Carlos H. Avila Bello*
Esfuerzo de conservación

Los recursos forestales del país padecen un deterioro muy acelerado. Se calcula que al ritmo actual, y en el mejor de los casos, para el 2000 sólo quedará 20 por ciento de la vegetación original. La conservación de los recursos fitogenéticos, es decir, las plantas, se puede efectuar de dos formas: ex situ (fuera de su lugar de origen), como en bancos de germoplasma, o in situ, es decir, en el lugar donde aún se encuentran las especies.

Los jardines botánicos y los parques ecológicos pueden cumplir esas dos funciones, pero además sirven para educar a la población, especialmente a los niños, respecto a la utilidad de esos recursos, por qué conservarlos y cómo participar en su preservación.

Hace algunos meses participamos en el esfuerzo que realizan en Córdoba, Veracruz, los miembros del Patronato del Parque Ecológico Paso Coyol. Este cumple cinco funciones básicas:

1) Conservación de los recursos, ya que una sección está destinada a recuperar la vegetación original de la ciudad (selvas alta y mediana); ya se han plantado varios elementos arbó-reos que constituían la selva en la zona (sombrerete, hule mexicano, xochicoahuitl, ceiba, zapote niño, palo de agua y otros más).

2) Mostrar el potencial de adaptación de plantas exóticas útiles a las condiciones del trópico mexicano; ya se han plantado también algunas plantas útiles como maracuyá, caimito, framboyán y araucaria, entre otros.

3) Esparcimiento (en el parque pueden reunirse las familias a convivir y pasar un rato agradable).

4) Cuando los árboles alcancen cierto tamaño se podrá usar el parque como área de observación para obtener datos científicos, por ejemplo en trabajos de fenología; al mismo tiempo, se obtendrán semillas para su establecimiento en vivero y reforestar diferentes zonas de la ciudad con especies nativas.

5) La recuperación de la vegetación original necesariamente permitirá también el restablecimiento paulatino de algunas especies de fauna. En el futuro se espera construir un edificio donde se impartirán de mejor manera los cursos de educación ambiental que actualmente se ofrecen a escuelas primarias de la ciudad; del mismo modo, se prevé contar con un auditorio para proyectar películas relacionadas con la conservación de la biodiversidad.

El trabajo con el patronato nos ha llevado a conoce otros sitios. Me llamó mucho la atención, por el empeño que se pone en ello, el Parque Ecológico del Ajusco, en él se efectúa una tarea muy importante por dos razones:

1) Se promueve la participación de los pobladores cercanos en la recolección de bellotas de encino, las cuales son seleccionadas y colocadas en bolsas para su germinación. A lo largo del proceso participan los niños, y posteriormente se les entrega el árbol surgido de la semilla que colectaron; también se realizan juegos ecológicos y recorridos para que niños y adultos aprendan acerca de la vegetación y la fauna silvestres.

2) Se conserva una zona que cumple dos funciones fundamentales: es fuente de aire limpio para la ciudad y permite la recarga de diferentes mantos acuíferos que proporcionan agua a la urbe.

De ambos casos destacan algunas aspectos comunes: es un esfuerzo voluntario y constante para no abandonar la tarea, hay pocos recursos económicos y la participación mayoritaria es de mujeres. Me parece que si las instancias oficiales adecuadas (Semarnap, por ejemplo) o alguna ONG analizaran el trabajo que se lleva a cabo en esos parques y la visión de futuro que se ha tenido al crearlos y defenderlos, no dudarían en brindarles apoyo. Esperemos.

* Programa de Agroecología Colegio de Posgraduados en Ciencias Agrícolas