Censuran una obra de teatro en la delegación Benito Juárez
Angeles Cruz Ť La obra de teatro Tiempo para vivir, que expone la problemática del VIH, los riesgos y las alternativas para prevenir el contagio, se ha presentado en por lo menos 20 escuelas de nivel medio superior y diversos foros durante dos años con el aval del Consejo Nacional de Prevención y Control del Sida (Conasida).
Sin embargo, el lunes pasado la Unidad Cultural de la delegación Benito Juárez negó el permiso para una presentación en el teatro María Teresa Montoya, al considerar que la puesta en escena ``en nada contribuye'' y está ``muy mal hecha''.
Alicia García Cortés, representante de la asociación civil que trabaja en la obra, explicó que desde marzo de 1996 han rentado en unas 10 ocasiones el escenario María Teresa Montoya.
El único requisito era, antes de diciembre pasado, pagar mil pesos por cada presentación, cubrir el sueldo de técnicos y personal de limpieza y que el foro no estuviera ocupado para otro acto, señaló.
Pero ahora, agregó, la nueva jefa de la Unidad Cultural en Benito Juárez, Erica Rodríguez Mireles, exigió una ficha técnica y una audición para ``verificar la calidad cultural'' de Tiempo para vivir. Un poco incómoda por el cuestionamiento, la agrupación aceptó las peticiones y el lunes 26 se llevó a cabo la presentación para las autoridades delegacionales.
El problema fue que la funcionaria no vio la obra completa y media hora después de que comenzó la representación, se levantó de su butaca y dijo que tenía fallas de estructura dramática y no creía que contribuyera en nada a la concientización de la sociedad sobre el problema del sida.
Desde el principio, Rodríguez Mireles cuestionó a los representantes de la asociación civil sobre los sueldos que perciben, el costo de los boletos y las instituciones o grupos que los respaldan, e incluso dijo que podrían ser parte de Pro Vida.
Edgar Monarrez, autor del libreto, explicó que los boletos tienen un costo de 40 pesos, que sirven para financiar tres cursos y talleres para los asistentes a la obra. En uno se les proporciona información avanzada sobre el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y la utilización correcta del condón. Un segundo taller aborda el tema de las prácticas de sexo seguro y sexo protegido, y otro más tiene como fin impulsar a los jóvenes a interiorizar lo aprendido y crear sus propias formas de expresión y enseñanza hacia los demás.
Detalló que en los últimos meses han presentado el trabajo en Ciudad Nezahualcóyotl, donde ``es obvio que no podemos pedirles 40 pesos y los chavos pagan lo que pueden, siete u ocho pesos. El chiste es que logremos incidir e incrementar sus conocimientos sobre el sida''.
En sus inicios, Tiempo para vivir buscó el apoyo financiero de empresas fabricantes de condones para no tener que cobrar a los asistentes a la obra, pero ``nadie se interesó en el proyecto'', señaló Monarrez. Si por lo menos se tuviera el apoyo de difusión sería posible estabilizar la producción y en corto tiempo hacerla autofinanciable.
Destacó que los cursos y talleres, con una duración de 12 horas, son básicos para dar continuidad al trabajo que inicia con la presentación de la obra, porque quien ``asiste al teatro puede ser que aprenda algo, pero no a profundidad''. Después de la presentación se realiza un debate y con apoyo de especialistas de Conasida y organizaciones no gubernamentales se responde a las dudas del público. A la fecha, Tiempo para vivir ha llegado a unos 8 mil jóvenes, la mayoría ha participado en los talleres e incluso han alcanzado la etapa de aprender a proporcionar a otros la información recibida.
La obra, dirigida por Adalberto Roseti, se ha presentado en el teatro Aldama, unas 20 escuelas públicas y privadas, e incluso formó parte de las actividades culturales durante el Cuarto Congreso Nacional sobre Sida, en octubre pasado.
Ayer, luego de la intervención de Conasida y algunas ONG, la delegación Benito Juárez avisó a Alicia García Contreras que sí podrían utilizar el teatro María Teresa Montoya, pero de todas formas tendrían que informar del monto de los sueldos de los participantes y el costo de los boletos.
Tiempo para vivir habría aceptado la propuesta si no fuera porque ya tienen asegurada la presencia de 400 personas para este sábado, ``a las que no podemos defraudar porque después ya no creerían en nosotros'', y por eso desde el lunes la agrupación obtuvo el permiso para presentar la obra en el Centro Cultural San Angel, a las 16:30 horas.