Monica Lewinsky, ansiosa por ``contar todo''; ``fantasías'', dice la Casa Blanca
Reutes, Afp y Ap, Washington, 25 de enero Ť Monica Lewinsky, la mujer de 24 años de edad, quien habría mentido sobre su supuesta relación sexual con el presidente Bill Clinton, está muriéndose por ``explicar la historia'', pero requiere que el fiscal independiente Kenneth Starr le otorgue inmunidad judicial, informó hoy el abogado de la joven, William Ginsburg.
Tras estallar el escándalo a principios de la semana, Clinton negó haber mantenido una relación ``impropia'' con la joven. Pero, la Casa Blanca mantiene silencio desde el miércoles sobre las acusaciones de que Clinton habría cometido perjurio y obstrucción de la justicia, al presuntamente haber inducido a la joven a negar la relación sexual. Lewinsky negó esa relación en una declaración jurada ante los abogados de Paula Jones, quien acusa al presidente de hostigamiento sexual. El pasado día 16, Clinton también la negó cuando acudió a un interrogatorio de seis horas en el marco del juicio que inició en su contra Jones.
Starr, quien también investiga el escándalo político-financiero Whitewater, trata de determinar si Clinton cometió perjurio y obstruyó la justicia. Según ha trascendido, el fiscal independiente tiene en su poder varias cintas grabadas subrepticiamente, en las que Lewinsky acepta ante Linda Tripp haber mantenido una relación sexual con el presidente.
La Casa Blanca está tratando de armar una ofensiva para frenar el escándalo, que sigue costando puntos de aceptación a Clinton. De acuerdo con la agencia Ap, además de trabajar en el discurso sobre el Estado de la Unión que debe ofrecer el martes Clinton ante el Congreso, sus asesores más cercanos están también dedicados a elaborar un caso documentado para la defensa de Clinton: que cualquier relación entre Clinton y Lewinsky fue estrictamente amistosa, y que el resto era una fantasía de la joven, obsesionada con estar cerca del jefe del Ejecutivo, por quien sentía una fuerte atracción. Ap agregó que los asesores se preparaban a dar a conocer incidentes específicos en respaldo a toda esta situación.
Sin embargo, Clinton sigue guardando silencio, que rompió este domingo la Casa Blanca para negar versiones difundidas por la cadena ABC, según las cuales ``en la primavera de 1996, el presidente y Lewinsky fueron sorprendidos in fraganti en un encuentro íntimo en un área privada de la Casa Blanca''. Añadió que poco después de este presunto incidente, la joven fue trasladada al Pentágono, donde permaneció hasta diciembre pasado.
Medios de prensa indicaron que dos ex colaboradores presidenciales habrían sido informados de este suceso. Pero el vocero alterno de la Casa Blanca, Joe Lockhart, negó que los ex asesores Leon Panetta y la ex subjefa de gabinete Evelyn Lieberman ``hubieran recibido informes verbales o de otro tipo sobre cualquier encuentro sexual o íntimo entre el presidente y la señorita Lewinsky''.
Aunque Clinton, quien junto con su esposa hicieron su primera aparición pública tras el escándalo para acudir a un servicio religioso, uno de los ex colaboradores, James Carville, estratega de la primera campaña presidencial del demócrata, atacó hoy la labor de Starr: ``hay otra versión de esta historia, los estadunidenses van a terminar asqueados por estas acusaciones falaces. Va a haber guerra'' con el fiscal independiente, declaró.
Las negociaciones del fiscal
Starr estaría negociando con el abogado William Ginsburg la inmunidad para la joven. Ginsburg declaró hoy al programa This Week de la cadena ABC está deseosa de explicar su versión, pero que el fiscal debe antes garantizarle inmunidad. ``Nos morimos por explicar la historia'', señaló Ginsburg, quien confirmó que el FBI requisó el jueves varias cosas del departamento de la joven, entre ellas pantalones, algunos libros, entre ellos uno de poemas firmados por Clinton, y un vestido.
Confirmó el defensor de la joven que los agentes bajo las órdenes del fiscal Starr investigaban una versión de que ``había un vestido que podría ser en términos del forense, importantes en cuanto a pruebas de ADN''. Ayer, el diario The New York Times reveló que en las conversaciones con Tripp, Lewinsky le refirió que tenía un vestido con rastros de semen de Clinton.
El abogado Ginsburg manifestó que su cliente está dispuesta a cooperar con la investigación de Starr, pero que requiere que le garantice inmunidad judicial, pues podría ser acusada de perjurio. Indicó que espera que el fiscal reanude las negociaciones para llegar un acuerdo.
Las conjeturas
Este fin de semana salieron a la luz pública presuntos detalles, cada vez más subidos de tono, sobre esta presunta relación y la conducta del presidente. La prensa local discurre para determinar si una relación es o no una relación sexual, especula con hipotéticas conversaciones eróticas telefónicas y nocturnas entre Clinton y Lewinsky, y habla de los restos de esperma presidencial sobre el ya famoso vestido de la joven guardado como recuerdo.
En todo caso, el escándalo sigue mermando la popularidad de Clinton. Una encuesta de Los Angeles Times indicó este día que de mil 191 adultos consultados, 51 por ciento considera que si Clinton mintió bajo juramento debe ser sometido a juicio político y 61 por ciento que se mostró partidario de que en caso de que hubiera pedido a la joven mentir, debería ser forzado a abandonar el puesto. Otro muestreo de la cadena ABC indicó que el índice de aprobación presidencial cayó a 51 por ciento desde el 59 por ciento de el pasado lunes.