La Jornada 27 de enero de 1998

La visita papal ``reconoce y legitima'' al gobierno cubano, dice líder de la disidencia interna

David Aponte, enviado, La Habana, 26 de enero Ť La visita del papa Juan Pablo II a Cuba representa una forma de ``reconocimiento y legitimidad'' al gobierno del presidente Fidel Castro, estimó hoy Elizardo Sánchez, uno de los principales disidentes en esta nación caribeña y dirigente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN-ilegal).

``No esperamos un milagro'' como resultado del viaje papal, pero ``cabe esperar que el gobierno de Cuba aproveche este impacto positivo y esta renovación de legitimidad interna y externa para llevar adelante las reformas democráticas que necesita la sociedad cubana, y no meros cambios cosméticos'', sostiene.

Entrevistado en su casa --en cuyos muros se aprecian fotografías con el ex mandatario español Felipe González, el actual presidente del gobierno español, José María Aznar, el estadunidense Ted Kennedy y el presidente francés Jacques Chirac-- el activista consideró que Cuba requiere de una reforma gradual orientada al respeto de los derechos civiles y políticos, como el de libre asociación.

``Por ahora, el modelo pluripartidista no es prioritario, porque primero está el respeto a esas garantías y a las leyes nacionales'', añade.

Otros aspectos de suma importancia para la transición democrática están en el plano internacional: el impulso de los paí- ses del continente, principalmente de México, para la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos; el levantamiento del bloqueo económico de Washington contra La Habana, y la reincorporación de la isla al sistema interamericano, principalmente a la Organización de Estados Americanos, enumera.

``Con la misma energía con la que critico al gobierno cubano en el tema de los derechos civiles y políticos, condeno las prohibiciones de venta de alimentos y de medicinas de Estados Unidos a Cuba. Mantener esa prohibición es inhumano e inmoral'', asegura.

Sánchez critica también la posición del exilio cubano en Miami: la creencia de que el endurecimiento del bloqueo va a mejorar la situación política en Cuba es totalmente ``errónea, y sólo afecta a la población''.

--El Papa habló de abrir a Cuba y de que el mundo se abra a Cuba, y de la reconciliación nacional. ¿Qué trajo la visita papal?

--Esta visita, que por cierto es la más relevante que ha realizado algún dignatario procedente del extranjero a Cuba en toda nuestra historia, estoy seguro que va a tener un impacto importante y positivo en la sociedad cubana, hasta el punto de que podrá hablarse de una Cuba antes de la visita del Papa y una Cuba después, como un parteaguas.

Lamentablemente no espero un milagro, entre comillas para que mi amigo el cardenal (Jaime Ortega) no se ponga bravo, como resultado de esta visita. Intuyo que tampoco el Vaticano o la Iglesia cubana creen que puede ocurrir un milagro en el corto plazo, bajo la forma de cambios espectaculares de la noche a la mañana. Eso me parece impensable. Por lo demás, creo que más bien Cuba necesita, necesitará, muchos años de trabajo esforzado de todo el pueblo, con importante protagonismo por parte del gobierno, y una relevante ayuda internacional para solucionar los muchos problemas del país.

Tenemos una crisis en la economía, en la política, en lo social, en la cultura, y en la identidad nacional, un problema de los valores morales de la sociedad. Va a haber el impacto (de la visita), pero sin ningún milagro'', insistió.

--¿Quién gana con esta visita?

--El pueblo de Cuba, pero también puede ganar mucho el gobierno. El pueblo de Cuba, las Iglesias, principalmente la católica, y también el gobierno, porque creo que esta visita, además de ocasión para expresar criticas y preocupaciones de la Iglesia sobre problemas reales que hay en el país, también ha sido una forma de reconocimiento para nuestro gobierno, un gobierno que acaba de concluir un proceso comicial, de votación nacional, en el cual resultó evidente la renovación del mandato y de la legitimidad que otorga la ciudadanía al gobierno.

Al producirse la visita del Papa, se subraya aún más el reconocimiento internacional y la propia legitimidad interna. Cabe esperar que el gobierno de Cuba aproveche este impacto positivo y esta renovación de legitimidad interna y externa para llevar adelante las reformas democráticas que necesita la sociedad cubana, y no meros cambios cosméticos, como se han hecho en los últimos años, concluye.

Para Elizardo Sánchez, una modificación de gran envergadura estaría vinculada con el respeto de la autoridad cubana al derecho de asociación, y a que los grupos pudieran trabajar al interior de la sociedad civil.

En relación con el tema de los presos de conciencia, el líder disidente --quien también ha estado varias veces encarcelado-- dice que espera una respuesta a corto plazo a la petición que Karol Wojtyla hizo a Castro para la liberación de los mismos. Su organización entregó al Vaticano y a algunas embajadas acreditadas en el país la lista de los detenidos, que estima en unos 500. El Vaticano, por su lado, anunció anoche que La Habana dijo que estudia el pedido papal para dar una ``pronta respuesta''.

De hecho, el gobierno cubano ya había iniciado el proceso de excarcelación, y la solicitud del Papa podría alentar la liberación de otras personas, por lo que Sánchez agrega: ``No nos extrañaría un anuncio de esa naturaleza en el curso de la semana''.