Falleció el crítico taurino Jaime Avilés Ortiz, Lumbrera
La Jornada ha perdido a uno de sus colaboradores más recientes y a la vez más antiguos. Lumbrera fue el pseudónimo que desde 1946, cuando se inauguró la Monumental Plaza de Toros México, utilizaba el abogado Jaime Avilés Ortiz a lo largo de su intermitente carrera de periodista taurino. Las ``lumbreras'' eran las últimas localidades de las antiguas plazas de toros, que en el siglo pasado se iluminaban con antorchas. Desde aquellas alturas, nuestro Lumbrera -nacido en 1929, amigo de Carlos Arruza y de Luis Castro El Soldado, aficionado práctico desde su remota juventud- colaboró en el legendario Redondel de Bitar e Icaza, en el viejo ¡Siempre! de Pagés Llergo, en El Financiero donde creó la columna Crónica de crónicas, y desde el año pasado en La Jornada, donde antes de retomar su disfraz, firmó un tiempo como Paco el Brujo. En este breve espacio, donde es imposible reseñar una vida tan intensa y diversificada, nos unimos al dolor de quienes lo despiden con un cálido ¡Hasta siempre!.