La Jornada 31 de enero de 1998

Presuntos etarras asesinan en Sevilla a un concejal del PP y a su esposa

Reuters, Afp, Dpa y Ap, Sevilla, 30 de enero Ť El concejal del gobernante Partido Popular (PP) en esta ciudad, Alberto Jiménez Becerril, y su esposa, fueron asesinados hoy en un atentado atribuido por las autoridades a ETA.

El jefe de gobierno español, el conservador José María Aznar, y todos los partidos políticos --excepto Herri Batasuna, considerado brazo político de ETA-- condenaron el atentado, al igual que Estados Unidos y la Unión Europea, mientras miles de personas se manifestaron en Sevilla y las principales ciudades españolas contra la violencia del grupo armado vasco. El asesinato de Jiménez Becerril, segundo adjunto del alcalde de Sevilla, en pleno centro de la capital andaluza, es el cuarto de un concejal del PP en menos de siete meses y primero fuera del País Vasco.

Aznar afirmó que ETA ``ha lanzado un desafío completo al gobierno y a la sociedad'', reiteró que su gobierno mantendrá la lucha contra el grupo armado y excluyó cualquier negociación hasta que la organización declare una tregua indefinida, dentro y fuera del país.

La ofensiva de ETA contra representantes conservadores se inició en julio pasado, con el secuestro y asesinato del concejal de Ermua, Miguel Angel Blanco Garrido, que provocó una movilización sin precedentes contra ETA en la que participaron 6 millones de personas.

``No estoy dispuesto a permitir que los terroristas suplanten la voluntad de los ciudadanos...que nadie tenga la menor duda de que pagarán muy caro lo que están haciendo, con la ley, pero lo pagarán'', subrayó Aznar, y pidió a los españoles actuar con serenidad y apoyar a las instituciones en la lucha contra ETA.

El portavoz del gobierno, Miguel Angel Rodríguez, afirmó que ``ETA está tratando de desestabilizar al país'', y reconoció que tiene movilidad en Andalucía, ``pero nadie esperaba que un concejal muriera abatido a tiros''.

Jiménez Becerril, de 37 años y encargado de las finanzas sevillanas, recibió un disparo en la nuca, y su esposa, de la misma edad, recibió el impacto en la frente cuando, al parecer, volteó para ver quién había agredido a su marido. En el lugar se encontraron casquillos calibre 9 milímetros tipo Parabellum, empleados comúnmente por ETA.

El atentado ocurrió en medio de una polémica sobre la protección a los funcionarios conservadores, luego que el PP abrió una cuenta bancaria en el País Vasco para recaudar fondos y contratar guardaespaldas para sus ediles, tras afirmar que la seguridad proporcionada por el gobierno vasco es insuficiente.

Tras el asesinato de la pareja de abogados, la coalición Izquierda Unida sostuvo: ``no sirve de nada proteger a los conservadores en el País Vasco, porque ETA ha demostrado que puede atacar en cualquier lugar''.

Herri Batasuna, a su vez, ``lamentó'', pero no condenó, el doble asesinato, argumentando que ``si en verdad se quiere buscar una solución con voluntad y seriedad es preciso reconocer que debe resolverse por medio del diálogo, la negociación y el reconocimiento de los derechos'' del pueblo vasco.

Unas 10 mil personas protestaron en Sevilla, donde se declararon dos días de luto. En Madrid, Bilbao, Zaragoza, Valladolid y otras ciudades también hubo protestas por el atentado. Algunos de los manifestantes caminaron con las manos cubiertas con guantes blancos, símbolo contra ETA, mientras otros gritaban consignas, entre ellas ``los etarras no son españoles, son hijos de puta'', en tanto se preparan manifestaciones en todo el país para este sábado.

Por otra parte, ETA se atribuyó el asesinato del concejal conservador José Ignacio Irureta, perpetrado el 9 de enero, así como tres atentados explosivos contra edificios administrativos en la ciudad vasca de San Sebastián ocurridos entre el 20 de diciembre y el 18 de enero pasados, pero no mencionó los atentados de hoy.