La Jornada 3 de febrero de 1998

Contra desnutrición y marginación, la lucha central: De la Fuente

Angeles Cruz Ť Reducir 50 por ciento la tasa de desnutrición grave y moderada en la población infantil, vigilar el crecimiento y desarrollo de cuando menos 80 por ciento de niños menores de cinco años, así como evitar 26 por ciento las muertes en este sector poblacional que son causadas por enfermedades curables, son los principales objetivos del Programa de Atención a la Salud del Niño que ayer fue presentado durante la Primera Reunión Ordinaria del Consejo Nacional de Vacunació (Conava).

La nueva estrategia tiene carácter prioritario y reconoce que la cobertura del Programa de Vacunación en los niños menores de un año es de apenas 62 por ciento en los municipios de las zonas marginadas, por lo que el reto en esta materia se concentra de manera fundamental en las localidades pequeñas, alejadas y de difícil acceso, afirmó el secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente.

La meta esperada es que al menos 80 por ciento de los municipios tenga una cobertura igual o mayor a 90 por ciento por tipo de vacuna, explicó José Santos Preciado, secretario técnico del Conava. Destacó que en el grupo de 1 a 4 años de edad los resultados son mejores, pues el promedio de inmunizaciones aplicadas se ubica arriba de 92 por ciento.

No obstante, los promedios altos a veces ocultan diferencias y el caso de los niños de un año de edad puede considerarse como grupo de transición, precisó.

Los compromisos del programa presentado ayer son disminuir en 90 por ciento los padecimientos prevenibles por vacunación, bajar en 85 por ciento la mortalidad por diarreas y en 70 por ciento la ocasionada por infecciones respiratorias agudas.

Entre los componentes de la estrategia están la vacunación universal, la prevención y control de diarreas e infecciones respiratorias agudas, que junto con las deficiencias en la nutrición fueron la causa de 14 mil 525 defunciones en 1996, es decir, 25.9 por ciento del total de los decesos infantiles.

De 1990 a 1996, la mortalidad en menores de cinco años registró un descenso de 33.8 por ciento, pues de 85 mil 635 bajó a 56 mil 82. De continuar esta tendencia se calcula que, respecto de 1990, en el 2000 la reducción será de 50.6 por ciento con 41 mil 123 fallecimientos.

Los lineamientos del Programa de Atención a la Salud del Niño sostienen que con los recursos técnicos actuales se podrían prevenir cerca de 15 mil muertes infantiles. Para ello se plantea, en el caso de las enfermedades diarreicas, mantener por lo menos en 80 por ciento el uso de la terapia de hidratación oral en el hogar y elevar en 80 por ciento la proporción de casos que reciben atención adecuada en unidades médicas.

Con ello se reducirá el número de muertes por diarrea en 85 por ciento respecto de 1990, cuando se registraron 14 mil 11 decesos. En 1996 esta cifra se ubicó en 4 mil 254, lo que significa un descenso de 69.4 por ciento. Según Santos Preciado, las estimaciones preliminares de 1997 sugieren que la reducción podría llegar a 78.2 por ciento.

En cuanto a las infecciones respiratorias agudas el programa tiene como objetivo elevar a más de 80 por ciento la proporción de casos que reciben atención adecuada en el hogar, y en una misma proporción atender a los niños en las unidades médicas. Esto permitirá reducir en 70 por ciento la mortalidad de los menores de cinco años en relación con la tasa de 1990, cuando 12 mil 907 pequeños perdieron la vida a causa de este mal. En 1996 fallecieron 8 mil 145 y la meta para el 2000 es de 3 mil 755.

Santos Preciado explicó que en el Conava se está trabajando intensamente para que la vacuna de haemophilus influenzae se incorpore al programa a partir de 1999, lo que permitirá incrementar los logros en materia de salud infantil.

En su exposición ante los directivos de las instituciones del sector salud, el secretario técnico del Conava, quien a su vez fue presentado ahí mismo en su nuevo cargo por Juan Ramón de la Fuente, explicó que los logros en materia de vacunación se reflejan en la erradicación de la poliomielitis desde 1991, la eliminación de la difteria desde 1992, además de que desde hace más de un año no se registran casos confirmados de sarampión.

Sin embargo, durante la primera Semana Nacional de Vacunación, del 21 al 27 de febrero, se aplicarán en forma indiscriminada las dosis antisarampión. Esto se debe, explicó el funcionario, a que de acuerdo con investigaciones recientes en otros países, hasta 10 por ciento de los niños vacunados podrían no quedar protegidos. Además, en 1997 hubo una ligera disminución de la cobertura en esta vacuna y ocurrieron brotes en Brasil, Costa Rica y Canadá.

Detalló que en 1997 se incrementó levemente el número de casos de tosferina en niños que por motivos de edad no habían iniciado o completado su esquema de vacunación. En tanto, de tétanos neonatal y tuberculosis meníngea ha habido un descenso prácticamente continuo.

Se refirió a la modificación del esquema de vacunación que a partir de este año incluye la vacuna Td y la triple viral, que se aplicará a los niños de 12 años en el primer caso, y a los 12 meses y seis años de edad en el segundo. Asimismo, la Cartilla Nacional de Vacunación incorporará la vigilancia del crecimiento y desarrollo de los niños y las niñas.

En el aspecto de nutrición, el programa plantea la administración semestral de megadosis de vitamina A a 95 por ciento de los niños entre seis meses y cuatro años de edad en áreas de riesgo, suministrar tratamiento antiparasitario intestinal a 95 por ciento de los pequeños y lograr que por lo menos 85 por ciento de las mujeres amamanten a sus hijos.

El principal impacto en esta materia se ubica en 1.9 millones de familias que el Programa de Educación, Salud y Alimentación tiene como población objetivo.