La Jornada Semanal, 25 de enero de 1998



VOCES PROXIMAS*


El tiempo y la hora


Forrest Gander



Versión: Pura López Colomé

* Los días 20 y 21 de enero se presentaron, en la Casa Lamm, seis * poetas estadunidenses, quienes ofrecieron algunos de sus poemas * recientes en versiones realizadas por otros seis poetas * mexicanos. Bajo el titulo ``Voces próximas'', las lecturas fueron * promovidas por la Academy of American Poets, el Instituto Cultural * Mexicano de Nueva York y el Centro Cultural Casa Lamm, bajo los * auspicios del Fideicomiso para la Cultura México/ Estados Unidos y * el CNCA.



El cáncer de San Peregrino


Judith Hall

Sus milagros abreviados, La vida de los santos

El prado famoso que cruzó, oblicuamente, como cangrejo, Se dispersaron para ocultarse de su bastón de cornejo, El trébol olía al vino de la región, y ahí

El encabezado ``Bizantino y mediterráneo''

Como ``Raro y sudoroso''. Era raro y sudoroso Las parábolas que deseaba que recitaran los niños perplejos

Y el pasto no difería de su duda, chamuscado y creciente.

Ni lo que en tal desesperanza silenciaría al silencio: traducido El público de hoy entendería. Se fue Significa ``cruzar el prado''; irse, cojo Al estornudar arruinó su lindo sufrimiento, Alguna vez pedí su crisis, tatuada en mi muslo. Abordable: ``Hola. Veo por tu muslo

``¿No nos conocemos? Sé que tu muslo no difiere

Falsamente romántica elegida con estas mutilaciones. Para horadar: una muesca para la tira de metal; el azul amodorrado Mi madre hizo la crónica de su cobalto, quimio,

Sus años de eso; su ``Valentía, dijeron los doctores''.

Quise más. No podía evitarlo, imaginaba Tenlo y sobreponte, tenlo y sobreponte,

El diagnóstico; una cirugía; el recuerdo de las puntadas,

Sombras de plasma; guindas duplicados y rosas El violeta moteado y los ramilletes malvas aplanados; Almizcle robusto y carmín enmohecido. ¡Madame de Pompadour, Una comida de señoras, donde se juntaron los arcos de los sombreros Que jamás había visto. Los velos ondulantes En ``Estás delgada, tan delgada, tan delgada, tan delgada'', así que

Versión: Tedi López Mills



Dos poemas


Harryette Mullen


(Elíptica)

Parece que ellos no son capaces de... Deberían hacer un mayor esfuerzo para... Podrían ser más... Ellos nunca... Ellos siempre... Algunas veces ellos... Una que otra vez ellos... No obstante es obvio que... En general han estado inclinados a... Las consecuencias de eso han sidoÉ No parece que entiendan queÉ Si sólo hicieran un esfuerzo para... Pero sabemos lo difícil que para ellos es... Muchos de ellos siguen sin haberse dado cuenta de... Algunos que deberían estar más conscientes de eso simplemente se rehúsan a... Claro, es que han estado en desventaja por... Por otro lado, se sienten obviamente con derecho a... De verdad no podemos olvidar que ellos... Tampoco se puede negar que ellos... Sabemos que esto ha tenido un enorme impacto en su... Sin embargo su comportamiento nos parece... Desafortunadamente nuestras interacciones han sido...


(Todo lo que ella escribió)

Perdóname, no soy buena para esto. No puedo contestar. Nunca leí tu carta. Creo que no recibí tu nota. No he tenido fuerzas para abrir el sobre. El correo se amontona en la puerta. Tu letra es ilegible. Tus postales llegaron borradas. ¿Te lavas el pelo húmedo? Cualquier documento que quieras enviar va tener que encontrarme primero. Nunca fue entregado el paquete. Lamento decir que no puedo responder a tus inexpresados deseos. Nunca recibí el libro que enviaste. Por cierto, me robaron la computadora. Ahora soy incapaz de procesar palabras. Sufro de afasia. Acabo de regresar de Kenia y Corea. ¿No te ha llegado todavía ninguna tarjeta mía? Se me olvidó lo que iba a decir. Todavía no puedo encontrar una pluma que sirva y ya rompí mi lápiz. ¿Sabes lo escaso que está el papel en estos tiempos? Reconozco que no he estado reciclando. Nunca tengo tiempo para leer el Times. Me ha quedado sin bolsas del super para echar las noticias atrasadas. No fui al mercado. Quería recortar los cupones. Todavía no leo el correo. No puedo ni atravesar la puerta para ir a trabajar, así que me reporté enferma. Me fui a la cama con calambres de escritor. Si fuera incapaz de volver a escribir quizá terminaría mis lecturas atrasadas. Entonces Oprha apareció con una autora fabulosa haciendo de ella el libro más vendido.

Versión: Pedro Serrano