Los crímenes no contribuyen a la paz, advierte Samuel Ruiz
Elio Henríquez y Rodolfo Villalba, corresponsales, San Cristóbal de las Casas, Chis., 30 de enero Ť El obispo Samuel Ruiz García, presidente de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai), afirmó que el asesinato del dirigente chiapaneco Rubicel Ruiz Gamboa es un hecho que ``no contribuye a la paz'', sino que, por el contrario, ``complica'' más la situación.
En breve entrevista en la curia diocesana, Ruiz García dijo que el crimen contra el dirigente campesino magisterial ``indica el grado de violencia que hay en el estado'' y que ``no hay condiciones para vivir con tranquilidad'' en Chiapas.
Mientras, unos 3 mil profesores de la sección séptima del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) marcharon hoy en Tapachula y San Cristóbal de las Casas para protestar por el crimen contra Ruiz Gamboa y exigir su esclarecimiento.
``El asesinato de nuestro compañero se da en el marco de la guerra de baja intensidad que estamos viviendo en Chiapas, y es parte de la política represiva del actual gobierno'', expresaron los mentores durante un mitin realizado en la plaza Catedral de esta ciudad, después de haber recorrido sus principales calles.
En el mismo acto, los profesores exigieron al gobierno federal que cumpla los acuerdos de San Andrés -``única forma de destrabar el impasse en que se encuentra el diálogo''-; además, que el Ejército Mexicano salga de las comunidades, que se esclarezca la masacre de Acteal, que los autores intelectuales y materiales de la matanza sean castigados y que los grupos paramilitares sean desmantelados.
En rueda de prensa, Julieta Hernández, de la comisión de prensa, reiteró que integrantes del Ejército Mexicano mantienen ``tomadas'' más de diez escuelas en el norte y los Altos de Chiapas, por lo que una de las demandas principales de los mentores fue que los militares ``se retiren, para que los alumnos no sigan perdiendo más clases''.
Durante el mitin, fue presentado el indígena chol Carmen Cruz Gómez, zapatista liberado anoche de la cárcel de Cerro Hueco, quien permaneció en prisión desde el 2 de septiembre de 1996.
``Agradezco a la sociedad civil que ha luchado por la libertad de los presos políticos, y les digo que seguiré luchando hasta donde se pueda'', afirmó Cruz Gómez, quien estaba acusado de secuestro en agravio de Pedro López Jiménez.
Como miembro de la base de apoyo zapatista en la comunidad Los Moyos, municipio de Sabanilla, Cruz Gómez tuvo la función, hasta que fue detenido, de ``organizar a la gente y luchar''. Ante los profesores, el indígena pidió ayuda para que sus 46 compañeros, presos en Cerro Hueco y en otras cárceles, sean liberados, ya que, dijo, ``sus delitos son prefabriacados''.
Antes de partir hacia Tuxtla Gutiérrez para participar en el sepelio de Ruiz Gamboa, una comisión de profesores entregó en Polhó varias toneladas de ayuda humanitaria para los desplazados de Chenalhó.