"Troglodita", preferir el avance económico aun a costa de vidas, dice el obispo
Alma E. Muñoz Ť ``Que nadie incite a los pobres de Chiapas a tomar venganza y menos en nombre de alguna religión'', pidió ayer el obispo de Tapachula, Felipe Arizmendi, durante su homilía dominical.
En tanto, el obispo auxiliar de la arquidiócesis de México, Jesús Martínez, informó que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) invitó a cada una de las diócesis del país a realizar actos de oración para alcanzar la paz y la reconciliación en el estado del sureste. De igual manera, mencionó que los católicos ``estamos necesitados de un gran proyecto de transición y pacificación''.
Los mensajes religiosos en torno a los sucesos en Chiapas resaltan que ``la estrategia del agotamiento y la simulación ante los grupos paramilitares fuertemente armados (y) dispuestos a cualquier tipo de acción, constituye el peor de los escenarios para la entidad chiapaneca y para el país''.
No obstante, confían en la voluntad presidencial para alcanzar coincidencias que lleven al reinicio del diálogo en San Andrés Larráinzar.
``Si hoy en el estado de Chiapas tuviéramos más en cuenta la palabra de Dios, tanto nuestras autoridades de todos los niveles como quienes integramos la Iglesia, no habría desterrados, desplazados, perseguidos; no habría tanta desolación y zozobra. Si de verdad hiciéramos caso a la santa Biblia, no habría asesinatos, odios, envidias, venganzas, robos, calumnias, ofensas y agresiones; no se recurriría al poder de las armas, como tampoco a las piedras y los palos. Nadie amenazaría a quienes piensan diferente'', mencionó el obispo de Tapachula.
El mensaje eclesiástico pidió que se dejen atrás venganzas y odio, ``cadena que aprisiona sentimientos, mentes y corazones y trae más miseria y opresión''.
Los cristianos, dijo el prelado, ``debemos comprometernos en hacer posible la liberación de los cautivos y oprimidos, la curación de los ciegos, la evangelización de los pobres. Si alguien no lo hace, no es seguidor de Cristo. Quien, por lo contrario, se opone a que sean reconocidos los justos derechos de los pobres, sobre todo de los indígenas, niega en su vida la fe cristiana, colabora en la desgracia permanente y es culpable de que sigan en la opresión''.
Por su parte, Jesús Martínez Zepeda mencionó en la Catedral Metropolitana que las autoridades, los comisionados y múltiples analistas de todas las corrientes políticas buscan ``con fatiga'' los caminos de una solución a fondo y definitiva.
``Los creyentes estamos llamados también en esta hora a dar nuestra aportación, que no ha de ser con más declaraciones que puedan venir a aumentar el vocerío y la confusión, sino por el llamado a la penitencia y la oración para que en los corazones de todos los mexicanos pueda florecer el perdón, la reconciliación y la paz'', expresó.
Unámonos a las súplicas de la Iglesia universal para que se restablezca la unidad de todos los cristianos, fue la petición del religioso, quien se hizo eco al llamado de la CEM para, por el camino de la oración, pedir el cese a la violencia en Chiapas.
Finalmente, Felipe Arizmendi convocó a todos los católicos a sumarse a la peregrinación que hoy realizarán en San Cristóbal de las Casas las diócesis de Tuxtla Gutiérrez y Tapachula.