muerte, con modernos rifles de alto poder, y lo más importante, lograr que éste actuara con tal eficacia y precisión como si llevara meses o años adiestrándose para ello.
Pero cuando la carcajada nacional se acercaba al paroxismo de las lágrimas, Andrés Aubry y Angélica Inda, en La Jornada del miércoles 21, contaron la historia verdadera. Agustín Vázquez Secum, el finado hijo del ``Superviejito'', cayó asesinado el 17 de diciembre por los mismos paramilitares priístas que perpetraron el holocausto de Acteal. ¿La causa? Don Agustín, aunque era militante del PRI, se negaba a colaborar económicamente con las hordas de su partido que recaudaban dinero entre los suyos para comprar las municiones y otras cosas del grupo.
En síntesis, el priísta Agustín Vázquez Secum, fue eliminado por priístas. Y esta hipótesis debe ser investigada a fondo por Jorge Madrazo, por más que los voceros de palacio que todos conocemos exijan, con argumentos insostenibles, dictados por la exasperación, que le creamos al señor procurador.
En diciembre de 1994, cuando la economía nacional estaba a punto de reventar, las voces más influyentes y más duras del salinismo aconsejaron, y convencieron, al presidente Zedillo de la necesidad de no ver y no oír a las multitudes que le demandaban promover, como primera medida de su sexenio, medidas políticas para resolver la doble crisis que en ese momento se vivía en Tabasco y en Chiapas. Zedillo prefirió hacer caso a quienes le habían tendido la trampa de ``los errores de diciembre'' y los resultados están a la vista. Hoy la estratagema se repite.
El régimen carece de espacio de maniobra para aplastar a las comunidades zapatistas, y menos ahora cuando tantas fuerzas, que según esto lo apoyan, pelean ferozmente entre sí, y menos ahora cuando la economía nacional está de nuevo al borde de la barranca. Síntoma de que el titular del Ejecutivo se ha percatado de la amenaza que nada en círculos de tiburón en torno de él, es el discurso que pronunció ayer en Yucatán, en donde sin embargo no tocó los cuatro puntos cruciales de su desacuerdo con el EZLN. Lo agradecible, al menos, es que el tono beligerante otra vez ha cambiado.
El ``gobierno'', hay que repetirlo, perdió hace mucho esta curiosa guerra florida que pacíficamente han sostenido en su contra los más pobres de los pobres del país. Ahora, lo que sigue, no es pactar la rendición de nadie, sino reconocer y estampar en la ley que la fuerza de una nueva realidad se ha impuesto.
-Uy, mano -dice el tonto del pueblo-, pues entonces falta muchísimo.
-Por eso -interviene uno de los meseros Ramazzoti-, con mayor razón, hoy tenemos que volver a ir todos a la manifestación de esta tarde en el Zócalo.
-No seas panfletario -lo ataja el tonto-. Me vas a echar a perder esta plana...