La Jornada 31 de enero de 1998

En Davos, se manifiesta en contra de obstruir el flujo de capitales

Davos, Suiza, 31 de enero Ť El presidente Ernesto Zedillo afirmó que tiene intenciones de aprovechar ``la nueva estabilidad política'' del país para alcanzar mayores consensos en torno a las medidas que su gobierno considera necesarias en el logro del desarrollo económico. Además, rechazó cualquier intento de limitar la integración mundial del comercio y las inversiones, al manifestarse por esquemas más adecuados de regulación y supervisión de los sistemas financieros nacionales.

``México avanzará sin lamentar, sino asumiendo las transformaciones que están teniendo lugar en este fin de siglo'', afirmó el jefe del Ejecutivo mexicano al participar este sábado como orador en el Foro Económico Mundial que se celebra en esta villa alpina.

Zedillo fue invitado al cónclave que reúne a los más destacados líderes empresariales y políticos del mundo, para reseñar la experiencia mexicana en la solución de la crisis provocada por la devaluación del peso a finales de 1994, y las similitudes con la actual situación en Asia.

Frente a la crisis que se vive en el oriente, expresó sus deseos de que el liderazgo y juicio sensato que ejercieron el gobierno estadunidense y las instituciones multilaterales para apoyar a México en 1995, ``guíen los esfuerzos internacionales actuales para resolver eficazmente la crisis del esta del Asia, antes de que se vuelva verdaderamente sistémica''.

Sin embargo, subrayó que, al igual que en el caso de México, la responsabilidad esencial para superar las crisis financieras reside en los propios países afectados. Esto debe hacerse, dijo en alusión a su propia experiencia, aun a costa del costo político que deban asumir los gobiernos.

Ernesto Zedillo ofreció profusamente a su auditorio indicadores que, dijo, ilustran la recuperación económica del país, y aseguró que México tiene una estrategia sólida para que aquélla se traduzca en un crecimiento económico dinámico y sostenido, con más y mejores empleos.

Señaló que, al tiempo que se trabaja para construir una economía vigorosa, su país está resuelto a fortalecer y consolidar la democracia, convencido de que requiere una vida política fundada en principios inequívocos y en prácticas democráticas incuestionables.

Aseguró que hoy, la nueva competencia política estimula propuestas y opiniones más responsables, así como mayor eficiencia en las acciones del gobierno. La más intensa competencia política, aseguró, ``está atemperando los extremismos y fomentando el diálogo como la vía adecuada para lograr consensos''.

Luego afirmó: ``Hoy los mexicanos sabemos que la democracia y una economía abierta y productiva solamente pueden florecer en el marco de un cabal estado de derecho. De ahí que tenemos la decisión inquebrantable de trabajar con todo esmero para que, más temprano que tarde, nadie en México, sin importar su riqueza, rango o poder, sienta que puede estar por encima de la ley''.

Zedillo, quien pronunció su discurso este sábado a las 2:30 horas (tiempo de México), insistió en que, para que continúe en crecimiento la economía global, es de suma importancia seguir impulsando una mayor liberalización de los flujos de comercio e inversión, y una vez más, previno que ante las turbulencias financieras actuales pueden surgir voces que aboguen por un retroceso en la integración internacional del comercio y las inversiones. ``Pienso que lo que debemos hacer es exactamente lo contrario''.

El presidente mexicano hizo una detallada exposición de las razones que provocaron la crisis de su país en 1994. Afirmó que su gobierno no minimizó el problema e informó en términos claros y veraces al pueblo mexicano que una grave crisis era inevitable, pero que podría ser superada con relativa rapidez si se actuaba con decisión y perseverancia.

En este sentido, dijo que es válido preguntarse ``si todos quienes deben tomar parte en las decisiones necesarias están totalmente conscientes de los problemas que enfrentan hoy los mercados del este de Asia'''.