La Jornada 29 de enero de 1998

Amainó el escándalo sexual de Clinton tras su informe del estado de la nación

Reuters, Ap y Afp, Washington, 28 de enero Ť El presidente Bill Clinton no volverá a hablar pronto sobre su presunta relación con Monica Lewinsky porque se realiza una investigación al respecto, anunció hoy la primera dama Hillary Rodham Clinton, quien reiteró que ``profesionales de la derecha'' están actuando contra el jefe de la Casa Blanca.

Por segundo día consecutivo Rodham salió en defensa de su marido y volvió a negar las acusaciones según las cuales Clinton mantuvo una relación sexual de 18 meses con Monica Lewinsky, cuando ésta trabajaba como pasante en la Casa Blanca.

Además, al presidente se le acusa de haber forzado a la joven, ayudado por su amigo Vernon Jordan, a mentir sobre su relación en una declaración jurada, lo que constituiría delitos de perjurio y obstrucción de la justicia.

Clinton ha negado cuatro veces las acusaciones, la última vez el lunes, y mantiene silencio al respecto desde ese día, y al parecer, la estrategia de la presidencia ha dado resultados.

Hoy varias encuestas indicaron que el mensaje de Clinton ayer sobre el estado de la unión tuvo buena acogida entre la mayoría de los estadunidenses, que también estimaron que el mandatario puede gobernar y ser un buen ejemplo moral.

De acuerdo con un sondeo de CNN, 78 por ciento de los estadunidenses confía en que Clinton puede cumplir con sus deberes como presidente, 48 se declaró ``muy confiado'' del presidente, y el número de los que opinan que constituye un mal ejemplo moral se redujo de 61 a 47 por ciento.

El mandatario abandonó hoy la Casa Blanca y voló a Illinois para comenzar a promover su agenda política: en Champaing-Urbana fue recibido por una entusiasta multitud, pero cuando abandonaba esa localidad su avión se salió de la pista y quedó atrapado en el lodo, lo que retrasó una hora su partida hacia Wisconsin.

Con todo, el ex jefe de gabinete, Leon Panetta, debió testificar hoy durante casi ocho horas ante un gran jurado federal que investiga las acusaciones.

Panetta fue jefe de Lewinsky en la presidencia y debió explicar ``en detalle las operaciones de la Casa Blanca y el diseño físico de la Casa Blanca''; el ex colaborador de Clinton declaró que nada sabía de ``ninguna relación impropia, sexual ni de otro tipo'' por parte de Clinton.

Pero al término de su declaración, Panetta recibió un citatorio para testificar en el caso de Paula Jones, la mujer que acusa a Clinton de acoso sexual y en cuyo caso testificó Lewinsky y el propio presidente durante más de siete horas hace una semana.

Por su parte, el abogado de Lewinsky, William Ginsburg, sigue negociando con el fiscal especial Kenneth Starr acerca de obtener inmunidad para su cliente a cambio de su cooperación.

Ginsburg dio a Starr un sumario verbal, o propuesta, de que la joven de 24 años testificaría y al parecer las dos partes están cerca de lograr un trato.

Ginsburg declaró a CNN que si Starr le concede a su cliente la inmunidad, los fiscales ``podrían realizar varios procedimientos legales, incluso exámenes con detectores de mentiras a fin de apuntalar su credibilidad y asegurarse de que... lo que diga corresponde a la verdad''.

La abogada del presidente

Hillary Rodham Clinton se ha convertido desde el martes en la mejor defensora del jefe de la Casa Blanca.

La primera dama, quien ejercía la abogacía en Arkansas y era considerada una de las cien mejores del país cuando su marido era gobernador de ese estado, se presentó hoy nuevamente en varios programas televisivos para rechazar las acusaciones contra Clinton, y anunció que el presidente no volverá a hablar sobre el caso mientras no concluya la investigación en marcha.

``Nadie puede esperar que el presidente diga algo más públicamente.

Si no hubiera una investigación, él podría, pero como existe una investigación, ni puede'', declaró Rodham, y añadió que considera que el hecho de que no pueda explicar detalladamente el asunto ``debe ser muy frustrante para el pueblo, pero es la forma como el sistema funciona''.

Añadió que tampoco declarará públicamente Jordan.

El martes, Rodham Clinton denunció una ``conspiración de la derecha'' contra su marido y criticó a Starr, quien desde hace años investiga el escándalo político-financiero Whitewater, donde está involucrada la pareja presidencial.

``No creo que quepa la menor duda sobre el hecho de que profesionales de la derecha obran para sus propios objetivos e intereses'', reiteró hoy la primera dama.

``Existen tantas relaciones raras entre numerosas personas y diversos institutos y organismos que esto merece una investigación seria'', añadió al aludir los lazos con algunas organizaciones derechistas de Paula Jones y de Starr con los republicanos.

Rodham Clinton consideró que los tibios desmentidos iniciales de su marido sobre las acusaciones, cuando el escándalo comenzó la semana pasada, se debió a que estaba en la ``incómoda situación'' de tener que ocuparse de las mismas mientras intentaba reactivar el proceso de paz en Levante.

Recordó que por esos días se encontraban en Washington el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y luego el presidente palestino Yasser Arafat, y Clinton ``no quería estar hablando sobre asuntos que no afectan de ninguna manera la paz en Medio Oriente, nuestras relaciones con otros pueblos en todo el mundo''.

A pesar de los insistentes desmentidos sobre las acusaciones contra Clinton, trascendió este día que Starr solicitó testimonios de agentes del servicio secreto que podrían respaldar los alegatos sobre la supuesta relación sexual del presidente con Lewinsky, y que se estarían negociando los términos en que los agentes rendirían sus declaraciones ante los fiscales.

Además, el diario Dallas Morning News afirmó que un miembro del servicio secreto informó haber visto ``un incidente ambiguo'' entre el mandatario y la joven.

El diario retiró el lunes una información similar de su primera página, pero este miércoles indicó que la versión era correcta, y la información apareció en su página de Internet y en sus páginas impresas.

Los problemas de Monica

La joven centro del escándalo podría ser acusada de perjurio en el sexgate, pero ahora enfrenta acusaciones de haber mantenido una relación con un ex profesor de artes dramáticas, quien es casado.

El ex amante, Andy Bleiler, de Portland, Oregon, declaró que Lewinsky se jactó en conversaciones telefónicas de que estaba manteniendo sexo oral con un ``funcionario de alto rango de la Casa Blanca'', y que se sentía ``frustrada y agitada'' porque no quería otro tipo de relación sexual con ella.

El abogado de Lewinsky confirmó que la joven mantuvo una larga relación amorosa con Bleiler.

Pero no todo está mal para Lewinsky; el editor de la revista Penthouse, Bob Guccione, le ofreció 2 millones de dólares por los derechos exclusivos de la historia, junto con algunas fotos semidesnudas de su elección, informó la publicación.